Boca se llevaba puesto a Talleres de Córdoba en la Bombonera en el duelo por la fecha 3 de la Liga Profesional. Así, por decantación, el equipo de Diego Martínez había pegado el primer grito de la noche cuando corrían los 20 minutos de la parte inicial. Había sido un golazo.
Equi Fernández, que cada día juega mejor, se la pasó a Cristian Medina, quien levantó la cabeza y se la devolvió en forma exquisita. El mediocampista, lanzado en carrera y ya dentro del área, descargó de primera para que Edinson Cavani, en modo centrodelantero letal, venciera la resistencia de Guido Herrera e hiciera explotar las gargantas de los fanáticos del Xeneize en la fría noche del sábado.
Sin embargo, el grito quedó atragantado porque el árbitro Hernán Mastrángelo se llevó la mano a la oreja para saber qué opinaban Pablo Dóvalo y Lucas Comesaña, el VAR y el AVAR, desde la cabina VOR en el predio Lionel Messi de la AFA en Ezeiza.
Y las noticias no fueron buenas para los de azul y oro. Parecía, un principio, que el uruguayo había picado habilitado, ya que las imágenes de la transmisión lo mostraban en la misma línea del balón. Pero no. El trazado de líneas mostró que uno de los pies del Matador estaba unos milímetros por delante y Mastrángelo no tuvo otra que anular la conquista. Todo seguía igual en la Bombonera.
El gol anulado a Cavani no fue el primero de la noche. Es que un rato antes, a los 13 minutos, Equi Fernández también había inflado las redes del arco de Talleres, pero el volante de la Selección Sub 23 estaba claramente adelantado. Es que había quedado mal ubicado después de bajarle la pelota a Merentiel, quien remató y se encontró con el guantazo salvador de Herrera.