Cruzeiro todavía se lame las heridas del último lustro. Una etapa en la que le pasó de todo. Una deuda de doscientos millones de dólares lo obligó a convertirse en una sociedad anónima para no descender a la tercera división del fútbol brasileño. Al borde de la quiebra, apareció una de las máximas leyendas del club y del fútbol mundial para socorrerlo y devolverlo al lugar que acostumbraba. Retornó al Brasileirao y a las copas internacionales. Y hoy se ilusiona de la mano de un DT que formó de su casa una fortaleza. Así se resume el último lustro de Cruzeiro, el nuevo rival al que se enfrentará Boca, por los octavos de final de la Sudamericana. Sí, el equipo de Belo Horizonte quiere volver a la élite internacional, después de pasar varios años años en las tinieblas.

Con la victoria 1-0 sobre Independiente del Valle, con gol de Edinson Cavani, el Xeneize superó la instancia de 16avos de final en el torneo de segundo rango sudamericano y recibirá a Cruzeiro en La Bombonera (semana del 14 de agosto) para luego (semana del 21) definir la serie en Brasil.

Será una llave en la que el hincha de Boca tiene motivos a los cuales aferrarse para creer con un hipotético pasaje a cuartos de final: el Raposa, dos veces campeón de la Copa Libertadores de América (1976 y 1997), atraviesa una etapa de reconstrucción de su identidad en los últimos años.

¿De qué se puede agarrar el club de Belo Horizonte? Poco a poco se encuentra con su fútbol, se va reacomodando en el Brasileirao y en el arco cuenta con la presencia de un jugador que puede considerarse uno de los enemigos contemporáneos para el pueblo boquense en Sudamérica.

Cruzeiro se encuentra quinto en la tabla del Brasileirao, con 18 fechas disputadas. Aunque cueste creerlo, se trata de su mejor campaña en los últimos cinco años. O la mejor desde su regreso a la Primera División hace tan solo dos temporadas, luego de tres campañas navegando por la Segunda y casi declararse en quiebra. La principal razón que explica el fluido andar del equipo tan solo un lustro más tarde se sintetiza a un nombre: Ronaldo Nazario.

El Gordo es uno de los máximos emblemas de la historia de Cruzeiro. Allí debutó como profesional en 1990 para terminar volviendo, 31 años después, bajo el rol de presidente y dueño mayoritario del club mientras atravesaba el peor momento de su historia.

El astro brasileño, presidente de la Sociedad Anónima de Fútbol Cruzeiro (SAF), Ronaldo Luis Nazário de Lima (c), mejor conocido como Ronaldo, celebra un gol hoy, un juego del torneo Brasileirao serie B entre Cruzeiro y Vasco da Gama en el estadio Mineirão en Belo Horizonte (Brasil). Ronaldo es EFE/Yuri EdmundoEl astro brasileño, presidente de la Sociedad Anónima de Fútbol Cruzeiro (SAF), Ronaldo Luis Nazário de Lima (c), mejor conocido como Ronaldo, celebra un gol hoy, un juego del torneo Brasileirao serie B entre Cruzeiro y Vasco da Gama en el estadio Mineirão en Belo Horizonte (Brasil). Ronaldo es EFE/Yuri Edmundo

A mediados de 2021, asediado por una deuda de 173 millones de dólares, el conjunto azulado de Belo Horizonte se encontraba en puestos de descenso hacia la tercera división de Brasil, tan solo una temporada después de bajar a la Serie B por primera vez desde su fundación. La única solución que encontró la dirigencia fue convertir al club en una sociedad anónima y, a pesar de tener la idea de tan solo vender el 49 por ciento de sus acciones, el desembarco de la figura de Ronaldo alcanzó para que finalmente se quedara con el 90% a cambio de 77 millones de dólares.

La llegada del histórico delantero centro marcó el cambio de rumbo para el club. Asumió todas las deudas por un total de casi 200 millones y en 2022 lo devolvería a la Primera División con una campaña excepcional. Sin embargo, en el Brasileirao nunca pudo hacer pie y el flojo andar de Cruzeiro puso en tela de juicio la idolatría de O fenômeno​​​.

Cruzeiro se clasificó para la actual Copa Sudamericana por la ventana, ocupando el último boleto que entregaba la tabla (14°) del campeonato, mostrando un bajo nivel de juego y quedando a tan solo cinco porotos de un nuevo descenso. En 2024 la historia se repetiría y la paciencia de los hinchas se colmó tras la derrota 3-0 frente a Atlético Mineiro, su clásico rival, en el torneo estadual.

