Hay historias en los Juegos Olímpicos que si se cuentan en reuniones de amigos, nadie las creería por inverosímiles. Pues bien, una de ellas tiene de protagonista a la afgana Manizah Talash, quien este viernes fue descalificada por mostrar una capa que decía: “Liberen a las mujeres afganas” antes de una competencia. Es cuestión de entender por qué iba a pasar y pasó esto.

En junio pasado, Talash dio una conferencia de prensa en Madrid, donde está afincada como refugiada, porque la joven de 21 años escapó de Afganistán cuando los talibanes tomaron el poder e impusieron sus leyes para las cuales las mujeres son un objeto y no deben participar de la vida social. Menos mostrarse en actividades deportivas. Ni estudiar, claro.

“Las chicas que ahora están en Afganistán no pueden hacer nada, no pueden estudiar, salir de casa, escuchar música, bailar… Yo estoy aquí para poder contar cómo están mis chicas en Afganistán. Quiero hacer algo para ellas”, había avisado en la sede del Comité Olímpico Español.

Talash es una de la 37 integrantes del Equipo Olímpico de Refugiados, impuesto por el Comité Olímpico Internacional y que compite en los Juegos Olímpicos desde Río de Janeiro 2016. En París hay atletas refugiados en 12 deportes.

El breaking comenzó ayer en la Plaza de la Concordia y allí Talash tuvo su “batalla” preclasificatoria contra India, de Países Bajos. Lo que ocurrió fue lo había comentado en Madrid: la joven salió con una capa azul que en letras blancas decía: “Liberen a las mujeres afganas”. Apenas se vio esto se supo lo que vendría: la descalificaron.

La hipocresía del COI es tal que pretende disociar la política del deporte, como si la política no atravesara la vida de cualquiera y como si el deporte estuviera exento de decisiones políticas que lo atraviesan, tanto para hacerlo progresar como para jugarle en contra.

La regla 50 de la Carta Olímpica establece que “no se permite ningún tipo de manifestación o propaganda política, religiosa o racial en ninguno de los emplazamientos, sedes u otras zonas olímpicas”.

A Talash no le importó y cumplió su cometido. El mensaje se mostró en el mayor evento deportivo y fue registrado en vivo. “Quería mostrar a la gente lo que es posible”, declaró. Lo logró Manizah, a pesar los hipócritas.



Fuente Clarin

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