Si la pelea que Fernando Martínez afrontará el próximo domingo en Tokio será una de las más importantes para el boxeo argentino en la última década (sino la más), será, en buena medida, por el calibre del rival al que enfrentará el único campeón mundial con el que cuenta el pugilismo nacional en estos días. El Puma, monarca supermosca de la Federación Internacional de Boxeo, se medirá en un duelo de unificación con Kazuto Ioka, dueño del cinturón de la Asociación Mundial de Boxeo de las 115 libras y una leyenda del deporte de los puños enguantados en Japón y también fronteras afuera.

El boxeo nipón es motivo de gran atención en este tiempo, fundamentalmente por los logros de Naoya Inoue, probablemente el mejor libra por libra del planeta. Sin embargo, hay vida y actividad más allá del Monstruo: Japón cuenta con otros nueve campeones mundiales. Ioka es uno de ellos y lleva más de 13 años enfrascado en estas lides. De hecho, fue el primer hombre nacido en ese país que logró títulos en cuatro categorías: lo consiguió en junio de 2019. Luego lo siguieron Inoue (en julio de 2023) y Kosei Tanaka (en febrero de 2024).

El peleador nacido hace 35 años en Sakai, 400 kilómetros al sudoeste de Tokio, debutó como profesional en abril de 2009 y desde entonces protagonizó 34 contiendas, de las cuales ganó 31 (16 antes del límite), perdió 2 y empató 1. Pero no se trata solo de cantidad, sino de calidad: de esas 34 peleas, en 23 hubo coronas mundiales en juego. Su último revés ocurrió hace más de cinco años y medio. Desde entonces, registró ocho victorias y un empate.

El boxeo llegó a la vida de Ioka por herencia: su tío Hiroki fue campeón mundial de peso mínimo del Consejo Mundial de Boxeo y de la división minimosca de la AMB en las décadas de 1980 y 1990. Parecía difícil superar ese listón, pero el sobrino lo logró. Obtuvo su primer cetro el 11 de febrero de 2011, con solo 21 años, cuando noqueó en el quinto episodio el tailandés Oleydong Sithsamerchai en Kobe y le arrebató la faja de peso mínimo del CMB, la misma que Hiroki había conseguido en octubre de 1987 al batir al tailandés Mai Thonburifarm.

Kazuto Ioka y Fernando Martínez se enfrentarán el domingo en Tokio. Foto: Chino Maidana Promotions.Kazuto Ioka y Fernando Martínez se enfrentarán el domingo en Tokio. Foto: Chino Maidana Promotions.

Desde entonces, Kazuto, que desarrolló su depurada técnica, su movilidad y su precisión junto a Kazunori, su padre y entrenador en el primer tramo de su carrera, sumó el título de la AMB de las 105 libras (se lo quitó a su compatriota Akira Yaegashi en junio de 2012) y luego comenzó su ascenso: fue campeón minimosca y mosca de la AMB, y supermosca de la Organización Mundial de Boxeo antes de ganarle al texano Joshua Franco en junio de 2023 la corona que hoy posee y que expondrá ante Martínez. El Puma será el tercer argentino al que enfrentará como rentado: derrotó dos veces al mendocino Juan Carlos Reveco y una al cordobés Roberto Domingo Sosa (los tres pleitos fueron en 2015).

El camino que llevó a Ioka al Olimpo del deporte japonés pudo haber terminado hace largo tiempo por una disputa que tuvo un fuerte tinte familiar. El 31 de diciembre de 2017, un día en que, a priori, tendría que haber estado sobre un cuadrilátero, el multicampeón convocó a una conferencia de prensa en Yokohama y sorpresivamente anunció su retiro de la actividad profesional. “Estoy satisfecho porque pude ganar títulos en tres categorías, que es también la razón por la que empecé a boxear”, explicó.

Kazuto Ioka venció al cordobés Roberto Domingo Sosa en septiembre de 2015. Foto: Asociación Mundial de Boxeo.Kazuto Ioka venció al cordobés Roberto Domingo Sosa en septiembre de 2015. Foto: Asociación Mundial de Boxeo.

Cincuenta y dos días antes de ese anuncio, el púgil había renunciado al título mosca de la AMB. Kazunori Ioka había explicado que la decisión respondía a que su hijo no estaba en condiciones de cumplir con la defensa obligatoria frente al ucraniano Artem Dalakian, que estaba pactada justamente para el 31 de diciembre, y reveló que ello se debía a que Kazuto no había estado entrenándose adecuadamente desde que había contraído matrimonio con la cantante de J-pop Nana Tanimura en mayo de ese año.

“Si tiene ganas, estoy dispuesto a entrenarlo en cualquier momento. Si no tiene motivación, no tendrá más remedio que retirarse. Es lo uno o lo otro”, lo emplazó su padre. Cuando Kazuto anunció su retiro, fue consultado sobre la relación que existía entre ello y su casamiento con Tanimura. “No he sentido ninguna influencia en ese sentido desde que estamos juntos. La sola presencia de mi mujer era mi apoyo”, refutó.

Nana Tanimura, en la portada de uno de sus discos de J-pop.Nana Tanimura, en la portada de uno de sus discos de J-pop.

