Con un arbitraje polémico y agresiones sobre el final, Sarmiento de La Banda sacó a Olimpo de Bahía Blanca y sumó un nuevo escándalo en el Torneo Federal

Mientras la Sala D de la Cámara Nacional de Apelaciones todavía debe definir si la reelección de Claudio Tapia en la AFA tiene validez y si rige la abolición de los descensos en la Liga Profesional -¡a partir de 2025 tendrá 30 equipos!-, la pelota sigue rodando. De hecho, Aldosivi se convirtió en el equipo N°29 de Primera División tras vencer a San Martín de Tucumán en la final de la Primera Nacional. Y en el siempre observado Torneo Federal ya se juega la Reválida que decidirá quién acompañará a Central Norte de Salta a la máxima categoría del ascenso. Y allí es donde hay que poner el foco porque las sospechas están a la orden del día cada fin de semana y más todavía cuando juega Sarmiento de La Banda, que este domingo, en un duelo que terminó en escándalo, sacó de carrera a Olimpo de Bahía Blanca.

El conjunto bandeño, a quienes muchos consideran el caballo del comisario por pertenecer a la provincia que representa el rosarino Pablo Toviggino, mano derecha del mandamás del fútbol argentino, avanzó a las semifinales. Hizo valer la ventaja deportiva -por haber terminado mejor en la tabla- luego de sendos 1-1 en la serie de los cuartos de final. La ida se jugó en el sur bonaerense y la revancha se celebró en Santiago del Estero y tuvo un arbitraje escandaloso de Joaquín Gil. Con un condimento extra: medios partidarios de los bahienses no pudieron registrar el partido con sus cámaras.

Es que a los 21 minutos del primer tiempo cobró un penal que discutió Olimpo argumentando que la infracción había sido fuera del área. Gil, decidió, marcó la pena máxima y Rodrigo Herrera no dejó pasar la oportunidad. Enseguida, Leandro Espejo igualó la historia para el aurinegro. Pero después nada pudo hacer para lograr el gol que le diera el pase a semifinales.

“Fue una locura. Nunca en mi vida me tocó vivir una cosa así. Espero que nunca más me toque. No hay palabras. Es mucha la impotencia e la indignación. Fue alevoso. Todo. La chiquita, la grande, un penal afuera del área. Nunca nos dejaron llegar cerca del área rival. Todos foules en la mitad de cancha que nos hacían foules a nosotros y nos cobraban al revés. De todo. Lamentablemente pasó de todo. Si el árbitro cobraba alguna que otra jugada seguramente hacíamos dos goles», denunció Facundo Affranchino, el ex River que es capitán de Olimpo de Bahía Blanca, que terminó con un corte en la cabeza producto de una pedrada.

¿Qué sucedió? Apenas finalizado el encuentro, los jugadores de Olimpo fueron a reclamarle a Gil y compañía por los fallos y cuando dejaban el campo de juego se llevaron de recuerdo los proyectiles que cayeron desde la tribuna. «Después del partido, una locura. La gente tirando piedras, la Policía queriendo pegarnos a nosotros. La seguridad privada pagada por ellos, empujando y pegándonos a nosotros. La verdad fue una locura», se lamentó el mediocampista.

Y cerró con un insólito comentario sobre la actitud de Gil. «Al principio no aceptaba los reclamos. Decía que estaba convencido de sus decisiones, pero después terminó pidiéndonos perdón…. No quiero hablar mucho de eso porque yo tengo que seguir jugando, seguir trabajando. Es la comida de nuestros hijos y eso es lo que más bronca da», cerró Affranchino en diálogo con Interior Futbolero.

Gil, juez de la Liga Sampedrina, es uno de los apuntados por los clubes por sus arbitrajes sospechosos. “Nos robaron la ilusión”, expresaron desde las redes sociales del club bahiense, que ahora deberá esperar otra temporada para intentar volver a la antesala de la Liga Profesional. Sarmiento de La Banda, en cambio, sigue en su camino ascendente y deberá verse las caras con Germinal de Rawson, que viene de eliminar a Ciudad de Bolívar. Los santiagueños definirán otra vez como locales y tendrán ventaja deportiva. Por la otra llave viene Villa Mitre de Bahía Blanca y Ramón Santamarina de Tandil.

Sarmiento de La Banda busca convertirse en el tercer equipo de Santiago del Estero en llegar a la Primera Nacional. Ya están afianzados Mitre y Güemes. Se trata de una provincia que ganó mucho terreno en el fútbol argentino en los últimos años y no solo por el moderno estadio Madre de Ciudades que ya albergó muchos partidos importantes, incluido varios de la Selección Argentina y hasta la inauguración del Mundial Sub 20, en 2023.

La punta de lanza es Central Córdoba, que milita en la Liga Profesional y cuenta con la banca del gobernador Gerardo Zamora. Mitre, en cambio, tiene como hombre fuerte a Guillermo Raed, uno de los vicepresidentes de la AFA y dueño de Secco, una marca de bebidas que suele acompañar a varios clubes del fútbol argentino como patrocinador de su camiseta. Güemes, en cambio, es presidido por Eduardo Makhoul, un hombre muy cercano al exvicegobernador y senador peronista José Emilio Neder y al propio Toviggino.

Y cuál es el vínculo de Sarmiento de La Banda con el poder. Su presidente es Pablo Rojo, quien a principios de año anunció que el objetivo era armar «un equipo austero para mantener la categoría». La actual es la primera temporada del ‘Profesor‘ en el Federal luego de un ascenso meteórico que en 2023 lo llevó de la Liga Santiagueña al Torneo Regional Amateur y de allí, sin escalas, a la antesala de la Liga Profesional. De hecho, perdió la final por el primer ascenso con Central Norte y en la categoría de las sospechas continuas aseguran que tendría todos los números para quedarse con la segunda plaza.

Su as de espadas parece ser su entrenador, Pablo Martel, de 38 años, a quien señalan de tener cercanía con el mismísimo Toviggino. El entrenador, que en 2019 fue condenado por hechos de violencia de género, fue protagonista meses atrás de un escandalete en pleno torneo en un partido contra Central Norte, correspondiente a la segunda fase clasificatoria a los playoffs que se jugó en el estadio Padre Martearena de la capital salteña y tuvo que ser suspendido cuando el local ganaba 2-0.

Una gresca en el banco de suplentes derivó en proyectiles lanzados desde la platea y un jugador de la visita terminó en el piso, supuestamente con un corte. Luego se supo que lo habían rociado con Pervinox para simular que tenía sangre, con la intención de reclamar los puntos. El Tribunal de Disciplina no cayó en la trampa.

Martel, que aparece en un video pidiéndole a su jugador que se meta dentro de la cancha y se arroje al suelo, se expresa en las redes sociales con la misma locuacidad que el hombre de mayor confianza de Chiqui Tapia. «Acordate de llevar pervinox, payaso», lo chicaneó un hincha. «Llevo para tu cola juguetona?», le respondió el entrenador.

El DT es muy activo en X (antes Twitter) y suele elogiar la gestión del gobernador Zamora y retuitear los posteos del propio Toviggino. Ahora está dos pasos de llevar a su equipo a la Primera Nacional.