El anuncio del ascenso de Franco Colapinto a piloto titular en Alpine tenía una letra chica inesperada: «Dará el salto por las próximas cinco carreras», decía el comunicado y la gráfica publicada en las redes sociales de la escudería francesa. La mayoría de los argentinos, seguramente, fue a chequear cuándo era esa fecha de vencimiento. ¿Pero acaso existe esa cláusula o es, quizás, una decisión política en una estructura que sufrió muchos cambios en el último tiempo y necesita adoptar este tipo de reacciones públicas?

Vamos a retrotraer en el tiempo. El 20 de julio de 2023, Alpine echó a su CEO y máximo responsable de la división F1 Laurent Rossi, lo que sirvió de efecto dominó: se fueron el jefe de equipo Otmar Szafnauer, el director deportivo Alan Permane, el director técnico Pat Fry, el director técnico Matt Harman, el jefe de aerodinámica Dirk de Beer y el director de proyectos de expansión de carreras Davide Brivio. Después de algunos nombramientos temporarios y en medio de una reconstrucción, Luca de Meo, CEO del Renault Group, convenció a Flavio Briatore de volver a esa F1 de la que había sido expulsado -y luego exonerado- en 2008.

Conocedor del ambiente pero mucho más de los negocios, el italiano podía ser el brazo ejecutor de cualquier decisión difícil de tomar. Aunque ahora diga en un comunicado oficial que son falsos los rumores de un enfrentamiento con Oliver Oakes, a quien lo une «una muy buena relación» -incluso, compartió en sus redes un mensaje del ex jefe de equipo, que lo señaló a Flavio «como un padre»-, y que la razón del británico fue «de carácter personal», el movimiento de poner a su pupilo al lado de Gasly, desechando a Doohan y al protegido de Oakes (Paul Aron) fue determinante.

Si bien es Briatore quien cuida de los intereses de Colapinto, también es responsable de la imagen de Alpine y, en medio de esta crisis, hablar de una «rotación de pilotos» y darle solo cinco carreras al argentino es una muestra de paridad de oportunidades. Aunque en los papeles eso no parezca ser cierto y lo más probable es que no exista esa cláusula.

Además del rendimiento, importan los billetes y en eso el argentino también se impuso al australiano: los 30 millones de dólares que habría puesto Mercado Libre, un sponsor que ya aparece en el A525 y que juega fuerte en el deporte (el año pasado desembolsó 202 millones para quedarse con el naming de un estadio de Brasil), sería la primera inyección monetaria. Aunque con cifras menores, otros auspiciantes que exigían la titularidad del piloto bonaerense para aportar podrían sumarse en las próximas horas.

Más allá de estas especulaciones, ¿será una presión extra lo de las cinco carreras para Colapinto? Hay que partir de la base que desde que se fue de Argentina a los 14 años, cada vez que comenzaba un campeonato en Europa no sabía si podría terminarlo por asuntos de presupuesto. Además, la Fórmula 1 es presión en sí misma; siempre se hablará, se comparará y el cuarto poder estará listo para fabular si así puede mover las piezas a su conveniencia. En definitiva, este es un deporte inglés y, por más que sonría y tenga el apoyo de la dirigencia («Debería quedarse en la Fórmula 1 porque se lo merece», dijo el CEO Stefano Domenicali en 2024), Franco puede ser visto como un intruso para el resto. Y, seguramente, sea esa la presión con la que deba lidiar realmente.



Fuente Clarin

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