Con el apoyo de 42.000 simpatizantes que abarrotarán el Estadio Monumental de Santiago, el Colo-Colo de Jorge Almirón procurará este martes dar un sólido primer paso en su serie de los cuartos de final de la Copa Libertadores ante River. Con casi todo su plantel a disposición, el entrenador argentino apostará a un equipo experimentado y batallador, sin por ello renunciar al esquema ofensivo que llevó a los suyos hasta esta instancia.
Tras derrotar a Junior de Barranquilla en los dos partidos de su llave de los octavos de final, el Albo accedió a los cuartos del principal certamen de clubes del continente por primera vez desde 2018 y ahora procurará avanzar a las semis, una instancia en la que participó por última vez en 1997 (cayó ante Cruzeiro). A este primer choque de la serie con River arribará tras 10 días sin competencia: su última presentación fue el 7 de septiembre, cuando jugó muy mal y perdió 3 a 0 con Deportivo Magallanes por la Copa Chile.
El Cacique debía enfrentar el viernes pasado a Universidad Católica por la 24ª fecha del Campeonato Nacional, pero el encuentro fue suspendido porque Carbineros no contaba con los efectivos disponibles necesarios para montar el operativo de seguridad que requería el duelo (fue reprogramado para el 3 de octubre). Almirón aprovechó estos días para recuperar jugadores lesionados y para hacer ajustes en su conjunto. “Nos vino bien no jugar, estamos en óptimas condiciones para competir”, reconoció el DT.
Si bien la última imagen que Colo-Colo exhibió ante Deportivo Magallanes fue flojísima, en los partidos previos el equipo se había mostrado sólido en defensa, intenso en la presión y en la recuperación, y dinámico para hacer circular el balón. Sobre esas virtudes intentará hacerse fuerte este martes para, antes que nada, garantizar el cero en su arco y dejar la serie abierta para la revancha en Buenos Aires. Obviamente la situación óptima será cruzar la Cordillera de los Andes con ventaja.
En estos días de preparación, la única mala noticia que recibió Almirón fue la lesión de Vicente Pizarro, una pieza clave en el mediocampo, quien sufrió una fractura en la mandíbula en el partido que el seleccionado chileno perdió 2 a 1 ante Bolivia en Santiago la semana pasada por la clasificación de la Confederación Sudamericana de Fútbol para el Mundial 2026. El joven de 21 años fue operado y se perderá los dos encuentros de la llave con River.
Durante los últimos entrenamientos, Almirón utilizó como reemplazante de Pizarro al riogalleguense Leonardo Gil, un futbolista con buenas cualidades defensivas, más allá de sus virtudes técnicas. Si no hay sorpresas, el exjugador de Estudiantes y Rosario Central, de 33 años, compartirá el medio con otros dos experimentados, el capitán Esteban Pavez y Arturo Vidal, quien se recuperó de una molestia muscular y será titular. “Arturo está bien y va a jugar, ya que entrega muchas cosas importantes para el equipo”, destacó Almirón.
El otro pilar que recuperará el Cacique para este partido será el defensor Alan Saldivia, quien completó la rehabilitación tras una rotura del menisco interno de la rodilla derecha. El uruguayo acompañará en el centro de la zaga a su compatriota Maximiliano Falcón y relegará al banco a otro de los argentinos de este plantel, Emiliano Amor. “Emiliano lo hizo muy bien. Alan venía siendo titular, pero se lastimó, lo operaron y volvió. Su semana fue muy buena, así que va a jugar Alan”, justificó Almirón.
Pese a la dimensión del adversario, el entrenador no renunciará a utilizar una delantera con tres hombres, en la que el cordobés Javier Correa será acompañado por dos extremos: por la derecha, Carlos Palacios, el goleador del equipo en 2024 (ya marcó nueve); y por la izquierda, Lucas Cepeda, una de las gratas sorpresas en los últimos meses.
Si bien nada indica que el extécnico de Lanús, Independiente, San Lorenzo y Defensa y Justicia, entre otros clubes, vaya a sorprender con algún cambio de último momento, la prensa chilena todavía especula con la chance de que Marcos Bolados juegue como extremo derecho, Palacio se retrase y actúe como enganche, y Gil pierda su lugar en la alineación. Una versión ultraofensiva como esa no parece lo más apropiado para un duelo de 180 minutos ante un adversario tan fuerte.
“River es un equipo grande y tiene nuestro respeto, pero nosotros llegamos acá por algo, lo merecemos y me siento orgulloso de lo que estamos haciendo. Entendemos la magnitud del rival y la instancia. El camarín está bien, realizamos una buena semana y esperamos sacar un buen resultado en nuestra casa y con nuestra gente”, se ilusionó Almirón.