Argentina tuvo un partido soñado ante Brasil. Más allá de la distracción de Cuti Romero que le permitió descontar a la Verdemarela y que frenó el envión inicial con los goles de Julián Álvarez y Enzo Fernández, la Scaloneta jugó un partido de alto vuelo. Se fue al descanso ganando 3-1 y luego, cuando parecía que en el segundo tiempo se apagaba el encuentro, Giuliano Simeone lo revitalizó con su primer gol con la camiseta celeste y blanca. Fue un verdadero golazo.

A los 26 minutos del complemento, apenas tres minutos después de haber ingresado por Thiago Almada, un centro de Nicolás Tagliafico para Alexis Mac Allister lo encontró pasado al jugador de Liverpool y por atrás de todos apareció el menor de los hijos del Cholo para sacar un potentísimo remate que descolocó al arquero Bento: le pelota pegó en el travesaño y se metió. Enloquecido, Giuliano salió corriendo a festejar y parecía no poder creer lo que había hecho.

Diego, su padre, marcó nueve goles con la camiseta de la Selección entre 1988 y 1999. Giovanni, su hermano mayor, gritó en un amistoso ante Guatemala disputado en Estados Unidos en 2018. Y ahora llegó el de Giuliano. Es la segunda vez que tres o más familiares convierten para el equipo nacional, tras los hermanos Jorge, Eliseo, Ernesto y Alfredo Brown en la primera década del siglo XX.

Y un dato de color: Argentina nunca perdió cuando anotó un Simeone. Un amuleto.

La victoria argentina, que quedó sentenciada con el 4-1 de Giuliano Simeone, fue la novena ante Brasil convirtiendo cuatro o más goles. La anterior había sido en el recordado amistoso de 2012 en Nueva Jersey, donde Lionel Messi se despachó con un hattrick para el 4-3 final. Luego, hay que irse hasta 1959 para encontrar un póker de goles de Argentina a Brasil.

Esta fue, además, la primera vez en la historia que Brasil recibe cuatro goles en un partido de Eliminatorias para la Copa del Mundo.





Fuente Clarin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *