River avanzó en la renovación de Franco Mastantuono. Hay un principio de acuerdo entre la dirigencia y el representante del juvenil de 16 años para extender el contrato y elevar la clausula de rescisión, que pasaría a ser de 45 millones de euros (y en caso de que se vaya 10 días antes de la finalización de un mercado de pases, pasa a ser de 50 millones), es decir la más alta del fútbol argentino. La firma se producirá esta semana y el contrato se alargará hasta diciembre del 2026 (vencía a fines del 2025).
Esta situación se produce para volver a blindar al chico de Azul y evitar una venta tempranera como la que se dio con el Diablito Echeverri. Es que por Mastantuono también ya habían posado sus ojos clubes importantes del exterior, como Barcelona.
Por eso, las charlas informales entre los dirigentes y el agente del jugador, Walter Tamer (el mismo de Javier Mascherano), pasaron a ser más formales desde principios de año y en los próximos días, se rubricarían con la tan ansiada foto con la camiseta y la lapicera. Mastantuono ya debutó en Primera, hizo un gol y es la nueva joya del club.
Vale 45 palos verdes, se llama Mastantuono.Sus cualidades futbolísticas parecen hechas a medida de la escuela riverplatense: zurdo, formado como clásico enganche pero con versatilidad técnica y táctica para moverse como mediapunta o en diferentes puestos del medio, gambeteador y con una pegada formidable. Por eso, a pesar de no ser delantero siempre fue el goleador de la 2007.
En Séptima, el zurdo explotó. Y fue el capitán de su divisional. Enseguida, pasó a la Quinta y más rápido aún, pegó el salto al plantel profesional para sumarse a la pretemporada de Demichelis, meses después de haber firmado su primer contrato profesional, el cual tiene una cláusula de 30 millones de euros, que ahora será elevada. La rubrica se produjo el año pasado, en la semana de su cumpleaños, que es el 14 de agosto.
Mastantuono, quien tiene como ídolo a Messi y admira a Nacho Fernández, empieza a triunfar rápidamente en el fútbol, el deporte que eligió, después de brillar con la raqueta y la pelotita amarilla jugando al tenis, donde llegó a ser el mejor jugador infantil del país.