La Copa Libertadores de Futsal 2024, que se disputa en el Arena de Tortuguitas, en la Provincia de Buenos Aires, puso primera. Y los representantes argentinos tuvieron buenos estrenos: Barracas Central mereció más que el empate ante el vigente bicampeón y San Lorenzo, el único campeón argentino de la competición, sumó sus primeros tres puntos.
El Ciclón de Boedo comenzó el certamen con una importante victoria 3 a 2 frente a Independiente Barranquilla de Colombia. El equipo de Luciano Antonelli, especialista en partidos de esta jerarquía, logró arrancar con el pie derecho. Con doblete de Matías ‘Tato’ Block y un penal convertido por Gerardo Menseguez, el Matador se llevó los tres puntos para empezar de la mejor manera. En la segunda fecha enfrentará a Fantasmas Morales Moralitos, de Bolivia, y cerrará el grupo B contra Panta Walon de Perú.
Una de las principales características de San Lorenzo es lo fuerte que se hace en las jugadas de pelota parada. ‘El laboratorio de Figu Antonelli’, como se lo conoce, se impone con mucha frecuencia para destrabar partidos. En este caso no fue la excepción y le sirvió para anotar un golazo que se hizo viral por la calidad de su ejecución.
Barracas Central, otro que en los últimos años es un frecuente competidor en la Libertadores, salió sorteado en un grupo muy complicado. Arrancó contra el actual bicampeón Cascavel y sueña con avanzar de ronda para entrar en la historia grande. En la segunda fecha enfrentará Centauros y cerrará el grupo con Cerro Porteño.
Ángel Claudino, habitual jugador de la Selección Argentina, volvió al club de sus amores para jugar el torneo más importante del continente. Tras salvarse del descenso con Ribera Navarra de España en la última jornada de la Liga Nacional de ese país, decidió regresar para ponerse la camiseta del Guapo. Ante un partido muy complejo, Claudino apareció en la primera pelota que tocó y convirtió el gol de Barracas.
El título de San Lorenzo
San Lorenzo es el único equipo argentino campeón de la Copa Libertadores. En la edición del 2021 disputada en Uruguay, el Ciclón se consagró tras vencer a Carlos Barbosa de Brasil, que era el campeón defensor. En esa competición, a pesar de que sufrieron bajas por COVID y lesiones, los de Boedo se repusieron y se llevaron la copa a Argentina.