Corrían siete minutos del segundo tiempo, con el marcador igualado 1-1 luego de los gritos de Miguel Borja y Miguel Merentiel, cuando River festejaba otro gol en el Superclásico por los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional. Había llegado tras un insólito blooper entre Guillermo Pol Fernández y Cristian Lema, quien terminaba metiendo la pelota dentro de su arco después de un doble cabezazo de los Díaz, primero Paulo y después Enzo.

Parecía que la estirada de Sergio Romero no servía de nada porque Facundo Colidio, testigo preferencial de la situación, salía festejando el gol propio -que era ajeno- que el árbitro Yael Falcón Pérez había convalidado a instancias de su asistente Juan Pablo Belatti.

Sin embargo, el VAR tras una larga revisión salvó Boca de un error insólito y convirtió al blooper en salvada providencial de Chiquito Romero, que hizo posible lo imposible y metió el guantazo para evitar que la pelota cruzara del todo la línea de gol. El marcador seguía empatado en el Kempes de Córdoba.

Se trató de un momento bisagra del Superclásico. Es que después aparecieron Cavani y otra vez Merentiel e inclinaron la balanza para el lado del equipo de Diego Martínez. Pero esa es otra historia.



Fuente Clarin

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