Aston Villa la pasaba mal en su visita al Molineux Stadium, la casa del Wolverhampton, al oeste de Inglaterra. La historia había comenzado torcida: a los 12 minutos, Emiliano Dibu Martínez, creyó que Jean Bellegarde le iba a cruzar el remate pero el francés eligió pegarle fuerte al primer palo y marcar el 1-0 que encendió al público local.

Se recuperó el Dibu pero no el Aston Villa de Unai Emery, quizá pagando caro el desgaste del miércoles pasado, cuando fue parte de la histórica jornada de Champions League en la que concretó su pasaje a los octavos de final superando a gigantes como Manchester City, Real Madrid y Bayern Múnich, que deberán jugar una serie previa de playoffs.

Con descuidos defensivos y fallas de manejo a la hora de trasladar la pelota, la última línea de los Villanos fue una invitación a los ataques de los de camiseta naranja, lanzados siempre en ataque con la mira en el Dibu.

En una de ellas, el argentino recreó la mítica atajada sobre Kolo Muani en la final del Mundial de Qatar. En este caso fue el brasileño Matheus Cunha quien tuvo la chance de superar al arquero, en un mano a mano inmejorable.

Dibu cumplió su ritual, repiquteó antes de la definición y adivinó el palo que eligió el brasileño ex Manchester City, en lo que fue un penal en movimiento aunque algo afectado por la presión de un defensor que alcanzó a cruzar.

Sobre el final del primer tiempo, Dibu volvió a atajar una díficil sobre la derecha, en medio de un desconcierto total para los Villanos, que marchan octavos en la Premier y necesitan sumar para no perderse las copas internacionales del próximo año.



Fuente Clarin

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