Si había un gran candidato para ganar la 88ª edición del Masters de Augusta era Scottie Scheffler. El estadounidense llegaba al primer Major del calendario con una racha impresionante en la temporada: había jugado ocho torneos, terminado en el top 10 en siete y ganado dos de los tres últimos disputados. Las expectativas en torno a su participación en uno de los campos más exigentes del mundo del golf eran altas, pero a él no le pesó el favoritismo. Al contrario.

El oriundo de Nueva Jersey firmó una actuación muy sólida, completó la última ronda con 68 golpes, cuatro bajo el par, y se impuso con una tarjeta de 277 (-11) y una ventaja de cuatro sobre el sueco Ludvig Åberg, su sorpresivo escolta. Así, se calzó por segunda vez el codiciado saco verde que se lleva el campeón (y que ya había ganado en 2022) y, de paso, escribió su nombre entre algunos grandes referentes de este deporte.

Con el triunfo, quedó segundo en la lista de jugadores que necesitaron menos participaciones para celebrar el doblete en Augusta. Él lo consiguió en su quinta aparición en el torneo, que disputó por primera vez en 2019. El único que lo hizo en menos ediciones fue su compatriota Horton Smith, quien fue el primer campeón de la historia en 1934, terminó 19° en 1935 y repitió el festejo en 1936. Scheffler superó en esa estadística a otros tres estadounidense, Jimmy Demaret, Arnorld Palmer y Bubba Watson, quienes se consagraron por segunda vez en sus sextas participaciones.

A los 27 años, el nacido en Nueva Jersey se convirtió además en el cuarto golfista más joven en repetir el triunfo en el Masters después de Tiger Woods, Jack Nicklaus y el español Severiano Ballesteros. Y el segundo, después de Woods, en gritar campeón dos veces siendo número uno del mundo.

«No puedo expresar con palabras lo que significa ganar este torneo nuevamente», aseguró, emocionado.

Su segundo trofeo de Augusta le permitió llevar a ocho títulos su cuenta personal en el PGA Tour, todos conquistados en los últimos tres años. Es que aunque hoy es “el jugador” del circuito más importante y el líder indiscutido del ranking mundial, Scheffler tardó bastante en inaugurar su palmarés en el más alto nivel. Y eso que había tenido una muy buena carrera amateur y desde sus comienzos lo señalaban como un aspirante a leyenda.

Su historia con el golf arrancó cuando se mudó a Dallas. Su altura -mide 1,91 metro- lo llevó a probar suerte en el básquetbol en la secundaria. Sin embargo, una vez que llegó a la Universidad de Texas se decantó por el golf. En 2013 se coronó en el US Junior Amateur; brilló en la liga universitaria entre 2014 y 2018; fue reconocido en 2015 como el mejor jugador de su edad; en 2016 jugó su primer Abierto de Estados Unidos y en la edición siguiente de ese torneo, fue el mejor amateur.

Impulsado por su interesante trayectoria como aficionado, se ganó en 2019 un lugar en el Web.com, el segundo nivel del golf estadounidense hoy llamado Korn Ferry, en el que sumó dos títulos. Y en agosto de ese mismo año, consiguió la tarjeta para el PGA Tour.

Ya en el circuito mayor, Scheffler empezó a mostrar que iba a ser un competidor feroz, con actuaciones destacas en las citas más importantes y un festejo inolvidable en el Ryder Cup de 2021. Pero tenía una asignatura pendiente: una corona.

El destape fue en 2022. El 13 de febrero se adueñó del WM Phoenix Open. Tres semanas después, obtuvo el Arnold Palmer Invitational en Orlando, Florida. Y a fines de marzo se quedó con el Match Play en Austin y se trepó al número uno del mundo, convirtiéndose en el sexto jugador más joven en alcanzar la cima de la clasificación. Con 25 años, 9 meses y días de edad, sólo los superaban en precocidad sus compatriotas Woods, Jordan Spieth y Justin Thomas, el norirlandés Rory McIlroy y el español Jon Rahm.

Así llegó a Augusta como uno de los máximos favoritos, pese a que todos los flashes apuntaban al retorno del legendario Tiger Woods. Y terminó conquistando su primer Major, tras cerrar la última ronda con serenidad, para transformarse en el quinto N° 1 en calzarse el saco verde.

Tras un 2023 en el que ganó dos trofeos (Phoenix Open en febrero y The Players en marzo) y fue segundo en el PGA Championships y tercero en el Abierto de Estados Unidos, arrancó esta temporada con todo y desembarcó en Augusta en un escenario muy parecido al de aquel 2022: como gran candidato -con festejos recientes en el Arnorld Palmer Invitational y The Players y un segundo lugar en el Houston Open- y con Woods robándole la atención por un nuevo regreso.

El desenlace fue el mismo: imparable, Scheffler brilló, volvió a gritar campeón y escribió una vez más su nombre en la historia grande del golf.

Meredith, las tres hermanas y el cáncer

Cristiano practicante y súper creyente, Scheffler está casado desde 2020 con Meredith Scudder, su novia de la secundaria, la misma en la que el número uno del mundo de golf todavía se debatía entre el básquetbol y el golf.

Una vez que terminaron en Highland Park, la universidad los alejó, pero no los separó. Mientras Scheffler ingresó a la Universidad de Texas, Scudder empezó a estudiar en la Universidad de Texas A&M, la contra, donde siguió Comunicación.

Scottie Scheffler y Meredith Scudder. Foto: AFPScottie Scheffler y Meredith Scudder. Foto: AFP

La pareja se mantuvo unida incluso cuando Scudder pasó un tiempo en Zambia, donde realizó una pasantía. Una vez de regreso a Estados Unidos y en el primer año de Scheffler como profesional, decidieron unirse en matrimonio.

«¡SÍ! No puedo creer que Dios me haya dado a mi mejor amigo para pasar el resto de mi vida. ¡¡¡No puedo esperar a ser tu esposa, Scottie!!!! Impresionado por la fidelidad y la bondad del Señor con nosotros. ¡¡¡Hagamos esto!!!», escribió Scudder en su cuenta de Instagram el día en que Scottie le propuso matrimonio.

Scudder, a quien se la suele ver en los torneos que juega su pareja, trabajó para diferentes organizaciones humanitarias, como Family Legacy y Live Beyond. También fue planificadora de eventos para la organización benéfica de su universidad, With Purpose.

Meredith Scheffler en la premiación de 2022. Foto: AFPMeredith Scheffler en la premiación de 2022. Foto: AFP

Scheffler, además, tiene tres hermanas: Callie, Sara y Molly. Callie jugó al golf en Texas A&M, la universidad de Meredith, y fue su caddie cuando compitió como amateur en el US Open.

En sus tiempos libres tiene activa participación en Triumph Over Kid Cancer, una organización creada por su amigo de la infancia, James Ragan, que falleció a los 20 años. Ahora, con el saco verde por duplicado, este gigante noble que dejó el básquet para hacer historia en el golf podrá ayudar a muchos más.



Fuente Clarin

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