el fuerte gesto de la delegación de Argelia en la apertura de los Juegos Olímpicos 2024

En el marco de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024, las delegaciones de los equipos participantes desfilaron en barco a lo largo del río Sena. Entre saludos al público, banderas y con la Torre Eiffel de fondo, un instante captó la atención de aquellas personas que siguieron la ceremonia. Fue cuando la delegación de Argelia, tras una breve arenga, arrojó flores al río Sena. Un momento que quedó registrado en fotos y videos. Y que tiene su historia.

«En memoria de nuestros justos mártires, la delegación de Argelia lanza flores en la ceremonia de apertura de los juegos olímpicos en el río Sena, y específicamente en el puente donde fueron martirizados nuestros justos mártires, que Dios tenga misericordia de ellos», fue el mensaje con el que el Comité Olímpico Argelino compartió el video que muestra, desde dentro de la embarcación, el instante exacto del gesto por los más de 200 argelinos asesinados en 1961.

Compartieron bote con los representantes de Afganistán, Sudáfrica, Albania y Alemania. Fue un momento temprano del desfile: apenas habían navegado el Sena la delegación de Grecia -tradicionalmente la primera en aparecer- y la de los Atletas Refugiados, que van por su tercera incursión olímpica.

En el video se ve a un jefe del equipo dedicar unas palabras a la cámara, mientras otros integrantes sostenían en una mano la bandera del país y en la otra llevaban una flor roja. Cuando terminó de hablar, una decena de rosas cayó al curso del Sena.

De fondo se veía el puente que marca el lugar en el que se cometió la masacre, en la que más de 200 argelinos fueron asesinados en octubre de 1961 tras salir a las calles de París para reclamar por la independencia de su territorio, que aún se encontraba bajo el dominio del gobierno de Francia.

El 17 de octubre de 1961, el Frente de Liberación Nacional de Argelia ordenó en la capital francesa la movilización de sus compatriotas en una gran manifestación en favor de la independencia. Treinta mil personas llegaron al centro desde la periferia, mientras culminaba la guerra de independencia argelina y la Francia colonial.

En medio del conflicto, miles de manifestantes argelinos salieron a las calles de París para protestar contra el toque de queda impuesto por las autoridades nacionales.

Lo que comenzó como una manifestación pacífica se convirtió en una noche de brutalidad y represión policial, que desembocó en la muerte y desaparición de numerosos argelinos, muchos de los cuales fueron arrojados al río Sena.

Cerca de 12.000 argelinos fueron arrestados en la ofensiva, decenas de ellos fueron asesinados y «sus cuerpos fueron arrojados al río Sena». Así lo reconoció en 2021, cuando se cumplieron 60 años de la masacre, Emmanuel Macron. Este viernes, el presidente de Francia fue la figura política principal en la ceremonia de apertura.

Los historiadores señalan que al menos 120 manifestantes murieron, algunos por disparos y otros por ahogamiento, según indicó el gobierno de Macron en 2021. Argelia estuvo ocupada por Francia durante 132 años hasta su independencia en 1962. El país africano, en tanto, eleva el recuento de víctimas por encima de los dos centenares.

En aquel entonces, el jefe de policía era el prefecto Maurice Papon, quien ordenó la represión contra los manifestantes que salieron a las calles de la capital francesa. Entre los policías franceses reinaba un clima de vendetta porque 15 agentes habían sido asesinados en París en atentados y enfrentamientos con los argelinos que luchaban por la independencia en el corazón de la capital colonial.

Los manifestantes estaban desarmados, pero la represión fue brutal. Centenares de argelinos fueron arrojados a las aguas del Sena aquella noche, mientras que otros 11.000 terminaron presos en un estadio o en dependencias policiales, donde algunos habrían sido asesinados a bastonazos y patadas.

El historiador Jean-Luc Einaudi, autor del libro La batalla de París, afirmó a Le Monde que las responsabilidades del jefe de policía Maurice Papon fueron «directas, personales y aplastantes».

Papon murió en 2007, a los 96 años. En 1998 había sido condenado a 10 años de prisión. Durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial, colaboró con el régimen de Vichy, instaurado por el nazismo, al ser secretario general de la prefectura de Gironde (suroeste). La Justicia comprobó que, entre 1942 y 1944, fue cómplice en la deportación de unos 1.500 judíos a la Alemania nazi.

Las flores que lanzó la delegación argelina no fueron el único gesto político en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024. También hubo protestas contra Israel en los balcones, se destacó una nueva presencia de los aletas refugiados y otra vez Rusia brilló por su ausencia.

A orillas del río Sena, un grupo de espectadores desplegaron una bandera palestina desde un balcón, donde también mostraron una pancarta criticando a Israel en medio del conflicto en curso entre Israel y Hamás.

«Israel en el podio de los crímenes de guerra», rezó la inscripción que desplegaron desde un edificio, donde flameó la bandera palestina.

Las tensiones políticas tampoco quedaron al margen durante el desfile sobre las aguas del Sena, donde estuvo ausente la delegación de Rusia.

Es que, tras la invasión a Ucrania, el Comité Olímpico Internacional (COI) recomendó que se prohibiera a los atletas rusos y bielorrusos competir en eventos deportivos internacionales. Una medida similar se había tomado en los Juegos Olímpicos de Río 2016, debido a un escándalo de dóping en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014.

En tanto, la jornada también contó con fuerte gesto hacia los refugiados. Fiel al protocolo olímpico, la primera embarcación que navegó por el Sena trasladó a la delegación de Grecia, cuna de los Juegos antiguos, la cual fue seguida por el equipo de refugiados.

El Equipo Olímpico de Atletas Refugiados participó por primera vez de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro 2016, luego repitió presencia en Tokio 2020 y ahora tendrá su tercera incursión olímpica. En París buscará su primera medalla.

En esta ceremonia portaron la bandera el taekwondista Yahya Al Ghotany (20 años), refugiado sirio en Jordania, y la boxeadora Cindy Ngamba (25), que vive en el Reino Unido (donde estuvo detenida por falta de papeles) y no quiere regresar a Camerún, ya que allí la homosexualidad es considerada delito.