El alejamiento de los encordados duró poco más de 16 meses: el 8 de septiembre de 2018, Ioka volvió a pelear y derrotó por puntos al doble retador mundialista puertorriqueño McWilliams Arroyo. Lo hizo lejos de su casa, en Inglewood (California), y con el cubano Ismael Salas como entrenador. Dos meses después, se divorció de Nana Tanimura. Desde entonces, trabajó con Salas para cada uno de sus combates, por lo que siempre realiza la parte más intensa de sus campamentos en Las Vegas. Y en julio de 2019 se casó con Emi, su actual esposa, con quien tuvo dos hijos.

Kazuto Ioka junto a su esposa Emi y sus dos hijos. Foto: Instagram @kazuto_ioka_official.Kazuto Ioka junto a su esposa Emi y sus dos hijos. Foto: Instagram @kazuto_ioka_official.

Si bien Ioka tiene un vínculo sumamente fuerte con el público japonés, muy conocedor de esta actividad, su relación con las autoridades del boxeo de su país no ha sido tan cordial ni mucho menos. Los cortocircuitos fueron provocados por dos supuestos casos de doping en los que el púgil estuvo involucrado. Ninguna de las dos situaciones derivó en una sanción y ambas generaron un enorme malestar en el campeón.

El 6 de abril de 2021, una decena de agentes de Policía se presentó en la vivienda de Ioka para hacer un allanamiento. Uno de los uniformados le informó que en la prueba antidoping realizada después de su último combate (había derrotado a su compatriota Kosei Tanaka el 31 de diciembre de 2020) se habían detectado trazas de cannabis y que por ello debían registrar la propiedad en busca de evidencia.

“Al principio, ni mi esposa ni yo podíamos entender qué había pasado ni de qué se trataba. Ella estaba muy asustada. Me interrogaron durante cinco o seis horas. Durante ese tiempo, también me sometí voluntariamente a un análisis de orina. Desde el comienzo del registro hasta el final del interrogatorio, la Policía me trató como a un criminal”, se quejó el peleador.

Tras noquear a Kosei Tanaka en diciembre de 2020, Kazuto Ioka dio positivo en un control antidoping, pero no fue sancionado por deficiencias en el test. Foto: Instagram @kazuto_ioka_official.Tras noquear a Kosei Tanaka en diciembre de 2020, Kazuto Ioka dio positivo en un control antidoping, pero no fue sancionado por deficiencias en el test. Foto: Instagram @kazuto_ioka_official.

Cuando se hizo la evaluación de la muestra B que había sido recogida el día de la pelea con Tanaka, el resultado fue negativo. Un mes y medio después del allanamiento, y en base a un lapidario informe de un comité independiente de expertos, la Comisión Japonesa de Boxeo (JBC) informó que Ioka no sería sancionado y reconoció que se habían producido fallos en la cadena de conservación de las muestras.

“El manejo de las muestras fue descuidado y es un hecho que la reputación de Ioka se vio empañada por la filtración de su nombre a los medios. Quiero disculparme personalmente con él», anunció Yuhei Nagata, presidente de la JBC. “No puedo perdonarlos así como así. Para ser sincero, no estoy seguro de poder seguir peleando con tranquilidad. Esto explotó y durante un mes y medio cambió mi vida por completo. Pensé que este sería el final de mi carrera”, deploró el campeón.

Dos años después de aquel contrapunto, el 21 de junio de 2023, apenas tres días antes de su segundo enfrentamiento con Joshua Franco, la JBC notificó que Ioka había dado positivo en un control previo a la primera pelea con el texano y que la sustancia hallada era nuevamente cannabis, pero aclaró que no se aplicaría sanción alguna porque la cantidad detectada era inferior al límite punible fijado por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA).

“Ioka no tomó ni consumió ninguna sustancia prohibida. Probaremos su inocencia”, replicó el equipo del púgil a través de un comunicado en el que sembró dudas sobre las verdaderas intenciones de la JBC: “Nos preguntamos por qué necesitaban anunciar esto en este momento”. “No queríamos que se sospechara de un encubrimiento al revelarlo después del combate. El equipo de Ioka coopera y no hay fricción entre nosotros”, intentó transigir Tsuyoshi Yasukochi, secretario general de la JBC.

Kazuto Ioka junto a su entrenador, el cubano Ismael Salas. Foto: Instagram @kazuto_ioka_official.Kazuto Ioka junto a su entrenador, el cubano Ismael Salas. Foto: Instagram @kazuto_ioka_official.

La sangre no llegó al río y el campeón volvió a pelear en su país el 31 de diciembre pasado, cuando noqueó en el séptimo episodio al venezolano Josber Pérez en Ota. La cita del último día del año ya se convirtió en una tradición en la carrera de Ioka: se presentó esa jornada en 12 de los últimos 13 años (solo omitió el compromiso en 2017, cuando anunció su retiro). De esas 12 contiendas, todas por títulos mundiales, salvo la de 2014 ante el venezolano Jean Piero Pérez, 10 se saldaron con victorias, una con un empate (con Joshua Franco en 2022) y una con una derrota (ante el filipino Donnie Nietes en 2018).

Ese traspié ante Nietes fue el último en la carrera de Ioka. Desde entonces, ha agigantado su legado con ocho triunfos y dos cinturones más para su colección. El domingo en Tokio, el Campeón de la Nochevieja procurará ceñirse otra faja. Para ello, tendrá que quitársela a Fernando Martínez.



Fuente Clarin

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