«Alguien me puede dar un link bueno para ver al Madrid». El mensaje es habitual en las redes sociales para sortear barreras, conexiones sobrecargadas y colgarse del cable en la web. Aquel 23 de agosto de 2012 quien lo firmó fue José Luis Mato Sanmartín. Ya no era un usuario más de la plataforma que todavía se conocía como Twitter. El entonces flamante jugador del Hoffenheim de su Alemania natal no se quería perder «El Clásico» entre el Merengue y el Barcelona, que definía la Supercopa española. Faltaba más de una década, sin embargo, para que Joselu se convirtiera en héroe, bajara al gigante de su país y le diera a Real Madrid el pase a otra final de la Champions League.
Dos semanas antes de aquella consulta, el Real Madrid Castilla, equipo filial del 14 veces campeón de Europa, había decidido cederlo a préstamo. Era joven, tenía 22 años, dos goles y un título con la Casa Blanca (la Copa del Rey de 2011). Pero aún le faltaba. Armó las valijas para ir al país donde comenzó su vida y darle allí una nueva chance a su deseo de potenciar su carrera profesional.
Conocido como «Joselu», el autor de los dos goles que le dieron este miércoles el pasaje al Real Madrid para la final en Londres de la final de la Champions League, nació el 27 de marzo de 1990 en Stuttgart, Alemania. Fue una casualidad: sus padres eran gallegos y él mismo, desde los 8 años, vive en Silleda, un rincón de Galicia con menos de 10 mil habitantes.
Iniciado en los equipos filiales del Celta de Vigo, tuvo un sinfín de idas y vueltas, préstamos de por medio, a lo largo de su carrera, que incluye pasos por todas las categorías de la selección española.
Jugó en el Hoffenheim (12-13), Eintracht (13-14), Hannover (14-15), Stoke City de Inglaterra (15-16), Deportivo de La Coruña (16-17), Newcastle (2017 a 2019), Deportivo Alavés (2019 a 2022), hasta que en la temporada 2022/23 llegó al Espanyol, equipo catalán donde se lució con casi una veintena de goles que, de todos modos, no pudieron evitar el descenso.
Alguien me puede dar un link bueno para ver el madrid?
— Joselu Mato (@JoseluMato9) August 23, 2012
Su carrera deportiva, hasta ese momento, le había permitido vestir los colores de Real Madrid de manera esporádica (un 5-1 contra el débil Ponferradina y un 8-1 ante Almería, ambos en 2011, con Ángel Di María y Gonzalo Higuaín como compañeros). No había establecido su link para vestirse de Merengue, aunque sí consiguiera uno para seguir los partidos como espectador por algún sitio pirata en Internet.
El final de la temporada en la que sufrió el descenso con los «Periquitos» significó también que 4.500 kilómetros de distancia, una serie de e-mails, llamados telefónicos e intercambio de documentos modificarían su vida, aunque todas esas comunicaciones -una bomba mediática- no tuvieran que ver directamente con él.
Es que desde Riad, capital de Arabia Saudita, el Al Ittihad cerraba la contratación de Karim Benzema, el delantero francés, héroe en la decimocuarta coronación del Real Madrid como rey de Europa. De creencias musulmanas, «El Gato» decidió ponerle punto final a su aventura en la capital española y abrir una etapa personal y deportiva cerca de los lugares sagrados para él.
Vini Jr. y Rodrygo quedaron entonces como los únicos delanteros del equipo de Carlo Ancelotti, que había caído en las semifinales de la Champions 2022/23 a manos del a la postre campeón, Manchester City.
Fracasadas una vez más las posibilidades de incorporar a los rutilantes Gabriel Jesus y Kylian Mbappé, Joselu llegó como cuarto refuerzo, a préstamo y a la sombra del joven inglés Jude Bellingham, quien a pesar de ser mediocampista hizo tantos goles como cualquier delantero a lo largo de esta temporada.
De hecho, Bellingham es uno de los artilleros de la temporada, con 21 goles, los mismos que Vinicius. Hasta este miércoles, Joselu llevaba 15, tres de ellos en el certamen de clubes más importante del mundo: uno al Napoli y dos al Union Berlin, todos durante la fase de grupos. Pero en la semi de vuelta se destapó con otros dos gritos que quebraron un destino que asomaba fatal.
El gol de Alphonso Davies puso en jaque al máximo ganador de la «Orejona», lo que obligó a Carlo Ancelotti a hacer cambios. El nacido en Stuttgart ingresó a los 80 minutos por el uruguayo Federico Valverde. Ocho minutos después, con su pierna izquierda -no con la diestra, que luce un tatuaje hiperrealista de su esposa, Melanie Cañizares- hizo que su equipo pasara de una eliminación casi segura a la clasificación milagrosa. Todo entre el minuto 88 y el 91 de juego.
«Uno siempre sueña con estar en el momento. El primer gol es de estar listo, de estar en la jugada. Estaban fatigados y esos minutos se notan. Uno sueña con tener noches así, en mis sueños no es tan bonito como los de hoy, como el que he vivido esta noche. Siempre lo he dicho, he venido a ayudar y a aportar. Ancelotti sabía lo que podía aportar y al final feliz por lo que he podido dar. Feliz por ganar una Liga y estar en una final de Champions», comentó después del triunfo, cuando el plantel se preparaba para festejar en un restaurante madrileño.
Los de este miércoles fueron goles importantes y determinantes. Pero también con un sabor especial: el FVB Stuttgart, equipo de su ciudad que tiene como soporte principal a Mercedes Benz, es el otro protagonista del «Südderby»; clásico del sur alemán. Campeón en la temporada 1991/92, cuando Joselu apenas tenía un par de años, y luego en la 2006/07, pero también descensos y desilusiones permanentes. Un historial que contrasta con las 13 bundesligas que el Bayern ganó desde entonces, además de, por ejemplo, dos Champions League.
«El héroe… me considero uno de ellos», evaluó en la entrevista con la emoción a flor de piel. «Todo el plantel ha hecho un año increíble. Todos hemos llegado en un momento increíble en este momento de la temporada. El partido iba a ser muy difícil. Llegar aquí después de lo que hemos sufrido a principio de temporada es muy difícil. Feliz por lo que he podido aportar hoy. Intento aprovechar mis momentos al máximo. Esto es lo que se siente cuando se es madridista», añadió Joselu.
A la espera del partido en Londres ante el Dortmund, el otro grande de Alemania, el delantero aguarda por la decisión que lo deje otro año en la Casa Blanca, a pesar de sus 34 años y la posible llegada de Mbappé, o que lo regrese al Espanyol, que lucha por regresar a La Liga, objetivo para el que marcha cuarto en lucha con Leganés, Valladolid (el equipo de Ronaldo Nazario), Eibar, Oviedo y Racing de Santander.
Algún joven delantero español pedirá el 1 de junio algún link para ver al Madrid en la final de la Champions. Y quién sabe, dentro de 12 años…