Desde que los cuatro principales organismos rectores del boxeo mundial comenzaron a convivir, en noviembre de 1988, jamás un argentino o una argentina pudo completar simultáneamente el póquer de fajas de una categoría. La espera, que ya encadena 36 años, puede llegar a su fin este sábado, cuando Celeste Alaniz enfrente a la estadounidense Gabriela Fundora por el reinado indiscutido de la división mosca. El combate, que se llevará a cabo en el Hotel Virgin de Las Vegas, podrá verse a través de TyC Sports desde las 22.
En su tercera presentación en territorio estadounidense, la merlense de 28 años pondrá en juego los tres cinturones que le pertenecen desde hace seis meses: los de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB). La local, de apenas 22 años, expondrá por tercera vez el cetro de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Con los pronósticos en contra trepará Alaniz al cuadrilátero montado en el teatro de uno de los megahoteles más modernos de la Ciudad del Pecado (fue inaugurado en marzo de 2021), que tiene capacidad para 4.600 espectadores. Los tomadores de apuestas y los especialistas consideran amplia favorita a la peleadora nacida en West Palm Beach (Florida) y radicada en Coachella (California). Sin embargo, Chucky ya convivió con esa situación y salió bien parada, aunque debió tolerar los rigores de la lógica de la local y la visitante.
En julio de 2023, la argentina, que entonces era campeona de las 112 libras reconocida por la OMB, protagonizó en San Antonio una pelea de unificación con la texana Marlen Esparza, propietaria de los títulos de la AMB y el CMB. A pesar de haber sido superior a lo largo de los 10 asaltos, dos de los tres jueces la vieron perder, mientras que la restante registró empate. Aquel fallo causó estupor y rechazo incluso en el público local, tan texano como Esparza.
Tras ello, OR Promotions, la empresa que maneja los intereses de Alaniz, consiguió una revancha directa, que se concretó el pasado 27 de abril en Fresno: esa noche, después de que Esparza no consiguiera dar el peso límite de la categoría, la peleadora del Barrio Rivadavia de Merlo se impuso por decisión dividida, logró su 15° triunfo en 16 contiendas profesionales y se quedó con las tres fajas que, por mérito, le correspondían.
“Estoy muy tranquila. Estas dos experiencias (con Esparza) me ayudaron a estar mucho más tranquila ahora, a no pensar en qué puede pasar con los jueces, que era algo que me incomodaba mucho antes de la primera pelea”, contó Alaniz, quien volverá a presentarse como visitante y ante una rival que cuenta con el beneplácito de los organizadores la velada. Pero no solo con eso: si bien es copromocionada por Golden Boy Promotions (la empresa del multicampeón Óscar de la Hoya) y Sampson Boxing (la firma del empresario uruguayo Sampson Lewkowicz), Fundora es mucho más que la chica de la organización.
La norteamericana, quien es la hermana menor de Sebastián Fundora, el campeón superwélter del CMB y la OMB, le arrebató el cetro mosca de la FIB a la mexicana Arely Muciño, a quien noqueó en el quinto asalto en octubre de 2023, y lo defendió dos veces frente a la estadounidense Christina Cruz y la chilena Daniela Asenjo. “Mi próximo desafío es el título indiscutido. Quiero romper el récord de ser la campeona indiscutida más joven. Siento que una pelea contra Alaniz estaría llena de acción”, sostuvo en agosto. Si se impone el sábado, atesorará las cuatro coronas con solo 22 años y 218 días.
La invicta Fundora, a quien apodan Sweet Poison (Dulce Veneno), reúne una cantidad de cualidades que configurarán un reto gigante para Alaniz: es zurda, potente, altísima para la categoría (mide 1,75 metros, 15 centímetros más que su rival) y tiene un gran alcance. La argentina, una boxeadora de presión y sumamente intensa, tendrá que trabajar para llevar el pleito a la media y la corta distancia; de lo contrario, sus chances se reducirán sensiblemente. “Fundora es una rival más guerrera que Esparza, que era más inteligente y boxeaba más. Eso me gusta, creo que va a ser una linda pelea”, analizó la visitante.
La ganadora de este pleito se sumará a las dos campeonas indiscutidas que el boxeo tiene en estos días: la irlandesa Katie Taylor, en la división superligero, y la estadounidense Alycia Baumgardner, en la categoría superpluma (la también estadounidense Seniesa Estrada, que reinaba en el peso mínimo, anunció su retiro la semana pasada). Además, será la primera monarca absoluta en la historia de la división mosca.
Si la triunfadora es Alaniz, le dará al boxeo argentino su primer título indiscutido en la era de los cuatro organismos, algo que Brian Castaño no consiguió en sus dos intentos ante el estadounidense Jermell Charlo por el reinado de los superwélter (empató en julio de 2021 y fue noqueado en mayo de 2022).
Entre las mujeres, quien más cerca estuvo fue Ana Laura Esteche: entre 2016 y 2017 reinó en la división superligero reconocida por la AMB, la OMB y la FIB. Por su parte, Marcela Acuña obtuvo los cuatro cinturones de la categoría supergallo, pero en distintos períodos. De yapa, la Tigresa consiguió la faja de la Asociación Internacional de Boxeo Femenino (WIBA), también homologada por la Federación Argentina de Boxeo.