La muerte de Humberto ‘Bocha’ Maschio generó un dolor grande en Racing, por su recuerdo y el mote de leyenda que adquirió a partir de sus múltiples campeonatos, pero también generó dolor en Independiente, con el que también consiguió logros importantes como DT e hizo debutar a un ídolo como Ricardo Enrique Bochini. Entre otros hitos entre ambos clubes de Avellaneda, Maschio se convirtió en el primer futbolista de la historia en ganar la Copa Libertadores como jugador y como entrenador.

Se había destacado en la Fiorentina, durante el 64 y 65, pero su relación con la dirigencia del club italiano no era la mejor y vislumbró la posibilidad de volver a la Argentina. Y esta creció cuando Juan José Pizzuti fue llamado, casi de emergencia, para tomar un Racing en crisis, que había terminado último en el campeonato de 1965. Pizzuti y Maschio eran amigos, se carteaban regularmente y el DT le pidió al presidente del club, Santiago Saccol, que gestionara el retorno del futbolista: lo consideraba fundamental para su proyecto. El tiempo le dio la razón, Humberto Dionisio Maschio fue un jugador clave en el más glorioso Racing de todos los tiempos. El memorable “Equipo de José”.

CLAIMA20140405_0148   Bien acompañado. Maschio vivió un lindo momento, ayer en la Legislatura.CLAIMA20140405_0148 Bien acompañado. Maschio vivió un lindo momento, ayer en la Legislatura.

Su período fue breve -apenas dos años- pero suficiente para quedar entre los que el propio Maschio consideró “uno de los mejores equipos argentinos de la historia”. Hasta aquel momento, sólo comparable “a la Máquina de River’ o ‘al Independiente de Erico”.

Pizzuti colocó a Maschio como un “11” innovador. Si hasta entonces esa función era para el wing izquierdo, bien de punta y con vocación de desborde, Maschio le agregó a esa colocación una upgrade como armador. Muchos lo llamaron “el cerebro” dentro de ese vendaval que era Racing -al ataque en cualquier cancha- y que algunos afirman que anticipó el estilo de la notable Holanda del 1974, la del “fútbol total”.

Cejas al arco (aunque en el campeonato local atajó mayormente Luis Carrizo); Martin, Perfumo, Basile y el Panadero Díaz en la defensa; Rulli y Mori en el medio, con Maschio y “Yaya” Rodríguez en el mediocampo y hacia adelante, y la profundidad de Martinoli como wing derecho y el “Chango” Cárdenas en el centro del ataque. También alternaban Chabay, Raffo, Cardoso.

Ese Racing, que venía casi del abismo, concretó un espectacular campeonato local en 1966, con una racha de 39 partidos invicto, un récord que recién superó el Boca de Bianchi casi cuatro décadas después. Ganó 24 partidos, empató 13 y recién cedió su invicto ante River, pero ya como campeón consagrado. Fue tan importante su logro, que luego tuvieron que pasar 35 años hasta que la Academia volviera al título local…

En la época dorada, con el Bocha Maschio y el Mariscal Perfumo / @LaPizzutiEn la época dorada, con el Bocha Maschio y el Mariscal Perfumo / @LaPizzuti

En 1967, Racing conquistó la Copa Libertadores, después de terribles batallas con Nacional de Montevideo (se definió 2-1 en el desempate en Santiago de Chile). “Pizzutti llevó 40 boxeadores amateurs, disfrazados de fotógrafos, para que nos cuidaran”, rememoró alguna vez el Bocha. Y fue el pasaporte a la final Intercontinental ante Celtic de Glasgow: el primer título de un equipo argentino en esa codiciada competencia. Celtic ganó como local 1-0, Racing se desquitó en Avellaneda 2-1 y el desempate, histórico, en el Centenario de Montevideo: 1-0 para los argentinos con el zapatazo de Cárdenas, el 4 de noviembre de 1967.

“El Equipo de José era netamente ofensivo y jugaba igual en todas lsa canchas. Fue un equipo revolucionario, utilizaba varias tácticas, era temible por los centros, combinaba jugadores jóvenes con otros de experiencia, y todos de fuerte personalidad. Y muy solidarios. También fue innovador en la preparación física”, recordó Maschio.

El primero en ganar la Libertadores como jugador y como DT

Solamente ocho futbolistas pudieron darse el gusto de ganar la Copa Libertadores primero como jugadores y luego como DT. Y fue justamente Humberto Dionisio Maschio el primero en lograrlo: figura del Racing que conquistó la Copa en 1967, seis años más tarde lo hizo como DT… de Independiente, su clásico rival. Era la época en la que el Rojo afirmaba su condición de “Rey de Copas”.

Roberto Ferreiro también fue campeón con Independiente, como jugador (1964-1965) y como DT (1972). Le siguió el uruguayo Luis Cubilla (campeón como jugador con Peñarol y Nacional, y como DT con Olimpia de Paraguay en 1979 y 1990). Su compatriota Juan Martín Mujica lo hizo con Nacional (jugador en 1971, DT en 1980). Y le siguieron tres argentinos: José Omar Pastoriza, Nery Pumpido y Marcelo Gallardo. A ellos se le sumó el brasileño Renato Gaucho (1983 y 2017, ambas con Gremio).



Fuente Clarin

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