Un Pierre de Coubertin virtual, que da la bienvenida y le explica al visitante los valores del espíritu olímpico, es la puerta de entrada al renovado Museo Olímpico Argentino, que se reinauguró a poco más de dos meses para París 2024 y en el marco del 100° aniversario de la participación de la primera delegación albiceleste en unos Juegos, que fue en la cita de la capital francesa de 1924.
El Comité Olímpico Argentino, que cumplió cien años el pasado 31 de diciembre de 1923, extendió los festejos de su centenario y remodeló el museo ‘Antonio Rodríguez’ -en recuerdo al ya fallecido ex pentatleta y dirigente deportivo que, entre otros cargos, fue secretario general de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa)- para «hacer visible el legado» del deporte celeste y blanco, especialmente pensando en las nuevas generaciones.
«Es nuestra responsabilidad mostrar ese camino que todos recorrieron. Este es un sueño que viene de hace muchísimo tiempo», aseguró Alicia Masoni de Morea, vicepresidenta del COA e impulsora del proyecto de reconstrucción del museo, inaugurado en octubre de 2003.
El hall de ingreso a la sede del Comité en el barrio porteño de Recoleta ya comienza a contar la historia, ya que allí se despliegan los posters de cada uno de los Juegos de Verano y de Invierno.
La exposición la abre el mismísimo Pierre de Coubertin en uno de los dos salones dedicados a la historia de los Juegos Olímpicos. Desde las medallas y las mascotas de cada edición en la que hubo participación argentina, pasando por una maqueta del santuario de Olimpia, sede de los Juegos de la antigüedad, hasta varias de las antorchas que llevaron el fuego olímpico -incluida las de Tokio 2020 y Río 2016, las últimas citas, y la de los Juegos de la Juventud de Buenos Aires 2018-, cada rincón es una porción de historia.
También hay sectores reservados para material fotográfico de los I Juegos Panamericanos realizados en Buenos Aires, del paso de la antorcha olímpica por la ciudad el 11 de abril de 2008 y de la inauguración de la cita de la juventud en el Obelisco hace seis años. Y una enorme pantalla en la que se proyecta un compilado de la rica historia olímpica argentina con nuevas imágenes desde su primera participación en 1924.
La siguiente habitación está dedicada a la participación argentina, no sólo a nivel olímpico, sino también en otras competencias como los Juegos Suramericanos o los Panamericanos. Y frente al panel que recorre cada delegación y las medallas conseguidas, una serie de pantallas permite navegar en la historia.
«Acá podemos reflejar los 100 años de olimpismo argentino con la historia de todos los Panamericanos, los Olímpicos, los Sudamericanos en los que hemos participado con nuestros atletas. Hay fotos de nuestros deportistas, medallas y un montón de recuerdos que permiten revivir la historia del olimpismo argentino. Este espacio tiene un valor histórico e institucional muy fuerte», aseguró Mario Moccia, presidente del COA.
Un taco de polo del equipo que ganó el oro en París 1924, los primeros que contaron con una delegación de Argentina y en un deporte que, años después, desaparecería del programa olímpico; los guantes de Oscar Casanovas, campeón olímpico de boxeo en Berlín 1936; o una pelota de Los Pumas 7’s, bronce en Tokio 2020, son algunos de los recuerdos que pueden verse en las vitrinas del cuarto salón.
Muñecos de México 1968 o jarras de cerveza de Moscú 1980, recortes de diarios, fotos e innumerables souvenirs deportivos inundan el recorrido, que concluye en una modernizada Biblioteca Olímpica, en la que se atesoran libros, platos, plaquetas, pines, mascotas y otros diversos elementos sobre el evento deportivo más importante del mundo.
A la enorme cantidad de recuerdos que ya tenían su lugar en esas vitrinas llenas de historia, se sumó el día de la inauguración uno más. Porque Cecilia Carranza, oro olímpico en la clase Nacra 17 del yachting en Río 2016 junto a Santiago Lange y abanderada con su compañero en la ceremonia inaugural de Tokio 2020, donó una lycra de competición que utilizó durante los Juegos japoneses, en la que además estampó su autógrafo.
«Me pareció un lindo gesto que puedan incluirla en el museo. Este lugar pone en valor personas que transmiten valores y eso es el deporte: transmitir valores», reflexionó la rosarina, quien se retiró a principios de este año.
«Acá está representado todo lo que los deportistas hacen para poder lograr los resultados que obtienen para nuestro país. Acá están expresados el esfuerzo y la perseverancia que los deportistas hicieron a lo largo de la historia del deporte argentino», agregó.
Carranza no fue la única atleta argentina presente en la reinauguración. También estuvieron el taekwondista Lucas Guzmán, clasificado a París 2024; Belén Pérez Maurice y Vanina Sánchez Berón, varias veces olímpicas en esgrima y taekwondo, y el campeón olímpico de ciclismo Walter Pérez y la ex remera Julia Garisoain, hoy integrantes de la Mesa Directiva del COA. Todo ellos pusieron su granito de arena en ese museo que forma parte del legado del deporte celeste y blanco.
Más imágenes del renovado Museo
Para visitar el Museo Olímpico Argentino y consultas sobre la Biblioteca Olímpica, hay que contactarse al siguiente mail: martin.rodriguez@coarg.org.ar