Julio Grondona lo había repetido las veces suficientes para que la sentencia fuera tomada con seriedad. Al finalizar el periodo en curso, no se presentaría para ser reelecto como presidente de la AFA. Su anhelo era el campeonato de Brasil 2014, retirarse con su segunda estrella –la tercera para el Seleccionado- y dedicarse de lleno a la FIFA. Se soñaba en retirada mirando desde un gran ventanal con vistas al Lago Di Como

Era imposible pensar en una AFA sin Grondona y lo fue hasta hace pocos años. Y él tampoco se imaginaba sin estar al tanto de lo que sucedía en Viamonte 1366 mientras él miraba por su ventana. Por eso había trabajado en un sistema que implementaría en AFA, diseñado para que funcione también en FIFA en caso de acefalía.

Grondona planeaba una reforma en el estatuto que permitiera la conformación de un triunvirato para completar en ausencia del presidente. Cansado, Grondona quería concluir su mandato después del Mundial y que la AFA estrenara el sistema que, además, lo tendría a la distancia con el rol de presidente honorario y consultivo.

Antes de morir, Grondona se había reunido con tres personas a las que le había propuesto encarnar la nueva conducción de la AFA. Ese triunvirato fue ofrecido a los titulares de dos clubes pujantes del conurbano bonaerense y un apellido histórico de la Casa.

Quedaban afuera todos los grandes y no había lugar para el Ascenso, aunque cada espacio tendría áreas de influencia a ocupar: Tesorería, Árbitros, Selecciones y otros resortes del funcionamiento de la AFA.

Esos nombres fueron los de Alejandro Marón, entonces presidente de Lanús y secretario privado de Don Julio; Eduardo Spinosa, titular de Banfield, y Fernando Mitjans, al frente del Tribunal de Disciplina y entonces también en el comité de apelaciones de la FIFA. Grondona, sería el presidente honorario y “alejado”.

“Cuando hablé con Alejandro (Marón) del tema, me confirmó que Julio también le había ofrecido ser parte de ese triunvirato”, le dice Spinosa a Clarín. Entonces, el dirigente de Banfield recién comenzaba a recorrer los pasillos de AFA. Marón, en cambio, tenía mayor arraigo en la dirigencia del club y ya era una persona de confianza de Grondona.

Así funcionaría hasta octubre 2015, fecha de finalización del mandato en curso. Entonces se convocaría a elecciones y por primera vez el candidato no sería Grondona. Probablemente, como presidente honorario y consultivo, podía ungir a un candidato.

“A mi también me puso en el ‘triunvirato de transición’ y cuando le pregunté cuál iba a ser nuestra independencia él decía que iba a ser total. ‘¿Profesor, no me cree?’, me decía y con la misma seriedad seguía: ‘si ustedes hacen todo bien, yo no voy a hacer nada. Pero si hacen todo mal, los rajo a patadas’”, cuenta a este diario entre carcajadas Mitjans, que se puso a disposición para cuando lo necesitara.

El proyecto nunca llegó a ser tratado, la muerte de Grondona dejó el legado que se disputaron durante algunos años los dirigentes históricos. Marón, sonó como candidato. Spinosa fue nombrado Tesorero de la gestión que continuó Luis Segura y Mitjans, que continúa al frente del Tribunal, estuvo a punto de ser nombrado interventor cuando la FIFA irrumpió en la AFA y designó en ese cargo a Armando Pérez.



Fuente Clarin

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