Se lo notaba ansioso a Cristiano Ronaldo. Parecía que estaba a punto de ganar ese Mundial que se le negó a lo largo de su carrera prolífica de títulos y goles y casi tan fabulosa como la de Lionel Messi. Pero no: solo tenía la chance de ganar la Copa del Rey de Campeones de Arabia Saudita con Al Nassr. Y la oportunidad se le escurrió de las manos en el estadio King Abdullah Sports City de Yeda. Es que su equipo, tras una igualdad agónica por 1-1 en los 90 minutos en los que hubo tres expulsados por el árbitro argentino Darío Herrera, terminó de rodillas ante Al Hilal en una cinematográfica definición por penales que acabó 5-4 a favor del equipo de Jorge Jesus.
Cristiano Ronaldo, que había tenido la chance de anotar con una chilena espectacular que se estrelló contra un poste, acertó su remate desde los 12 pasos que curiosamente ejecutó en el segundo turno de la serie. Sin embargo, cuando parecía que el luso iba a festejar, el marroquí Bono se hizo gigante y contuvo los últimos dos remates -ejecutados por Ali Al-Hassan y Meshari Al-Nemer para convertirse en héroe.
Y también en villano porque el astro de la selección de Portugal entró en una rara crisis nerviosa y se largó a llorar en forma desconsolada luego de ver cómo se quedaba sin la chance de ganar el 36° título de su carrera. No fue el único que se fue triste de Yeda. El Al Nassr de Luis Castro también tuvo en sus filas a Alex Telles, Otavio, Marcelo Brozovic y Sadio Mané. Todos querían darle el séptimo título a Al Nassr. Todos querían que CR7 fuera feliz. No pudo ser.
El serbio Aleksandar Mitrovic, de cabeza y tras un preciso centro de Malcom, había abierto el marcador para el Al Hilal, dominador absoluto de la Liga Pro de Arabia Saudita. Y parecía que se lo llevaba en los 90. Sobre todo porque David Ospina, arquero colombiano, había visto la roja a los 11 minutos del complemento por una infracción fuera del área y dejó diezmado a Al Nassr.
Sin embargo, después de la expulsión de Ali Al-Bulaihi, fue Ayman Yahya, de cabeza, quien equiparó el tanteador. Todo antes de que Kalidou Koulibaly, en forma muy infantil, también se fuera a las duchas antes de tiempo. Luego llegó el tiempo extra. Fue diez contra nueve, pero nada sucedió hasta que llegó la película de los penales. Y fue la hora del el festejo para ese ganador nato que es Jorge Jesus, el DT que desarticuló más de una vez a Marcelo Gallardo. Fue de la mano de Bono, pero también con Renan Lodi y Ruben Neves dentro del campo y con Neymar, todavía en proceso de recuperación de la lesión, que se metió a la cancha para festejar alocadamente con sus compañeros.