Siete goles, tres palos y un gol anulado, pero sobre todo la sensación de que Hansi Flick dio en la tecla para construir una goleada y elaborar un fútbol que hacía mucho que no alcanzaba Barcelona, que construyó un superlativo 7-0 ante Valladolid para seguir arriba en la tabla de LaLiga de España en solitario y demostrar que continúa con su particular flow. Cuatro jugados, cuatro ganados, doce puntos de doce y trece goles a favor y apenas tres en contra hablan a las claras de la dulce realidad que vive el club catalán en este arranque de temporada.

Y es que todo funcionó a la perfección en el Barça. En ataque y en defensa, en lo colectivo y en lo individual. El faro fue a veces Dani Olmo y otras Lamine Yamal, pero el que lució sobre todo en Montjuic fue Raphinha, autor de un triplete, el primero de su carrera profesional.

Tres goles, dos balones al palo y un tanto anulado. Ese fue el demoledor balance del Barcelona en una primera mitad en la que funcionó como un reloj. Todas las piezas sincronizadas para un fútbol efectivo y efectista, coral, con juego por las bandas y pases filtrados, algo que hace mucho no se veía por aquí.

Sin Marc Bernal, que estará muchos meses de baja por una grave lesión, Flick apostó por Marc Casadó en el mediocentro y respecto al once ante el Rayo estaba cantado que Dani Olmo sería titular.

La otra novedad fue Alejandro Balde por la izquierda. Pedri, tocado ante Rayo Vallecano, también jugó de arranque. Pero, a pesar de que los focos podrían centrarse en Lamine Yamal, en Lewandowski o en Olmo, el protagonista fue Raphinha, un estajanovista del fútbol, muchas veces criticado por el barcelonismo, pero que hoy, como pasó en Valencia, o en Vallecas, volvió a ser diferencial.

Suyo fue el 1-0, después de jugar con maestría al espacio. El pase de Cubarsí fue fantástico y el brasileño realizó un gran control orientado con el pecho y remató cruzado ante la salida de Hein en el minuto 20.

Pero en ese lapso pasaron muchas cosas más. Se vio cómo conectaba Olmo con todo el frente de ataque y también la facilidad que tiene para rematar y combinar. De hecho, estrelló un disparo al palo en el minuto 4, tras un pase de Lewandowski; y en el nueve marcó tras un gran remate de Raphinha rechazado por el arquero. Sin embargo, estaba en fuera de juego cuando remató.

Basó su juego el Barça en el desborde de Lamine por la derecha, la movilidad de Raphinha, la capacidad de mezclar de Olmo y la genialidad de Pedri, siempre atento para filtrar pases.

El 2-0 llegó en el minuto 24, con un gran pase de Lamine sobre Lewandowski y un control aun mejor del polaco, que bajó el balón y remató con la izquierda. El Barça, sin descomponerse, apenas permitía algún ataque del Valladolid, que se veía obligado a jugar muy cerca de Hein.

Después de otro remate de Olmo al palo en el minuto 41, esta vez tras demostrar que es capaz de armar su pierna en décimas de segundo, llegó el 3-0 a la salida de un saque de esquina lanzado por Raphinha y que Kounde remató a un ángulo en el descuento del primer tiempo.

Siguió fluyendo el Barça en el inicio del segundo tiempo. En el primer cuarto de hora se apuntó al showtime, con acciones en las que brillaron Olmo, Lewandowski, Raphinha y Lamine, el póker de delanteros. El polaco incluso volvió a reventar al palo en el 57 tras una asistencia de taco de Lamine.

Hasta que llegó Raphinha en a los 19 para resolver un lío en el área y anotar el 4-0, pero no se conformó el Barça con esto. Aumentó su presencia en el área rival y mostró su gran físico, el que le ha llevado a remontar dos de los tres partidos en las segundas partes en este torneo.

El brasileño, el mejor este sábado, fue el protagonista del 5-0, en otra maravillosa acción de Lamine Yamal, que condujo desde la frontal de su área, puso la aceleración y la pausa para filtrar un pase. Raphinha definió con calidad por debajo de las piernas de Hein a los 27.

Y no dejó de apretar en una tarde redonda. Dani Olmo firmó el 6-0 en a los 37 en una acción en la que demostró todo de lo que es capaz, con temple y calidad, y Ferrán Torres cerró el marcador tras una asistencia de Raphinha a cinco del final. El brasileño se llevó el balón a casa, Flick escuchó el calor de la tribuna y salió ovacionado. El Barça funciona.



Fuente Clarin

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