Los malos resultados se llevaron puesto a Nicolás Larcamón del puesto de DT y llevó a que miles de hinchas muestren su enfado con Nazario quemando banderas con el rostro del ídolo y colgando carteles en la cancha con la frase «Chau Ronaldo». La tirante relación se extendió hasta abril del presente año, hasta llegar a un punto de no retorno, cuando el club tan solo había ganado un partido de seis disputados en el torneo local.

El enfurecimiento de los hinchas de Cruziero llevó a Ronaldo a dejar el club. Foto: Captura X.El enfurecimiento de los hinchas de Cruziero llevó a Ronaldo a dejar el club. Foto: Captura X.

Con un contexto poco alentador, el ex Real Madrid y también accionista del Valladolid de España le puso punto final a su ciclo en el club de sus amores a los dos años de haber llegado como el máximo salvador. Para ello, le entregó su porcentaje mayoritario a Pedro Lourenço, el propietario de la cadena Supermercados BH, propiedad por una suma 109 millones de dólares. Y para sorpresa de varios, se trató de un cambio beneficioso para la institución.

La influencia del DT

Con la llegada de los nuevos propietarios, también arribó Fernando Seabra como entrenador. El DT de 47 años se encuentra bajo su primera experiencia como entrenador, luego de una extensa trayectoria por las inferiores de Cruzeiro y Bragantino. Aunque no necesitó de tiempos de adaptación para construir una racha a la que Boca debe mirar con atención.

En todo lo que lleva disputado el Brasileirao y Copa Sudamericana, Cruzeiro todavía se mantiene invicto como local, ganando 10 y empatando un solo partido, siendo el mejor equipo de todo Brasil en esta faceta. En cambio, esa fortaleza que demuestra en su casa la pierde por completo al salir de ella: todas las derrotas que obtuvo en el año (seis) fueron bajo esta condición. ¿Lo curioso? El Xeneize sigue la misma línea y todavía desconoce el sabor a derrota en La Bombonera bajo el mando de Diego Martínez, mientras que fuera de La Boca muestra su lado más flojo.

Fernando Seabra, el DT que ilusiona a Cruzeiro. Foto: Captura XFernando Seabra, el DT que ilusiona a Cruzeiro. Foto: Captura X

Sin embargo, Boca puso fin a un karma que lo ilusiona: con su victoria a Independiente del Valle ganó un partido de una serie mano a mano después de casi cuatro años. Desde el 23 de diciembre de 2020, cuando venció 2-0 a Racing por los cuartos de final de la Libertadores, no ganaba un partido de eliminación directa. Un nuevo dato en los que de Martínez se impulsarán, junto al hecho de que esta vez podrán contar con sus refuerzos.

Una nueva batalla contra un histórico jugador

A la hora de recurrir a la historia, Boca se encuentra con una de cal y otra de arena frente al Cruzeiro: la última vez que se enfrentó al club de Belo Horizonte supo eliminarlo en los cuartos de final de la Copa Libertadores 2018 (global 3-1) y también le ganó la final de 1977, que significó la primera del palmarés xeneize. Además, lo supera en el historial, con cinco victorias contra cuatro derrotas, de un total de 12 enfrentamientos entre sí. Un cruce con pica de larga data.

No obstante, bajo los tres palos de los de Belo Horizonte se encuentra uno de los mayores enemigos a los que se midió Boca en los últimos años: Cassio, ídolo total de Corinthians, quien supo ser figura en la final de Libertadores para vencer a los de La Ribera en 2012 y contra quienes también fue héroe en la tanda de penales de octavos de final de 2022, en la recordada serie donde Darío Benedetto falló dos remates desde los doce pasos.

Cassio, un viejo enemigo ya conocido por los hinchas de Boca. Foto: Captura X.Cassio, un viejo enemigo ya conocido por los hinchas de Boca. Foto: Captura X.

El guardameta de 37 años abandonó el Timao y firmó con Cruzeiro en este mercado de pases. Ahora se enfrentará con Boca por cuarta vez en su carrera (fue eliminado en octavos de Libertadores 2013), aunque será la primera con la camiseta de otro club.

El Xeneize viene de tomarse una pequeña revancha con Independiente del Valle por aquella eliminación en semifinales de Libertadores en 2016. En octavos lo espera un nuevo fantasma del pasado en lo que puede ser una Copa Sudamericana para saldar viejas deudas, las mismas que Cruzeiro liquidó en su etapa negra y que ahora lo motivan a volver a imponer el respeto que alguna vez supo tener en el continente.



Fuente Clarin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *