del Pintita que deslumbraba con su juego y sufría con sus lesiones al DT protagonista que debe encarrilar a Boca

La primera vez que Fernando Rubén Gago habló para un medio nacional fue el 14 de diciembre de 1999 en el suplemento de Boca que publicaba el diario deportivo Olé. El periodista Alexis Szewczyk reunió a seis jugadores de las infantiles que dirigía Rubén Maddoni, uno categoría 84 (Federico Arce), dos 86 (Leandro Díaz y Gago), dos 87 (Damián Fernández y Lucas Viatri) y uno 88 (Ricardo Álvarez, actual manager de Vélez).

Los chicos de la 86 y 87 habían sido campeones, mientras que la 88 fue subcampeona. Ese era el motivo de la nota titulada “Aprendiendo a jugar (y ganar)”. Gago, al que ya le decían Pintita porque fue un apodo que le puso Maddoni en el Club Parque porque se la pasaba haciendo firuletes, ya sabía lo que significaba jugar en Boca: “Todos quieren ganar. Te juegan a muerte. Yo trato de seguir divirtiéndome, pero la verdad es que ahora la presión es distinta. Para el rival y también para aquellos que nos ponemos esta camiseta. Boca es un grande en serio y eso influye”. Tenía apenas 13 años y hacía tres que ya estaba en club.

“Me hace acordar a Diego Markic. Tiene una capacidad técnica increíble, mucho quite y muy aplicado para recuperar la pelota y darla bien”, lo describió Maddoni entonces. De infantiles a juveniles, aunque en Novena y Octava División no era titular y tampoco jugaba mucho. Por eso, en Séptima estuvo a punto de pedir el pase libre, hasta que un compañero se lesionó los meniscos y en un torneo en Mar del Plata tuvo la chance de ser titular. No salió más. Enseguida lo convocaron para las selecciones juveniles, pasó de Séptima a Quinta y de ahí a la Reserva.

En diciembre de 2003 fue elegido el mejor jugador de las inferiores de Boca y un año después llegó el gran debut en Primera, el 5 de diciembre de 2004, en el triunfo por 1-0 ante Quilmes en el estadio Centenario. El técnico era el Chino Jorge Benítez, quien puso a los pibes porque los grandes estaban definiendo la Copa Sudamericana. Para Clarín, fue la figura del partido con 7. “Fernando Gago, un 5 con clase que terminó siendo figura”, escribió Miguel Bossio. “Estuve tranquilo y traté de hacer todo siempre. Creo que las cosas me salieron bastante bien”, contó tras su estreno.

Con la llegada de Alfio Basile en 2005 se afianzó como el cinco titular del equipo, relegando a Raúl Cascini, hoy en el Consejo de Fútbol. En la primera entrevista con Clarín, el 28 de marzo de 2005, Gago, a sus 19 años, decía: “Desde las inferiores trabajo para estar arriba. Siempre tuve como meta pelear por un puesto en la Primera de Boca. Y ahora se me dio todo muy rápido: el debut con Quilmes, los partidos de verano, el Clausura, la confianza del técnico para ser titular… Pero hay que seguir demostrando”.

Con la conducción del Coco, Boca ganó cinco títulos consecutivos con una participación clave de Gago en el mecanismo del equipo: Apertura, Recopa y Sudamericana 2005, Clausura y Recopa 2006. También en 2005 se destacó en el Sub 20 que se coronó campeón del mundo en Países Bajos, de la mano de Lionel Messi. Ese gran presente lo catapultó sin escalas al Real Madrid, una transferencia que se hizo en 27 millones de dólares, una de las más altas de la historia hasta ese momento.

La figura del volante nacido en Ciudadela el 10 de abril de 1986 está asociada a las lesiones, 24 en total en toda su carrera. Sin embargo, en su primera etapa en Boca, en la que jugó 81 partidos y marcó un gol (a Vélez), no tuvo ninguna. La primera grave fue en Real Madrid en 2008.

En el Merengue jugó hasta 2011, luego pasó por Roma (2011/12), Valencia (2012) y Vélez (2013). A mediados de 2013 regresó a Boca y en esa temporada compartió nueve partidos con Juan Román Riquelme, ahora presidente del club, que lo fue a buscar tras la renuncia de Diego Martínez.

