La causa contra los futbolistas de Vélez Sebastián Sosa, Abiel Osorio, Braian Cufré y José Florentín Bobadilla tuvo anoche un capítulo bisagra. La jueza Eliana Gómez Moreira resolvió en los primeros minutos de este jueves que el arquero uruguayo quede en libertad a la espera del juicio, mientras que a sus tres compañeros se les dictó la prisión preventiva domiciliaria.
Osorio, Cufré y Florentín Bobadilla deberán cumplir con la medida por 90 días y deberán hacerlo en la provincia donde ocurrió el hecho y donde la supuesta víctima -una periodista deportiva de 24 años- radicó la denuncia. Los jugadores de Vélez (cuyos contratos fueron suspendidos por el club) deberán fijar un domicilio en Tucumán, no podrán quedar detenidos en un hotel, hostel o residencia. Tendrán que alquilar o adquirir una vivienda.
Además, los tres jugadores deberán aguardar a que les sean asignados los dispositivos electrónicos (una tobillera) para que las autoridades puedan hacer un seguimiento de su paradero y evitar así cualquier intento de fuga.
Por otro lado, se resolvió darle la libertad a Sosa y se lo autorizó a regresar a su domicilio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El arquero tendrá prohibido abandonar el país y periódicamente deberá presentarse a una dependencia policial para demostrar que sigue ligado al proceso.
En ese sentido, la jueza Moreira determinó que los cuatro acusados, antes de acceder a estas condiciones, deberán cubrir una caución de 50 millones de pesos. Y una vez que los futbolistas cumplan con todos los requisitos, Sosa saldrá en libertad (aunque seguirá imputado como partícipe secundario) entre este jueves y el viernes, y los otros tres dejarán la ex Brigada de Investigaciones donde están alojados desde la noche del lunes en calidad de «aprehendidos» para seguir encerrados en un domicilio, según informó La Gaceta.
Según trascendió, otros jugadores del plantel de Vélez que estuvieron en la concentración en Tucumán antes y después del partido con Atlético serán llamados a declarar en calidad de testigos durante el juicio y la jueza quiere evitar que los acusados se reúnan con sus compañeros para «armar un relato» común que los exonere.
Además, en la resolución leída por la jueza Moreira, se especificó que los cuatro futbolistas tendrán una restricción de salida del país y de acercamiento a menos de 400 metros del ámbito en el que se encuentre la denunciante. Todo esto mientras avance la investigación de la fiscal Eugenia María Posse.
Una audiencia maratónica y con mucha tensión
La jornada en los Tribunales de Tucumán estuvo marcada por una intensa actividad que mantuvo a todos en vilo. Bajo un fuerte despliegue de seguridad, los cuatro jugadores de Vélez arribaron al Fuero Penal de esta capital durante el mediodía del miércoles enfrentando un futuro cuyo destino ya parecía estar escrito. Cufré, Osorio, Florentín y Sosa salieron de una combi con sus cabezas tapadas con remeras, mientras una multitud de curiosos observaba con atención cada movimiento. De antemano, se había informado que la víctima seguiría la audiencia de control de garantías de manera virtual.
Minutos más tarde, fueron los familiares y abogados los que se unieron al escenario, desplegando una atmósfera cargada de tensión y expectativa. Entre los primeros en llegar estuvo Stephanie Correa, la pareja del arquero uruguayo, que ingresó protegida por el letrado defensor Ernesto Baaclini. Luego, le sucedieron las llegadas de Camilo Atim y María Florencia Abdala, abogados de Bobadilla, seguidos por José María Molina, Eliana Bataglia y Ernesto García Biagosh, representantes legales de Cufré y Osorio.
Cerca de las 14, con la fiscal Eugenia María Posse manteniendo las imputaciones que habían sido planteadas desde el inicio del proceso, comenzó la audiencia. Posse exigió que Cufré y Florentín fueran acusados como autores de abuso sexual agravado por la participación de dos o más personas; o sea, la fiscal les endilgó haber sido los violadores de la denunciante; mientras que a Sosa se le señaló como partícipe secundario del mismo delito. Por otro lado, Osorio enfrentará cargos por abuso sexual simple. La miembro del MPF estuvo cerca de dos horas leyendo las evidencias que tuvo en cuenta para sostener la acusación en contra de los futbolistas de Vélez.
A lo largo de la tarde, los cuatro jugadores también tuvieron la oportunidad de brindar su versión de los hechos a puertas cerradas (la víctima había solicitado a través de sus representantes que la prensa estuviera presente, pero no sucedió). Fue la primera que vez que hablaron, ya que no pudieron cumplir su promesa de hacerlo anteriormente porque habían quedado aprehendidos. Aunque no trascendieron todos los detalles de sus declaraciones, los deportistas negaron rotundamente las acusaciones en su contra.
En medio del hermetismo con el que se desarrolló la audiencia, en un breve contacto con la prensa, Iliana Bataglia, una de las abogadas defensoras de Osorio trató de despegar del caso a su defendido y aseguró que entre el jugador y la víctima “solo hubo unos besos”. Además, apuntó contra la denunciante: “Si se analizan las cámaras, se la puede ver que sale caminando normalmente y hasta cómo guarda una remera en la mochila que tenía puesta. En la Cámara Gesell dijo que en el Uber tenía miedo a morir, en teoría inconsciente. Señaló que también estaba así cuando le mandó los mensajes a Sosa”. Para cerrar, la letrada explicó que su defendido estaba en la habitación 407 porque era la que le habían asignado para dormir junto al arquero Sosa.
Un dato que surgió también durante la audiencia fue que, en el recinto, Sosa fue apartado de sus compañeros por tres agentes de policía tras circular rumores de un altercado entre él y Florentín en su traslado desde la ex Brigada de Investigaciones (donde estaban aprehendidos desde el lunes), llegando incluso a agarrarse del cuello.
Sin embargo, su abogado Baaclini desestimó una agresión. “Todo es mentira, no sé quién inventó eso de un golpe”, sintetizó. “La ubicación de los policías (que rodeaban a Sosa) fue casual, la idea fue tratar de acomodar a los imputados detrás de cada defensor”.
Lo llamativo durante la audiencia fue que surgió un nuevo elemento que llamó mucho la atención. ¿Pudo haber un quinto individuo implicado? El revuelo se desató en las cercanías de la sala cuando se revelaron detalles de un video que se presentó como evidencia por parte de una de las defensas. Según fuentes judiciales, en el material audiovisual se observaría la presencia de un quinto futbolista en la habitación 407 del Hilton, donde habría sucedido el hecho.
De acuerdo con la información, este jugador, cuya identidad no fue revelada, habría salido de la habitación minutos después de que la joven ingresara y momentos antes del presunto abuso. La presentación de esta prueba tuvo como objetivo cuestionar la versión de la víctima, quien afirmó que al ingresar a la habitación solo había cuatro futbolistas presentes. Sin embargo, Ernesto Baaclini, abogado de Sosa, descartó totalmente esa hipótesis.
Tras todos estos elementos y luego de un cuarto intermedio, entonces llegó la hora de la verdad. Ya sobre el final, la fiscal Posse solicitó nuevamente la prisión preventiva por tres meses para los cuatro acusados y la querella adhirió al planteo de la representante del Ministerio Público. Luego, los defensores de los deportistas expresaron sus fundamentos y rechazaron el pedido. Fue en ese momento que la última palabra la tenía la jueza Eliana Gómez Moreira, quien, en base a los argumentos que plantearon los acusadores y defensores, decidió que tres de los cuatro futbolistas seguirán con prisión preventiva, en forma domiciliaria.