En su primera Sprint Race, Franco Colapinto entendió la fiereza con la que se pelea por cada posición en la Fórmula 1. En apenas 19 vueltas, el piloto de 21 años luchó en la largada desde el puesto 10, le dio batalla a Sergio Checo Pérez, pese a que siempre lo tuvo delante, y mantuvo detrás el McLaren de Oscar Piastri durante seis vueltas para finalmente culminar 12° en Austin, donde Max Verstappen ganó su 11° carrera corta.

Con la emoción centrada en la lucha de las Ferrari, donde Carlos Sainz y Charles Leclerc peleaban por la cuarta posición como si no fueran compañeros de equipo -algo que llegará en 2025, cuando el español pase a Williams y le deje su lugar a Lewis Hamilton-, y mientras Verstappen se alejaba de Lando Norris, Colapinto perseguía a Checo y mostraba su FW46 en los espejos retrovisores del Red Bull.

En la séptima vuelta, Piastri -que había largado 16°- lo pasó a Stroll y fue a la caza de Colapinto. Encerrado entre el australiano y Pérez, que se había puesto en la cola del RB de Yuki Tsunoda, el argentino apretó pero fue inteligente: sabía que por delante todavía le quedaban la clasificación de más tarde y la carrera del domingo y tenía que llevar el Williams entero a los boxes.

Por eso, cuando en la vuelta 13 el McLaren buscó la parte interna de la curva 12 -y adelante Checo pasaba al peligroso Tsunoda, que no suele dar centímetros en ninguna lucha aunque ya esté perdida-, Colapinto no ofreció resistencia. Sí se mantuvo en zona de DRS, pero no por mucho tiempo, porque el australiano -sobre quien pesaba además una sanción previa de cinco segundos por dejar sin pista a Gasly- aceleró y también pasó al japonés en el giro 16.

«Teníamos ritmo pero era imposible pasar. Estaba un poco más rápido que Yuki pero no lo suficiente como para intentar algo. Checo (Pérez) no lo pudo pasar en un montón de vueltas. Nosotros estábamos más complicados», observó el pilarense sobre esas últimas tres vueltas hasta la bandera a cuadros, que cruzó en el 12° lugar, cinco puestos por delante que su compañero, Alex Albon, quien largó desde el pitlane.

Aunque Colapinto perdió dos puestos en la pista, no es menor resaltar que los autos que lo pasaron fueron de los equipos que luchan por el Mundial: Red Bull y McLaren. «Mucha degradación, una carrera medio lineal, medio aburrida, no pudimos hacer mucho», se resignó el argentino.

La emoción de la Sprint Race llegó en la última vuelta, cuando Lando Norris -de gran largada al avanzar dos posiciones- cometió un error que le costó el segundo lugar. El inglés, presionado por las Ferrari, bloqueó, Sainz lo pasó y debió protegerse hasta la bandera a cuadros de un Leclerc que se movía a menos de dos décimas. Al cruzar la meta en el tercer lugar, pudo sumar seis puntos en su lucha por pelearle el campeonato a un Verstappen cada vez más líder.



Fuente Clarin

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