El 29 de noviembre de 1995, Diego Armando Maradona tuvo un gesto que casi 30 años después, toma un poder simbólico que no esperaba: ese día, el Diez visitó la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y, con su sola presencia, bancó a la educación pública.
A pesar de no haber terminado el secundario, Maradona siempre bancó a los estudiantes. Hizo la primera en el Colegio Comercial de Avellaneda y no pudo terminar el secundario porque con apenas 15 años debutó en Argentinos Juniors. Una vez, le confesó a Daniel Arcucci su deseo por completar sus estudios: «Me gustaría terminar la secundaria para tener algo», decía el 10. «En esta sociedad de mierda hace falta tener un título. Nadie piensa que un médico tiene que manejar un taxi», decía.
En aquella ocasión, Diego se presentó en la UBA para bancar un reclamo de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), en medio de una puja por los recursos que destinaba el menemismo a las universidades.
Maradona llegó a Arquitectura con una camisa playera y un gorro de la FUBA: «Queremos reconocer al Maradona ‘social’, al que tantas veces enfrentó al poder constituido, al que pudo cumplir su sueño aunque provenía de los lugares más marginados«, dijo Fernando Moroni, quien en su momento era el presidente de la FUBA.
El evento fue cubierto por todo el periodismo. Y allí estaba Juan Di Natale en modo cronista para CQC, uno de los programas que molestaba al poder en la década del 90. El cronista le gritó desde las gradas a Diego y le tiró una pelota armada con un bollo de papel. Sabemos, el Diez se caracterizaba por hacer jueguitos con cualquier tipo de objetos.
Cuando el esférico llegó a su mesa, Maradona no dudó en agarrarla y dio un paso al frente para que lo tomaran las cámaras y los presentes pudieran verlo haciendo sus malabares ella. Después de mostrar lo suyo, pateó la pelota devuelta hacia las gradas.
«Caiga Quien Caiga» lo interceptó a Diego cuando se retiraba para agradecerle por haber jugado con la pelota que ellos le armaron: «Al contrario, maestro. Fue una de las mejores pelotas del mundo esa«, respondió el Diez, de gran humor tras haber pasado por la Universidad».
En 1995, Maradona visitó la UBA, en un homenaje que le organizó la Federación Universitaria de Buenos Aires.
Ese día, como siempre, el Diego dio cátedra. pic.twitter.com/n8kf3zJvSd
— Universidad de Buenos Aires (@UBARectorado) November 26, 2020
A pesar de no haber avanzado en sus estudios, Diego siempre tuvo una gran conexión con los intelectuales. En 1994, Ernesto Sábato le dedicó una carta tras quedar afuera del Mundial de USA: «Los suyo no es simple habilidad corporal. Un gran campeón como usted es la mejor prueba: se necesita talento, inspiración, rapidez mental…».
Lo cierto es que Diego siempre tuvo una gran relación con las casas de estudio y la educación pública. La Universidad Nacional de la Plata inauguró un auditorio a su nombre. Y en noviembre del año pasado, la escuela secundaria 67 de Mar del Plata se llama Diego Armando Maradona.
También es objeto de estudio. A fines de 2022, los alumnos de la Escuela Primaria N° 33 encararon un proyecto «Armando a Maradona» donde se debatía sobre la vida del 10. Y el día de su funeral, la Ctera asistió con una bandera para agradecerle por su compromiso.
Unos días antes de pasar por la UBA, el 6 de noviembre de 1995, Maradona había sido reconocido por la universidad de Oxford, en Inglaterra. Dos agrupaciones de estudiantes de la casa de estudios británica lo nombraron «maestro inspirador de los estudiantes soñadores».
Diego aprovechó para bajar línea en el centro de la aristocracia ubicada en el condado de Oxfordshire. Apuntó contra el negocio del fútbol, pidió que se respetara la voluntad de los jugadores y que no lso hicieran jugar bajo altas temperaturas. Después, aceptó el desafío cuando le tiraron una pelota de golf: «Esto se hace con zapatillas», aclaró, Diego, que a diferencia de su visita a la UBA vestía formal. A pesar de eso, hiza picar una pelotita de golf contra el piso y arrancó. Uno, dos, tres, diez jueguitos y los estudiantes explotaron en un aplauso. En pleno Londres, el Diez aprovechó para pedir que se respetara al futbolista y se revieran los
El día que Maradona bancó a los jubilados en medio de una manifestación
El 14 de octubre de 1992, Maradona se topó con una marcha de jubilados cuando asistió a declarar a los Tribunales. Un año, Diego había sido detenido en Caballito y cuando se presentó a para cumplir con la justicia se topó con una de las clásicas manifestaciones que reunía a los abuelos en reclamo de sus jubilaciones durante la presidencia de Menem.
Al salir de Tribunales, el futbolista se encontró con un tumulto de gente y jubilados que ocupaban las calles. En el medio de la vorágine, a Maradona le robaron la gorra. Fiel a su personalidad, Diego ubicó al ladrón, le pegó un cabezazo y terminaron a las piñas. La escena fue capturada por un periodista que no tardó en acercar su micrófono a la boca de Maradona.
«¿Por qué estás enojado, Diego», le preguntó un periodista: «Porque el estúpido éste dice que yo no grito por los jubilados. A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza«.
Ese día quedó registrada una de las frases más icónicas del Diego: “Me duele más que a vos, mirá si no voy a bancar a los jubilados. Mirá este tarado. Yo defiendo a los jubilados, cómo no los voy a defender. Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”.
Como siempre, Diego fue a fondo, sin medias tintas. Como cuando defendía a las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, ese día se plantó a favor de los jubilados. Como lo hizo hace casi treinta años cuando asistió a la UBA con los docentes y la educación pública.