Yael Falcón Pérez se acerca intempestivamente al arquero Rodrigo Rey, de Independiente, que le reclama una amonestación para Maximiliano Meza en el arranque del clásico contra River. El árbitro internacional le baja los brazos con fuerza mientras el futbolista -que no llevaba la cinta en el brazo izquierdo sino Iván Marcone- trata de argumentarle los motivos de su pedido. Esa secuencia, dada este domingo en el estadio Libertadores de América – Ricardo Bochini, se repite en muchas canchas del fútbol argentino, semana a semana, partido a partido, de la categoría que sea. Pero ya no más. En la Liga Profesional, a partir de la fecha 14 que se jugará luego de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, solo los capitanes podrán dirigirse a los árbitros para pedirle explicaciones o reclamar situaciones de juego.
La circular salió desde la Dirección Nacional de Arbitraje, dependiente de Federico Beligoy, y tuvo como destinatarios a los jueces que habitualmente conducen los partidos de la Primera División de Argentina. Se trata de un método que ya se aplicó en la Eurocopa masculina -que se disputó al mismo tiempo que la Copa América- y en los Juegos Olímpicos de París 2024. En caso de que los futbolistas de algún equipo no cumplan la nueva normativa, serán automáticamente amonestados.
«Solo un jugador de cada equipo, que será el capitán, podrá aproximarse al árbitro y, cuando lo haga, deberá interactuar con él de manera respetuosa», explica la reglamentación que será implementada a partir de la fecha que se iniciará el próximo viernes 13 de septiembre.