A la hora de pensar en los refuerzos, en River hay una política deportiva definida en los últimos años. La prioridad está apuntada a los regresos de jugadores que hayan vestido la banda roja. Y si dejaron buenos recuerdos, mejor aún. Para el próximo mercado de pases, no es la excepción. Por eso, al día de hoy, lo más firme es la posibilidad de la vuelta de Germán Pezzella.
River insiste en este proyecto de repatriación de sus ex jugadores que se enmarca dentro de lo institucional. Porque no solo se trata de lo estrictamente futbolístico, sino también de que esos jugadores, al haber estado en el club, ya conocen la filosofía y la idiosincracia riverplatense. Sin embargo, en la cancha todavía no han podido reflejar su pasado.
Nada es lineal en el fútbol. Y ya sea por portador de apellido o por venir de tener un buen presente, no quiere decir que automáticamente, un jugador se ponga la camiseta y brille. El caso más paradigmático tal vez es el de Manu Lanzini.
El mediocampista ofensivo regresó a River con 30 años y una buena actualidad de Premier League, donde jugaba en el West Ham. Pero las ilusiones que despertó su vuelta aún contrastan con su desempeño en el campo de juego. Si bien en los últimos partidos se vio una mejoría al ingresar en los segundos tiempos, todavía se espera mucho más de él.
Manu llegó a River el mismo día que el equipo de Martín Demichelis quedó eliminado de la Libertadores en Porto Alegre, pero a partir de ahí solo mostró algunos chispazos, nunca se ganó un lugar en el 11, no hizo goles y en el arranque de este año sufrió un desgarro que lo marginó durante más de dos meses. Demasiado tiempo estuvo parado.
Los otros futbolistas que regresaron en el último tiempo tampoco ofrecieron una mejor versión. Es más: los persiguen las lesiones. Matías Kranevitter se fracturó el tobillo en su primer partido tras su vuelta al club, en un amistoso ante Unión La Calera de Chile en San Luis en diciembre de 2022. Estaba proyectado como titular pero le costó asentarse tras su recuperación. Y en el comienzo de este 2024, justo se desgarró antes del debut de la Copa de la Liga, ante Argentinos. Jugó de entrada la final de la Supercopa Argentino contra Estudiantes pero no convenció. Y hoy está relegado, detrás de Rodrigo Villagra y Nicolás Fonseca.
Por su parte, a Ramiro Funes Mori también lo veían como titular en una zaga junto a Paulo Díaz. Sin embargo, el Mellizo sufre con sus rodillas. La sinovitis crónica lo sacó de las canchas y no juega un partido desde el 14 de febrero contra Atlético Tucumán. Por ende, su futuro es complejo.
En tanto, Pity Martínez, otro regreso muy esperado, dada su preponderancia en la era de Marcelo Gallardo, casi no tuvo participación en el actual ciclo. Si bien tuvo algunos minutos en el último tramo de 2023, tras recuperarse de una rotura de ligamentos cruzados que arrastraba desde su estapa en el fútbol árabe, en la pretemporada en Estados Unidos volvió a sufrir la misma lesión. Y recién estará rehabilitado a fines de este año.
El caso de Nacho Fernández puede ser tomado como una excepción por algunos buenos momentos desde su vuelta en diciembre de 2022, pero sus altibajos marcan que aún está lejos del nivel que pretende. O Leandro González Pirez, quien tuvo un muy buen primer semestre en 2023, tras su regreso en 2002, pero volvió a entrar en una pendiente y su performance está en revisión.
Justamente, no es casual que Demichelis haya pedido un marcador central. Y que el apuntado sea nada menos que un campeón del mundo como Germán Pezzella, quien se encuentra en Betis de España, donde es titular. Pero ya le hizo un guiño a River. No solo pidió que le bajaran la cláusula de rescisión de 50 a 4 millones de euros, sino que ya mantuvo una reunión con Leonardo Ponzio, secretario técnico de River.
Si Pezzella vuelve al club, lo hará con 32 años y a 9 temporadas de su partida. Está vigente. Pero, River y el fútbol argentino exigen mucho. Habrá que ver, en caso de que se ponga la banda roja, si puede elevar la vara de los “ex” que, por ahora, está bastante baja.