El Chelsea Football Club, uno de los clubes más populares e influyentes de Inglaterra, será uno de los representantes europeos en la nueva Copa Mundial de Clubes, que se disputará en Estados Unidos. Fundado en 1905 por el empresario Gus Mears tras adquirir el estadio Stamford Bridge, el club londinense creció desde sus raíces humildes en Fulham hasta convertirse en una verdadera potencia del fútbol mundial.

Con una transformación radical desde principios de los años 2000, a partir de su adquisición por el magnate ruso Roman Abramovich, el Chelsea inició una era de títulos, fichajes estelares y entrenadores de renombre. Bajo la conducción de José Mourinho, los Blues rompieron con la hegemonía tradicional del fútbol inglés y se coronaron campeones de la Premier League en 2005 y 2006. A nivel continental, vivieron noches épicas como las consagraciones en la Champions League en 2012 y 2021, coronando además su historia internacional con el título de Campeón del Mundo de Clubes en 2022 tras vencer al Palmeiras en Abu Dabi.

En la actualidad, el club vive un proceso de reconstrucción. Bajo una nueva gestión y con un plantel joven y ambicioso, el Chelsea cerró la temporada 2023/24 en un rol secundario dentro de la Premier, aunque logró clasificarse a la próxima Champions y se consagró campeón de la Conference League tras superar al Betis por 4-1 en la final. El Mundial de Clubes 2025 aparece como una oportunidad para recuperar prestigio global.

El Chelsea llega al Mundial de Clubes en medio de un proceso de renovación deportiva, tras varios años de inestabilidad institucional y deportiva. A pesar de los fuertes desembolsos en fichajes durante las últimas temporadas, el equipo no logró consolidar un estilo ni una identidad clara bajo los diferentes entrenadores que pasaron por el banquillo.

La temporada 2024/25 en la Premier League mostró señales de mejora en la segunda mitad del torneo y consiguió su objetivo de clasificarse a la Champions League tras quedar en el cuarto puesto con 69 puntos. Pero el pico de su año fue con la consagración en la Conference League, el tercer torneo continental. Se impuso en la final ante el Betis en San Mamés por 4-1 y se convirtió en el primer equipo en tener en sus vitrinas a los tres trofeos que están en disputa en Europa: Champions League, Europa League y ahora Conference League.

El Mundial de Clubes representa un enorme reto y una vidriera de peso: con la historia reciente del club como respaldo y una plantilla con futbolistas de calidad internacional, el Chelsea se propone regresar al centro de la escena global en busca de una segunda estrella mundial.

Uno de los nombres propios que simboliza el futuro inmediato del Chelsea es el de Enzo Fernández. El mediocampista argentino, campeón del mundo en Qatar 2022, fue fichado desde Benfica en una de las transferencias más altas de la historia del club: 120 millones de euros. Dueño de una gran capacidad técnica, visión de juego y despliegue físico, Enzo se ha convertido en el motor del equipo en la zona media del campo.

A pesar de las dificultades colectivas, su rendimiento individual ha sido regular y valioso, aportando equilibrio, conducción y liderazgo. En un Chelsea en reconstrucción, Enzo es el nexo entre la generación joven y la exigencia histórica de un club grande. El Mundial de Clubes puede ser el escenario donde termine de consolidarse como figura internacional en el plano de clubes.

La nueva apuesta del Chelsea para el banquillo se llama Enzo Maresca. Exasistente de Pep Guardiola en el Manchester City y reciente campeón del Championship con el Leicester, el italiano asumió el desafío de reconstruir a los Blues con una idea clara: tenencia, presión alta y formación de un equipo competitivo y moderno. Maresca representa una visión de largo plazo y una identidad futbolística que el club había perdido tras múltiples cambios de técnico.

Conocedor del fútbol inglés y admirador del juego de posesión, el entrenador llega al Chelsea con la misión de recuperar la competitividad del equipo y darle estabilidad táctica. Con su primer título en el bolsillo, el Mundial de Clubes será una prueba de fuego para su incipiente ciclo.

El Chelsea logró su boleto al Mundial de Clubes de la FIFA 2025 gracias a su consagración en la UEFA Champions League 2020/21, donde venció al Manchester City de Pep Guardiola en la final disputada en Oporto. Aquel equipo dirigido por Thomas Tuchel se impuso por 1-0 con un gol de Kai Havertz (partió al Arsenal), logrando su segunda Orejona y asegurando su lugar entre los 12 representantes europeos para esta nueva edición ampliada del torneo mundial.



Fuente Clarin

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