Día soñado para José «El Maligno» Torres Gil en la Plaza Concordia de París tras obtener la primera medalla de oro para la Argentina en la disciplina BMX Freestyle en los Juegos Olímpicos de 2024. Poco después de asegurarse el primer puesto su equipo no dudó en bañarlo con agua helada para festejar la victoria en un día caluroso pero lleno de emociones.
Los festejos recién empiezan para el cordobés que obtuvo la impresionante marca de 94.82 puntos para consagrase campeón de este deporte adrenalínico y extremo. Y para ponerle la frutilla al postre, El Maligno pudo disfrutar de su victoria junto a su familia a través de una videollamada armada por la organización.
Desde Argentina, sus familiares, amigos y hasta su perro se juntaron para ver a José hacer historia en París. «¡Salimos campeones culiado!«, fue lo primero que le salió.
«¡Salimos vivos! Lo importante es que salimos vivos«, le exclamó el ganador a su familia a través de la pantalla que se instaló como novedad en Tokio 2020 cuando los atletas no podían contar con el apoyo de sus familiares y amigos en persona debido a la pandemia de COVID-19, y que sigue vigente en tierra francesa.
«Ma estamos vivos. Tenía mucho miedo de lesionarme«, le admitió a su madre con los brazos en la cabeza.
Entre toda la euforia que estalló en el predio, José les prometió volver a hablar con ellos luego de la ceremonia de premiación. «Ahora vuelvo con la medalla«, les dijo.
La emoción de de Amy, la mamá del Maligno
«Mi hijo es un crack», repite una y otra vez Amy, la madre de José «Maligno» Torres Gil, medallista de oro en BMX Freestyle, con una emoción capaz de percibir a pesar de que la comunicación sea telefónica. Todavía no termina de comprender el hito histórico que realizó su hijo en los Juegos Olímpicos de París.
El ciclista de 29 años, oriundo de Santa Cruz, Bolivia, pero radicado en Córdoba realizó una actuación estelar de 94.82 puntos que le valió para quedarse con la medalla dorada en BMX Freestyle y sumó la primera presea argentina al medallero de los Juegos.
De esta manera, consiguió una medalla dorada para la delegación de Argentina luego de ocho años, debido a que en Tokio 2020 ningún deporte salió campeón. El crack del BMX Freestyle retorna al país con el oro. Y la emoción de su familia por el logro obtenido no pasó desapercibida desde el primer momento.
«Sos un genio, Maligno. Me haces sentir rebozante el pecho de tan orgullo. Te lo merecés, tenés una humildad tan pero tan grande… gracias por esa medalla, pa. Bendiciones», fue el mensaje que su madre, en diálogo con TN, le envío a su hijo mientras aguardaba por colgarse el oro en su cuello.
Y dentro de la efusividad que se generó en torno a la figura de Maligno, Amy se dedicó a explicar la génesis del atleta que puso en lo más alto la bandera albiceleste. «Le decimos Maligno porque es un loco para montar. Tiene un hermano gemelo que también es un capo con la bici, pero tuvo que dejar por una hernia discal. Entonces, la forma de montar de Maligno es similar. También le dicen así porque es súper pesado para hacer bromas, esa es la razón principal ja, pero es más bueno que el pan», explicó.
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La emoción de la madre de José «Maligno» Torres, el argentino que ganó la primera medalla dorada en los Juegos Olímpicos
Y agregó: «Empezó a los 13 años con la bicicleta. A los 14 ya competía junto al hermano de forma profesional y a los 16, como en Argentina no había parques para entrenar de buena manera, pidieron ir a Europa. Allá aprendió muchísimo y siguió creciendo». Hoy en día, Maligno cuenta con un parque urbano a su nombre que fue creado por el gobierno de Córdoba para que pueda entrenar con normalidad.
Sin embargo, a pesar de hoy contar con 29 años y una carrera en auge, Amy todavía no es capaz de comprender el talento de José. «Yo no sé de dónde saca fuerzas, es como un hierro. Tiene la mitad del cuerpo quebrado, lleno de cirugías… siempre en todas las competencias a las que va, se lesiona. Lo he visto llorar tanto… pero él sigue y compite lesionado. Nadie se enteró que en los Juegos Panamericanos compitió lesionado en la rodilla y así y todo ganó la medalla», reveló la mujer, con un tono de voz resquebrajado a medida que progresaba la conversación.
En ella, continuó con los elogios: «Ayer hablé por última vez con él. Lo veo poco porque siempre está viajando o si está en casa se la pasa en el gimnasio o entrenando. Es muy profesional y comprometido con lo que hace, es un genio».
Y soltó al pasar el secreto que Maligno tenía preparado para ir en búsqueda de oro. «Él me dijo que los trucos se los guardaba para la final, no iba a mostrar todo hasta la final para así poder sorprender. Hoy hizo el 1080, que es la primera vez que lo hace entre todas las competencias en las que participó. El 1080, algo que ningún competidor hizo, consta de elevarse y girar tres veces en 360 grados».
Pero, haciendo valer su instinto materno, ni siquiera en medio de la alegría olímpica Amy se olvidó de la salud de su hijo. «Ahora cuando él llegue creo que se va a hacer una cirugía por tema respiratorios porque hasta los 13 años fue asmático y alérgico al pólen, entonces el calor y condiciones climáticas de París le cerró el pecho. Lo estuvieron medicando y nebulizando, pero es tan aguerrido que lo admiro muchísimo porque no sé de donde saca fuerzas para hacer las cosas. No baja los brazos», expresó con orgullo.
El ciclista de 29 años fue de menos a más, desde la fase clasificatoria a la final. En este último tramo que enfrentaba a los mejores, tuvo una performance que fue claramente superior a la de sus competidores. Esta medalla es un hecho histórico en la historia del deporte albiceleste y llegó en manos del oriundo de Santa Cruz, Bolivia, pero nacionalizado argentino.
Realizó acrobacias de una dificultad altísima y de una manera prácticamente perfecta. Además, a diferencia de gran parte de sus rivales, no sufrió ninguna caída, no tambaleó, ni tuvo algún desperfecto luego de aterrizar en sus trucos.