La odisea de Gustavo Verón y Andrés Haupt tuvo un final feliz. Los entrenadores argentinos que estaban detenidos desde hacía tres meses en Venezuela, recuperaron este martes su libertad. Habían quedado encarcelados después de verse envueltos en una gresca tras un partido de fútbol amistoso entre divisiones inferiores de Deportivo La Guaira, el equipo al que llegaron el año pasado para seguir su carrera deportiva.
El abogado de los argentinos, Matías Morla, agradeció el esfuerzo de su colega venezolana Rosa García y agregó: “Nosotros confiábamos en la ecuanimidad de la Justicia de Venezuela. Desde el estudio hablamos con todos los organismos internacionales y teníamos el compromiso de Cancillería de que todo iba a salir bien. Solo teníamos que respetar el proceso, los tiempos a veces de la Justicia y sobre todo en el extranjero no son los que uno desea. Pero lo importante es que todos logramos que Gustavo y Andrés recuperen la libertad”.
Los argentinos se presentaron a la última audiencia ante la Fiscalía que los juzgaba por los cargos de “lesiones gravísimas e incitación al odio”. Pero después de tres largos meses la denuncia fue retirada y ahora deberán comparecer en la Policía dentro de 15 días pero por el simple trámite burocrático.
La idea de los entrenadores argentinos, que hoy pudieron reencontrarse con sus familiares, es retornar a la Argentina. “La Justicia venezolana actuó con prudencia, responsabilidad y al fin logramos lo que todos esperábamos. Los chicos son personas de bien, jamás tuvieron un problema y hoy obtuvieron su merecida libertad y podrán encontrarse con sus familia. Hoy se terminó el calvario que les tocó vivir”, indicó Morla.
El caso de los entrenadores argentinos
Andrés Haupt y Gustavo Verón llegaron ilusionados a Venezuela desde Argentina, el año pasado, luego de aceptar la oferta que les permitía comenzar un nuevo proyecto en las divisiones inferiores del club Deportivo La Guaira. Sin embargo, la alegría duró casi nada. Es que a los pocos meses su vida dio un vuelco de 180 grados y se transformó en un completo calvario. Es que nunca pensaron que en lo que aparentaba ser un simple amistoso contra la Universidad Central de Venezuela (UCV), una «riña típica de un partido» que se produjo en el mediocampo, les causaría pasar tres meses privados de su libertad.
Poco menos de un semestre duró el proyecto de los entrenadores argentinos en Venezuela. Asumieron en agosto de 2023, Andrés bajo el rol de coordinador metodológico y Gustavo como coordinador general, con la misión de «apostar por el desarrollo de categorías formativas». No obstante, el pasado 27 de febrero debieron ponerle -por ahora- un punto final a su trabajo y vida personal de manera abrupta. Todo ocurrió como consecuencia de la gresca generada en un amistoso contra la UCV, club al que se señala de tener relación con el presidente venezolano Nicolás Maduro.
La tensa situación cuenta con material multimedia que lo respalda, aunque no en su totalidad, ya que el video finaliza en el momento donde comienzan a lanzarse los primeros golpes entre más de 20 personas, donde estarían involucrados los dos argentinos. Ambos cuentan con el carnet profesional de entrenadores de la ATFA (Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino) y también poseen la licencia de Conmebol.
Tan solo un día más tarde de lo que parecía ser un simple conflicto que quedó en la cancha, los dos DT recibieron la noticia menos esperada. Andrés fue detenido mientras se encontraba en su domicilio y Gustavo quedó privado de su libertad luego de acatar la orden que se le dio de presentarse a declarar en comisaría.
Ambos fueron acusados de «lesiones» e «incitación al odio» por José Alexander Gelvez Monterrey, hermano del vicepresidente de la UCV, quien aseguraba haber recibido golpes de parte de los técnicos argentinos durante la tangana.