Sorprendió a propios y extraños Novak Djokovic en el Abierto de Australia cuando, apenas culminado el triunfo sobre Jiri Lehecka que lo depositó en un esperado duelo de cuartos de final contra Carlos Alcaraz, evitó responder preguntas de Jim Courier en el mismísimo court central del Melbourne Park. El serbio tomó el micrófono de manos del ex N°1 del mundo y, lacónico, soltó: «Muchas gracias por estar acá. Aprecio su presencia y su apoyo. Y los veo en la próxima ronda. Gracias». Así, sin morisquetas, dejó la cancha y nadie entendía bien qué había sucedido. Más tarde, en la conferencia de prensa, llegó la aclaración. Y el primer capítulo de otro escándalo con Nole en el centro de la escena en el Grand Slam oceánico.
«Me gustaría aclarar la razón por la que no se realizó la nota en la cancha… hace un par de días, el famoso periodista deportivo que trabaja para la emisora oficial Nine aquí en Australia se burló de los fanáticos serbios y también hizo comentarios insultantes y ofensivos hacia mí. Y desde entonces decidió no emitir ninguna disculpa pública, al igual que Nine», arrancó Djokovic.
Y siguió: «Como son emisoras oficiales, decidí no dar entrevistas para Channel Nine. No tengo nada en contra de Jim Courier o el público australiano. Es desafortunado, elegí decir algo a la multitud, pero obviamente no era el momento ni la situación para explicar lo que estoy haciendo ahora. Dejo que Nine maneje esto como crea conveniente».
Firme como cuando juega un partido decisivo, el serbio avisó que mantendrá esa postura hasta que reciba una disculpa pública. De hecho, reveló que habló con Craig Tiley, director del torneo, y que le explicó que aceptará las consecuencias de la decisión que tomó.
«Le dije a Tiley que si quieren multarme por no dar una entrevista en la cancha, no hay problema. Lo aceptaré porque siento que es algo que se debe hacer. Eso es todo lo que hay que hacer», soltó.