Cuando la bandera roja interrumpió el Gran Premio de Mónaco de la Fórmula 1 en la primera vuelta, la ilusión de una carrera emocionante se terminó y empezó a jugar únicamente la esperanza de los tifosi de ver a Charles Leclerc coronado con la Ferrari en Montecarlo al largar desde la pole. Incluso, por primera vez en la historia de la F1, en el Principado los diez mejores del domingo comenzaron como terminaron.

Las sospechas de quienes seguían la competencia por TV las ratificó la comunicación por radio de George Russell con el paddock de Mercedes. El piloto británico, que rodó muy lejos del ritmo, indicó que no había nada que ganar conduciendo más rápido, porque lo único que se conseguía era tener problemas más adelante en la carrera. De hecho, su gestión de neumáticos fue tan buena que pudo mantener a Max Verstappen detrás, incluso cuando el neerlandés paró para cambiar sus compuestos.

«Fue frustrante para todos cuando salió la bandera roja porque la única esperanza de una buena carrera en Mónaco es cuando se le da un poco de picante con la estrategia y, de repente, la estrategia estaba descartada», se defendió el compañero de Lewis Hamilton.

Sin el riesgo que la lluvia puede darle a un callejero como Mónaco ni la estrategia que plantea la obligación de cambiar al menos una vez los neumáticos por reglamento, ni tampoco un safety car por un accidente que acortara las distancias, lo que ocurrió fue lo previsible: un Gran Premio sin emociones, incluso más aburrido que de costumbre, lo que se reflejó hasta en la conferencia de prensa post podio con Oscar Piastri (2°) y Carlos Sainz (3°) tirados en los sillones como si fueran camas.

“¿No se quedaron dormidos el domingo viendo la carrera? Solo puedo imaginarlo, pero creo que la gente decía que es aburrido«, criticó el heptacampeón Hamilton, tres veces ganador en Mónaco, y uno de los pocos que pasó por boxes aprovechando que su séptimo puesto no corría riesgo porque Yuki Tsunoda estaba a más de 45 segundos para evitar un undercut de Pierre Gasly (10°).

Durante la transmisión, también el tricampeón Verstappen comunicó su aburrimiento. «Debí traerme mi almohada”, ironizó. Luego, ante la prensa, fue crítico: «La bandera roja básicamente lo arruinó un poco, porque entonces todos tuvieron una parada en boxes gratuita. Eso es, por supuesto, bastante aburrido ahí fuera, conduciendo literalmente a medio gas en las rectas, en algunos lugares una marcha más alta de lo que normalmente harías y cuatro segundos fuera de ritmo, así que eso no es realmente una carrera. Es un poco vergonzoso”.

La lentitud excesiva de ciertos pilotos, como Tsunoda, irritó a varios en la pista, como fue el caso de Alex Albon, pese a haberle dado a Williams sus primeros dos puntos de la temporada con su noveno puesto. «Pensé que podía bajarme y conducir mi Vespa por aquí. Fue muy lento. Muy doloroso -reflejó-. En realidad, es difícil mantener la concentración cuando vas tan lento porque ni siquiera estás cerca de ningún límite».

La misma preocupación pasó por la cabeza de Leclerc: «Iba tan lento a mitad de carrera que si empiezas a apretar, entonces no sabes dónde frenar y ahí es donde pueden ocurrir errores. Así que sólo quería entrar en ritmo y empezar a esforzarme un poco más. Pero, obviamente, el equipo me decía: más despacio, más despacio, más despacio«.

La táctica (mezquina) de las escuderías y la (innecesaria) durabilidad de los compuestos que Pirelli llevó a Mónaco (el neumático medio C4, el segundo más blando de toda la gama, resistió 77 vueltas sin una degradación importante), finalmente decidieron las opciones y convirtieron a un Gran Premio mítico -aunque con pocas opciones de adelantamiento- en uno imposible de entretener, algo que sí logró la Fórmula 2.

«Fue frustrante como piloto, especialmente cuando sabes que hay mucho ritmo por delante, pero tenemos que ceñirnos a lo que dice el equipo -declaró Tsunoda-. No es una sensación agradable, pero lo discutimos antes de la carrera».

Entre las críticas y los cambios: ¿qué hacer con el GP de Mónaco?

Verstappen y Horner se mostraron a favor de un cambio en el trazado de Mónaco. Foto ReutersVerstappen y Horner se mostraron a favor de un cambio en el trazado de Mónaco. Foto Reuters

¿Qué hay que hacer con el GP de Mónaco? ¿Sacarlo del calendario pese a que está presente desde 1950 y atrae a turistas de todo el mundo? «Los coches son cada vez más grandes. Realmente no se puede adelantar sin correr el riesgo de chocar. Tenemos que encontrar formas de darle vida. Quizás tres paradas obligatorias o algo para darle un poco más de sabor», sugirió Hamilton.

«Todos sabemos cómo es Mónaco -repasó Verstappen-. En los últimos años es aún más difícil con el ancho de los coches. Me gustaría intentar, si es posible, cambiar algunas cosas porque hará que la emoción sea aún mejor. En general, el fin de semana es genial. Sólo el domingo es un poco aburrido por desgracia, pero el escenario sigue siendo genial. Si podemos encontrar la manera de correr un poco mejor, ¿por qué no?«.

Para el neerlandés, una opción sería hacerle cambios al trazado. «De momento no se puede adelantar. Si me piden mi opinión intentaré ver qué es posible, pero también depende de qué carreteras se vayan a tomar», precisó.

En ese sentido, su patrón en Red Bull, Christian Horner, sostuvo: «No es una carrera como tal cuando estás conduciendo a tres o cuatro segundos del ritmo porque el otro coche no tiene ninguna posibilidad de adelantar. Es algo que deberíamos considerar. Es un gran lugar, hay tanta historia aquí, pero todo evoluciona. Si los comparas con los coches de hace 10 años, son casi el doble de grandes, así que es algo que necesitamos trabajar colectivamente como deporte, con el promotor, para ver cómo presentamos una oportunidad de adelantamiento”.

El jefe de equipo que más tiempo lleva en la parrilla de la F1 alertó: «En general, esta carrera se gana el sábado por la tarde en la clasificación. Para tener una carrera realmente entretenida aquí deberíamos considerar al menos la posibilidad de abrir algunas áreas que potencialmente podrían crear una oportunidad de adelantamiento”.

Para Hamilton, un cambio de trazado es difícil. “Me gustaría que tuviéramos más carreteras, más grandes, y que la pista fuera más ancha, pero no creo que ese sea el caso en Mónaco porque es un lugar pequeño. Yo diría que tal vez neumáticos especiales para esta carrera, por lo que tengas más paradas en boxes que crean más variabilidad”, opinó.

Lando Norris, que fue cuarto con su McLaren y en el final no optó por intentar un arriesgado undercut porque Russell venía achicando esa ventana, dio también su parecer: «Los coches simplemente necesitan ser más pequeños y más ligeros. La razón por la que no podemos competir ahora es porque los coches son demasiado grandes y pesados. Son tan anchos que es casi como si la mitad de la pista estuviera ocupada por un solo coche. Adelantarlo es casi imposible».

Pese a eso, ni con los cambios reglamentarios de 2026 se logrará un cambio tan drástico en los autos como el que se necesita para devolverle la emoción al Principado.



Fuente Clarin

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