Matías Mansilla ahora tiene 28 años y sabe que el fútbol, la vida, siempre dan revancha. Pero hace cuatro años, en julio de 2020 cuando denunció a la dirigencia de Ferrocarril Midland por falsificar su contrato, no se imaginaba que se coronaría campeón del fútbol argentino en su provincia natal. Ocho años después, mientras festeja se acuerda de sus orígenes ante las cámaras de televisión y lo repite en varias entrevistas: “Un saludo para la gente de mi pueblo Juríes, yo soy de acá, de esta provincia y todos me están haciendo el aguante”.

Mansilla tenía 24 años y escribió en su cuenta de Instagram: “¿No les alcanzo con falsificar un documento que siguen queriendo cortarme la carrera?: Tienen mi teléfono, no tienen que juntarse con otros dirigentes para amedrentar a nadie y menos en grupo. Muchachos, ya les di demasiado al club. La gente del club de verdad está feliz por mí porque saben lo que soy como persona y todo lo que le di al club. Fui siempre honesto y cumplí mi trabajo»

El conflicto era que el contrato vencía el 30 de junio de 2020 y habían modificado el último número con lapicera: 2021. Tenía ofertas para jugar en un equipo de Primera Nacional y la gente de Midland no quería perderse la venta. Cuando logró solucionar el tema, se incorporó a Morón. Estaba conforme con lo que había logrado en el club al que llegó de pibe desde Juríes. Por eso también escribió en aquel posteo: “Debería ser un momento de felicidad en mi vida y tengo que pasar por esto sin merecerlo. Nunca lo quise ni lo quiero hacer por el cariño que le tengo a la gente y esto mancha al club, pero hagan las cosas bien. Nada más».

Mansilla y el título más importante de su carrera.
Foto: AFPMansilla y el título más importante de su carrera.
Foto: AFP

Mansilla tenía 24 años y juega en Morón. Cumple 25 el 15 de febrero y por sus buenas actuaciones entró en el radar de un equipo de Primera: Patronato de Paraná. Allí se fue a préstamo por un año y medio. Ya con 26 años, se consagró campeón de la Copa Argentina, un hito en la vida futbolística del equipo entrerriano. También en la suya.

No era el arquero titular, pero sí seguía mostrando su fuerte personalidad. Antes de que le colgaran la medalla, se acercó a Claudio Tapia, presidente de la AFA, y le dijo algo al oído. ¿Qué? “A Chiqui le dije que saque los descensos… Me dijo que ‘vamos a ver», reveló el arquero después.

Pero no sucedió. Patronato, campeón de la Copa Argentina, había descendido a la Primera Nacional. Y jugando en esa categoría, participó de la Copa Libertadores 2008.

A los 26 años Mansilla sabía que quría seguir jugando en un equipo de Primera. Por eso, el 28 de diciembre de 2022, se transformó en el tercer refuerzo de Central Córdoba. Jugaríaen el equipo de su provincia, algo que le da orgullo y forma parte de su crecimiento personal.

Tuvo un buen año, el Ferroviario seguía en Primera, pero la vida da sorpresas. Los ojos que miran todo ven a un arquero que todavía puede más. Ahora, a los 28 años, tras coronarse campeón, confiesa para el regodeo periodístico: “Antes de venir a Estudiantes estuve muy cerca de ir a Vélez. Me dijeron que faltaba el OK del entrenador. Pero bueno, no se dio”.

No fue a Vélez, jugó la primera fecha para Central Córdoba y apareció Estudiantes, que le compró todo lo que se podía de su pase (el 90 %) en casi millón y medio de dólares. Festejaron Midland y Morón, que aún conservaban una pequeña porción de su ficha. Tras el retiro de Mariano Andújar, llegó para competir el puesto con dos pibes del club: Fabricio Iacovich y Juan Pablo Zozaya. Ahora, a los 28 años y campeón, los hace parte de esta consagración. Dice que estudian juntos los penales, que mira al banco y presta atención a lo que le indican. A veces les hace caso.

Muchos no le tenían fe al arquero. Tras la consagración, mucha gente de Estudiantes recordó todo lo que se lo criticaba tras primeros partidos. Pero Eduardo Domínguez tenía una fe ciega en la nueva incorporación. “La llegada de Matias Mansilla es positiva, es un chico que viene creciendo. En todas las variantes que había para el puesto, siempre estuvo en consideración. Que hoy esté con nosotros es bienvenido. Nos va a beneficiar”, expresó una vez confirmada su incorporación.

Matías Mansilla tenía 27 años y no se lo consideraba un gran atajador de penales. Apenas cinco había detenido de los 25 que le patearon: uno en Midland, 2 en Morón, uno en Patronato y otro en Central Córdoba. Pero la vida siempre da revancha.

Matías Mansilla ahora tiene 28 años y se probó la capa de héroe. En apenas seis meses en Estudiantes, bahh, en realidad en apenas apenas seis días, le patearon 10 penales y atajó cinco. Tres en la tanda de penales ante Vélez en la final de la Copa de la Liga. Tres penales para un nuevo título.

Matías Mansilla ahora tiene 28 años y es un chico santiagueño que está en los detalles, como sucede con los penales. Está feliz, festeja con sus compañeros, con la gente levantando la Copa con una sonrisa que no le cabe en el rostro, pero le preguntan por sus conquistas y él habla de los otros: “Esto es una felicidad enorme por el grupo de trabajo que hay en el club. Esto triunfo también es de la cocinera, de Eliana, de Mary, de Jose, de Agus, que están todo el día con nosotros”. Matías Mansilla es el chico de la tapa y no se la cree.



Fuente Clarin

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