En su segunda etapa en el club, ganó otros cuatro títulos, tres de liga (2015, 2016/17 y 2017/18) y uno de copa (Copa Argentina 2015). Sin embargo, lo persiguieron las lesiones. Primero, tres desgarros musculares en 2013 que lo marginaron casi tres meses en total. En abril de 2014, una distensión de ligamento en la rodilla izquierda (51 días afuera), en agosto un desgarro muscular y en noviembre, problemas en los aductores. Desde 2015, una grave cada año: rotura del tendón de Aquiles en septiembre de 2015, lo mismo en abril de 2016, rotura del ligamento cruzado en octubre de 2017 y un desgarro muscular en julio de 2018

El último partido con la camiseta azul y oro es un recuerdo triste para los hinchas de Boca pero especialmente para él: en la final en el Santiago Bernabéu, el 9 de diciembre de 2018. Gago ingresó faltando un minuto por Pablo Pérez y a los 11 minutos del segundo tiempo suplementario se retiró lesionado porque se rompió por tercera vez el tendón de Aquiles. En su segunda etapa, completó 118 partidos y convirtió 7 goles, para totalizar 199 encuentros, 8 goles y 9 títulos.

Más allá de las lesiones que lo persiguieron durante su carrera, Gago fue un jugador extraordinario que lo acompañaron los éxitos en cada uno de los clubes que jugó y también en las selecciones. Pintita fue campeón mundial Sub 20 en Países Bajos 2005, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y subcampeón del mundo en Brasil 2014. Además de los nueve títulos con Boca, sumó cuatro en el Real Madrid y uno con Vélez. Ahora casi seis años después y a sus 38 años, vuelve a su casa en su versión entrenador.

Gago comenzó su carrera de entrenador en Aldosivi de Mar del Plata en enero de 2021. Tras su última lesión en Vélez, un estiramiento con lesión parcial de la plástica de la rodilla derecha en enero de 2020, regresó en octubre para jugar dos partidos de Sudamericana ante Peñarol y disputar su último encuentro el 8 de noviembre ante Gimnasia (45 minutos).

“Ahora me encuentro sin problemas físicos, cumplí los objetivos que me propuse y por eso decido dar un paso al costado, sintiendo la felicidad de dejar el fútbol a mi manera, por decisión mía, en el momento indicado”, escribió tres días después en su cuenta de Instagram. ““El fútbol es mi pasión y lo seguirá siendo siempre. Gracias por el apoyo y el cariño. Un abrazo para todos”, concluyó.

No tuvo un buen arranque en aquella Copa de la Liga Profesional 2021 con el Tiburón. De los 13 partidos, ganó 3, empató 2 y perdió 8. Tampoco fue bueno el final en la Liga Profesional 2021, ya que se alejó después de la fecha 13 luego de seis derrotas seguidas. Pero en esos primeros 26 encuentros en Aldosivi (7 triunfos, 3 empates y 16 derrotas), dejó plasmada su idea futbolística: protagonismo, posesión del balón, recuperación rápida, presión alta y agresiva.

Todo eso lo pudo poner en práctica con mayor efectividad en Racing, su segundo equipo, en el que se mantuvo durante casi dos años (desde octubre de 2021 hasta septiembre de 2023) y ganó dos títulos, el Trofeo de Campeones 2022 y la Supercopa Internacional 2022, disputada en enero de 2023 en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos. Ambas finales fueron contra Boca y la Academia accedió a la primera de las dos como campeón sino por haber sido subcampeón de uno de los torneos del año y luego de eliminar a Tigre en una especie de semifinal del Trofeo de Campeones.

De su paso por Racing tiene la mayor efectividad como entrenador: 58%, producto de 53 triunfos, 30 empates y 26 derrotas en 109 partidos. Mucho más que el 31% logrado con Aldosivi.

Dos meses después, en diciembre de 2023, firmó con Chivas de Guadalajara, su primera experiencia internacional. En lo que va del 2024, disputó 37 encuentros, ganó 17, empató 11 y perdió 9 (56%). En el torneo Clausura (el primero del año), llegó hasta semifinales y fue eliminado por América, que también lo dejó afuera en octavos de final de la Concacaf Champions Cup. Ahora, en el torneo Apertura, está octavo. Este sábado jugará el clásico con Atlas, en lo que será, de no mediar sorpresas, su despedida del club mexicano.