De Messi a Klimowicz, quiénes son los jugadores argentinos con más goles en las 5 grandes ligas europeas

El domingo 22 de diciembre pasado, en la goleada de Roma ante Parma por 5 a 0, Paulo Dybala convirtió dos goles, llegó a los 127 en la Serie A y quedó como el cuarto goleador argentino en la liga italiana, superando por dos al Pipita Gonzalo Higuaín. Este domingo 29, La Joya volvió a marcar en el 1-1 ante Milan y se alejó a 128. En la lista del top 15 aparecieron nombres ilustres para el fútbol argentino, como Enrique Omar Sívori, Diego Maradona y Gabriel Batistuta, entre otros.

La curiosidad despierta nuevas curiosidades. ¿Qué nombres aparecen en las otras grandes ligas europeas? Nadie tiene dudas que Lionel Andrés Messi es el máximo goleador de todos los tiempos en la liga española, pero quiénes rompieron más redes en Francia, Alemania e Inglaterra. ¿Hay algún argentino en lo más alto? ¿En qué países la cantidad de goles es menor comparada con las otras? En esta nota, repasamos algunas curiosidades de los goles argentinos en los torneos de Primera División (no se cuentan copas nacionales ni internacionales) de las cinco ligas más importantes de Europa.

En la tabla que el cordobés de Laguna Larga ahora está cuarto está liderada por Batistuta, Batigol, con 184 conquistas. Con esa cifra, está 13° en toda la historia de la Serie A.

Entre los 15 principales figuran los nombres de Sívori, Antonio Valentín Angelillo y Raimundo Orsi. En algunas recopilaciones, no los consideran argentinos. ¿Por qué?

Como la camada de los años 30, 40 y 50 llegaron como «oriundis», es decir, hijos de italianos, después de dos temporadas de contrato fueron considerados como propios. Por eso pudieron jugar también en la selección italiana. Sin embargo, en todos los casos, nacieron en Argentina, además de surgir futbolísticamente de equipos argentinos.

En este listado, entonces, Diego Armando Maradona se ubica en el puesto 13, ya que hizo menos goles que Sívori y Angelillo. En cambio, en la nota publicada por el diario deportivo italiano La Gazzetta dello Sport, Diego figura undécimo, ya que el medio considera italianos a dos de los tres Carasucias de Lima en 1957. El otro era Humberto Maschio, a quien también consideran itálico, pero era más argentino que el dulce de leche.

Del top 15, en la actual Serie A hay dos en actividad. Además de Paulo Dybala, figura Lautaro Martínez, con 109 goles, en el octavo puesto. El Toro, capitán del Inter, necesita ocho goles más para superar a Abel Balbo. El delantero de la Roma, en tanto, está a 19 goles de alcanzar a Sívori.

En España, Messi rompió todos los récords. Pasará mucho tiempo hasta que un futbolista, argentino o no, vuelva a marcar casi 500 goles solamente en Liga. El rosarino tiene 474 con la camiseta del Barcelona y duplicó la cantidad que había hecho Alfredo Di Stéfano entre 1953 y 1966 vistiendo los colores de Real Madrid y Espanyol. Entre los dos cracks argentinos, primero y séptimo respectivamente en la tabla histórica, están Cristiano Ronaldo (311), Telmo Zarra (251), Karim Benzema (238), Hugo Sánchez (234) y Raúl (228). En el top 15, el único que sigue vigente en LaLiga es Angelito Correa, en el puesto 11, a 5 goles de superar a Javier Saviola y meterse en el top 10.

Pero hay un argentino nacido en Francia que tiene un privilegio único. Figura con más de 100 goles en dos de las cinco grandes ligas. Se trata del Pipita Higuaín, quien nació en Brest, Francia (allí jugaba su papá Jorge) y que surgió futbolísticamente de River. El centrodelantero hizo 107 goles en España y 125 Italia. En una tabla está cuarto y en la otra quinto. También hizo goles en la Premier League, pero apenas 5 y no logró llegar al top 15.

Tal vez pocos sepan que el goleador de todos los tiempos de la liga francesa es argentino. En realidad es italiano, ya que Delio Onnis nació en Giuliano de Roma, pero llegó desde muy chico al país, la familia se radicó en Villa Pineral (Caseros, Tres de Febrero), en la adolescencia se fue a probar a Almagro, quedó y debutó en Primera en el Ascenso. Su capacidad goleadora enseguida se hizo conocida y en 1969 pasó a Gimnasia La Plata. De allí a Francia donde hizo 299 goles en 499 partidos.

El segundo argentino con más goles, y décimo en la tabla histórica francesa, es Carlos Bianchi, quien anotó 179 goles entre 1973 y 1980. El Virrey, además, es uno de los máximos goleadores del fútbol argentino, con 206 goles en sus dos etapas en Vélez. Detrás de Onnis y Bianchi están Héctor De Bourgoing y Alberto Muro, goleadores de la década del 50. Del siglo XXI aparecen Lisandro Licha López (9°), Angel Di María (12°) y el malogrado Emiliano Sala (14°).

La Premier League tiene al Kun Sergio Agüero como uno de sus máximos goleadores. Está quinto con 184 goles detrás de Alan Shearer (260), Harry Kane (213), Wayne Rooney (208) y Andy Cole (187). Los hizo en 275 partidos y tiene uno de los más altos promedios de gol, 0,67, igual que Kane y una décima por debajo de Thierry Henry, que está séptimo con 175 tantos en 258 partidos (0,68). En segundo lugar entre los argentinos está Carlos Tevez, con 100 goles menos que el Kun. En el top 15 hay jugadores con apenas 8 goles, como Facundo Buonanotte. También Alejandro Garnacho, con 13, que ya jugó en la Selección pero nació en España y se formó futbolísticamente allí.

La Bundesliga siempre fue la liga europea con menos presencia de argentinos. Uno de los pioneros fue Carlos Babington en la década del 70 (jugó en el SG Wattenscheid 09, en Segunda). Recién a partir de los 90 y como consecuencia de la ley Bosman (barrió con las fronteras en la UE) , comenzaron a llegar más futbolistas de estas tierras. Ninguno llegó a superar los 100 goles. La tabla la lidera el ex Instituto Diego Klimowicz, con 70 tantos y ocupa el puesto 24 entre los goleadores extranjeros. De los que están en el top 15 (tiene 11 goles y está en el puesto 12). el único que sigue jugando en Alemania es Exequiel Palacios en el Bayer Leverkusen. También figuran Lucas Barrios y Raúl Bobadilla, nacionalizados paraguayos, pero nacidos en Argentina, con formación en divisiones inferiores en nuestro país.