La ilusión era muy grande. Por eso, el golpe es duro. Y lo acompañará un buen tiempo. River no será uno de los protagonistas de la final de la Copa Libertadores el 30 de noviembre en su casa. Solo pondrá el estadio. Y mirará la definición desde afuera, después de no sortear las semifinales, instancia en la que quedó eliminado con Atlético Mineiro, a quien no pudo hacerle un gol en 180 minutos y lejos estuvo de concretar una épica tras el 0-3 de la ida, más allá de la pasión y el entusiasmo de los hinchas que hicieron un recibimiento histórico. La zanahoria de la Libertadores ya no está por delante. Entonces, ¿y ahora qué, River?

Después de la eliminación, el equipo de Núñez pasó de soñar con la conquista de la Quinta Libertadores a tratar de asegurar la participación en la edición del máximo torneo continental del año próximo. La clasificación no está asegurada y depende de cómo quede en la tabla anual de la Liga Profesional, en la que le quedan ocho partidos por jugar. Es la realidad que le tocará afrontar desde ahora hasta fin de año.

Por el momento, está en zona de Copa Sudamericana, pero, si el campeonato terminase hoy, igual se clasificaría ya que Vélez sería el campeón y como también es el líder de la tabla anual, liberaría un cupo que sería de River, quien se encuentra con 54 puntos, detrás del club de Liniers (63), Godoy Cruz (56) y Talleres (56).

Claudio Echeverry no puede contener el llanto tras la eliminación de River. (Marcelo Carroll)Claudio Echeverry no puede contener el llanto tras la eliminación de River. (Marcelo Carroll)

Lejos de la pelea por la Liga, a Marcelo Gallardo también le queda distante la posibilidad de conseguir el primer título de su segundo ciclo. Eliminado de la Libertadores, recién tendría esa chance en mayo del año que viene cuando finalice el primer torneo local de la próxima temporada, salvo que se reflote antes la Supercopa Internacional con Talleres de Córdoba, que está pendiente de jugarse.

Y después todos los cañones estarán apuntados al Mundial de Clubes, que se jugará entre junio y julio de 2025 en Estados Unidos y River ya está clasificado. Si bien es difícil pensar ahora en pelear por el título, dado que las diferencias con las potencias europeas son muy grandes, la intención del Muñeco es ir a competir. Por eso, desea armar en el mercado de verano un equipo de mayor categoría. Para ello, tendrá que haber no solo una inversión fuerte, sino también una buena selección de futbolistas.

De hecho, este año hicieron una importante erogación (de más de 30 millones de dólares) para traer a Nicolás Fonseca, Agustín Sant’Anna y Rodrigo Villagra a principios de año, más Jeremías Ledesma, Federico Gattoni, Adam Bareiro, Franco Carboni (regresó a Italia), Germán Pezzella, Fabricio Bustos, Marcos Acuña y Maximiliano Meza. Pero, el plantel no se potenció. Y en ningún momento logró estabilidad. Ni siquiera alcanzó cuando Gallardo buscó encauzarlo con la llegada de los últimos cuatro mencionados.

Los jugadores de River saludan al público, que acompañó masivamente a pesar de la derrota de la ida. (Marcelo Carroll)Los jugadores de River saludan al público, que acompañó masivamente a pesar de la derrota de la ida. (Marcelo Carroll)

Esto, sumado a la decepción que tuvo River en la Libertadores y el bajo rendimiento de muchos jugadores, obligará a reconfigurar el plantel. Muchos jugadores estarán en observación de aquí a diciembre y el entrenador seguirá evaluando antes de tomar decisiones. No se apresurará, tal como manifestó.

Algunos de los futbolistas que estarán bajo la lupa van desde nombres fuertes como Miguel Borja, Paulo Díaz, Matías Kranevitter y Manuel Lanzini, pasando por Pablo Solari, Enzo Díaz y Funes Mori, hasta llegar a Nicolás Fonseca, Rodrigo Villagra, Federico Gattoni y Adam Bareiro. Y habrá que ver qué pasa con dos históricos como Nacho Fernández y Milton Casco.

Se aspiró a llegar a lo más alto con un plantel que no estuvo a la altura. Y se frustró en el intento. Hay buenos futbolistas, claro, pero muchos de ellos en bajo nivel y otros que están en duda sobre si están para lo que requiere River.

Y a ello se le sumó que con el Muñeco el equipo se fue opacando. No tiene todavía una línea de juego, perdió gol, no encontró un mediocampo firme y sostuvo demasiados partidos a jugadores que están en baja como Nacho Fernández y Borja, de quien, además, no pudo aprovechar la cuota goleadora con la que contó en el semestre pasado cuando hacía goles de todos los colores.

Acuña, Simón, Solari, Meza y Colidio, sin respuestas ante Mineiro. (Marcelo Carroll)Acuña, Simón, Solari, Meza y Colidio, sin respuestas ante Mineiro. (Marcelo Carroll)

River se venía sosteniendo por la presencia que tuvo en algunos partidos, el rigor físico en otros y la fortaleza defensiva. Sin embargo, pasó de tener una semana mágica en septiembre a un mes catastrófico en octubre. Y en la eliminación con Atlético Mineiro hay responsabilidad del entrenador, por sus elecciones de algunos futbolistas y sus decisiones tácticas, entre otras cuestiones. Tras superar a Talleres y Colo-Colo en la Libertadores, River se dio un golpe de realidad con Mineiro, el primer brasileño al que enfrentó en esta edición. No superó la prueba.

¿Qué hubiese pasado si el técnico fuese alguien terrenal y no el hombre de la estatua? Es contrafáctico. Lo cierto es que Gallardo tiene espaldas grandes para sostener el mal momento. Y, además, el Muñeco se subió hace apenas tres meses a un tren que ya estaba en marcha y que venía averiado. El ciclo de Martín Demichelis estaba desgastado y tuvo partidos con rendimientos muy preocupantes. Si bien también es algo que no se puede saber, por los golpes que venía recibiendo, el equipo con Micho parecía no tener futuro en la Libertadores.

De todos modos, Gallardo no le escapó a su responsabilidad. “Somos nosotros los responsables y estamos golpeados como el hincha, pero eso hay que asumirlo. Sentimos que estamos en deuda con ellos a quienes hay que reconocerlos por el sentimiento y la pasión que mostraron con un equipo que no viene jugando bien. Alentaron todo el partido, dieron la cara, hicieron un recibimiento que hace mucho no veo algo así”, afirmó el laureado entrenador en la conferencia de prensa tras la eliminación.

Entre los objetivos que tendrá por delante para tratar de reinventarse y hacer lo propio con el equipo, remarcó que irá por la revancha en la Libertadores 2025. Todavía tiene que clasificarse, claro. Y a eso apuntará desde el sábado cuando reciba a Banfield. Aunque en el presente tenga gusto a poco.



Fuente Clarin

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