«¿Para qué entra a boxes? Anda gastando caucho al pedo para nada. Que cuiden el planeta», dijo Franco Colapinto, con la locuacidad que lo caracteriza, cuando el domingo le preguntaron por el récord de vuelta que había perdido a tres giros del final a manos de Esteban Ocon, luego de que Alpine le pusiera neumáticos rojos en una parada sin riesgos para el 18° puesto del piloto galo. Seguramente el argentino lo sabe, pero no es menor aclarar que el «para qué» tiene un motivo y es millonario.

Parte del dinero que la Fórmula 1 genera con sus patrocinadores, la promoción de las carreras, los derechos de retransmisión y licencias y el merchandising lo reparte cada año con los diez equipos que arman el espectáculo. Aunque el número exacto es secreto, se pueden hacer estimaciones gracias a lo que establece el Pacto de la Concordia, un documento que se remonta a 1980 y que firmaron las partes involucradas, además de la FIA.

En constante modificación, se cree que desde 2023, cuando los ingresos superaron los 3.000 millones de dólares, las escuderías reciben el 45 por ciento. Pero ese cantidad, que puede oscilar, siempre se reparte de acuerdo a cómo finalizan en el Mundial de Constructores, en orden decreciente: del 14% para el campeón al 6% para el último escalón de la tabla de posiciones.

Según un relevamiento que hizo el sitio especializado Motorsport al finalizar la temporada pasada, Liberty Media entregó 1.000 millones de dólares en premios, por lo que Red Bull se quedó con 140 millones como campeón y Haas, 60 millones por quedar último.

En el medio, del segundo al noveno puesto, las diferencias rondaron los 10 millones de dólares: 131 millones para Mercedes, 122 para Ferrari -que además recibe un 5% extra por estar presente desde el inicio de la categoría, en 1950-, 113 para McLaren, 104 para Aston Martin, 95 para Alpine, 87 para Williams, 78 para Alpha Tauri y 69 para Alfa Romeo.

Este año los movimientos en la tabla no eran parte del juego hasta que en el Gran Premio de Azerbaiyán, McLaren desplazó a Red Bull como líder del campeonato de constructores. Pero en la parte baja también hubo un ascenso que provocó un cimbronazo: por los 10 puntos que sumó con el séptimo puesto de Alex Albon y el octavo de Colapinto, Williams pasó a Alpine para quedarse con el octavo lugar.

La semana siguiente, en Singapur, el piloto argentino de 21 años quedó al borde de los puntos, mientras que Ocon y Gasly fueron 13° y 17°, por lo que la diferencia se mantuvo en tres puntos.

Por eso, tras el receso, era importante que Williams no pudiera sacar más ventaja y Alpine tenía motivos para ilusionarse, al haber hecho una mejor clasificación en Austin, con sus pilotos largando sexto y decimosegundo, respectivamente, delante de Albon (14°) y Colapinto (15°).

Pero en la carrera Gasly no tuvo una buena largada -de hecho, Colapinto lo pasó- y terminó 12°, fuera de la zona de los puntos, y Ocon quedó 18°, pero con algo a favor que podía ayudar a su equipo: una parada «gratis» en boxes, ya que su posición no corría riesgo por la diferencia que le había sacado al Sauber de Guanyu Zhou, el último en ver la bandera a cuadros, ya que Lewis Hamilton abandonó en la primera vuelta.

La forma de ayudar a Alpine llegó cuando, faltando nueve giros para el final, un reloj violeta apareció junto a la sigla COL. Colapinto, que poco antes había montado neumáticos medios después de un largo primer stint con la goma dura, había marcado el mejor tiempo y, como se ubicaba décimo, iba a llevarse junto a ese punto uno extra por la vuelta rápida. La felicidad era mayúscula: el último argentino en marcar el récord de vuelta de una carrera había sido Carlos Reutemann en el GP de Italia de 1981.

Pero los galos no estaban dispuestos a que Williams le sacara un punto más en su pelea por esos 10 millones de dólares de premios, por lo que mandó a Ocon a boxes, le puso la goma blanda y el piloto que el año próximo correrá en Haas aceleró en un auto con muy poco combustible para pulverizar por 281 milésimas el tiempo del argentino y evitar que se fuera de Austin con dos puntos -con lo que lo habría pasado también a él, ya que ahora tienen cinco cada uno- al firmar un registro de 1m37s330.

Como solo los diez primeros del clasificador se llevan un punto extra por el récord de vuelta, Ocon no le dio a Alpine esa unidad pero sí evitó que su máximo competidor se escapara a cinco. «Es una batalla por todo y un punto es un final en el top 10, así que es muy importante. Lo lamento por él porque lo merecía, para ser justo, pero así es como es», explicó Ocon.

Luego de la broma que hizo con la TV de Argentina, Colapinto se mostró más sensato en el sitio de la F1: «Es parte de las carreras. Estaba feliz por la vuelta y quería mantenerlo, pero está bien. Lo tuvimos por un rato. Es un punto que perdimos, pero vamos a recuperarlo pronto. Tuvimos un buen coche y somos capaces de sumar puntos, así que vamos a volver más fuertes, de eso estoy seguro».

Si continúa en 2025 en la máxima categoría, el pilarense no tendrá que preocuparse nunca más por ese punto extra de la vuelta rápida. Desde la próxima temporada, según votó hace unos días el Consejo Mundial del Deporte Motor de la FIA, ya no se recompensará a quien marque el mejor tiempo durante un Gran Premio.



Fuente Clarin

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