A veces los planetas se alinean y esta semana parece ser que las hadas del destino tocaron con su varita a Luca Nardi, el joven tenista italiano de apenas 20 años que este lunes jugará por la tercera ronda del Masters 1000 de Indian Wells contra el número uno del mundo y su más grande ídolo, Novak Djokovic.

Nardi, 123° del ranking de la ATP y sin actividad en el circuito mayor en este 2024 -había jugado qualys sin demasiada fortuna y tres challengers-, había perdido en la última ronda de la clasificación del torneo que se juega en el desierto californiano frente al experimentadísimo belga David Goffin.

Sin embargo, la aventura de este fanático del Napoli y del reggaetonero Ozuna estaba lejos de agotarse en el desierto de California. Su intuición fue lo que lo hizo no armar las valijas rápido y lo imposible se hizo posible. «No estaba pensando en quedarme. Solo me quedé porque existía la mínima chance de entrar y pasó. Mi mente ya estaba en el próximo torneo», reconoció en declaraciones al sitio oficial del ATP Tour.

¿Qué pasó? La segunda vida para Nardi en Indian Wells llegó gracias a que el argentino Tomás Martín Etcheverry se bajó del torneo, aún resentido de la lesión que lo sacó del ATP 250 de Buenos Aires. Cuadro principal y segunda ronda asegurada, ya que el platense estaba preclasificado. Bingo.

Entonces apareció el tenis. El sábado, en su inesperado estreno en el primer Masters 1000 de la temporada, le ganó al chino Zhang Zhizhen por 6-3, 3-6, 6-3 y se ganó el derecho de jugar contra Djokovic, el ídolo al que admiraba desde chiquitito.

Sí, en la habitación de su casa de Pesaro, donde vivía con su papá Darío, escribano de profesión, su mamá, Raffaela, y sus hermanos Niccolo y Julia, el pequeño Luca tenía un póster de Nole. Ojo, también tenía otro de Roger Federer…

«Creo que es la mejor experiencia que un chico como yo puede vivir, especialmente para alguien tan joven como yo», cuenta Nardi sobre lo que significará su cruce con el máximo ganador histórico de torneos de Grand Slam.

Nardi empuñó la raqueta por primera vez a los siete años junto a Niccolo, por entonces de 14, en un club de Pesaro, su ciudad natal, y comenzó su carrera profesional a los 16. Cuatro años más tarde vivirá el momento que siempre soñó.

Fanático también de su coterráneo Valentino Rossi, el prócer italiano del Moto GP que también nació en Pessaro, cuenta que pasó de ser extremadamente tímido y de tener a su mamá al lado de la red a querer entretener a quienes miran sus partidos. «Cuando estoy en la cancha, me gusta jugar muy agresivamente y puede que eso sea entretenido para el público. No me gusta ser aburrido en la cancha«, avisó.

Será su segundo partido contra un top ten. Hace dos años enfrentó a Stefanos Tsitsipas en el ATP 500 de Astana, en Kazajistán, e hizo trabajar al griego que necesitó dos tie breaks para avanzar a los cuartos de final. «Aprendí que con un jugador de ese nivel, no puedo perder ningún punto sin estar concentrado. Tengo que concentrarme en cada punto, en cada tiro que hago«, resumió este chico que el año pasado jugó las Finales ATP de la Next Gen en Jeddah, Arabia Saudita, donde perdió dos partidos y ganó uno sin poder avanzar a las semifinales.

Este lunes, a las 22 de la Argentina -seguramente será un poco más tarde-, Nardi verá hacerse realidad su mayor sueño «Estar acá, jugar en un estadio así frente a este público y frente al número uno del mundo, es realmente increíble para mí«, cerró.



Fuente Clarin

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