Casper Ruud, el rival de Francisco Cerúndolo para las semifinales del Masters 1000 de Madrid, llegó al torneo español en un momento complicado. En una temporada de mucha irregularidad, no arrancó bien la gira de polvo de ladrillo europea, perdió demasiados puntos (sobre todo en Montecarlo, donde defendía final y se despidió en tercera ronda) y en la última actualización del ranking apareció 15°, afuera del top 10 por primera vez desde julio del año pasado. Pero en la Caja Mágica recuperó las buenas sensaciones, volvió a jugar en un muy alto nivel y, tras bajar a Taylor Fritz (3° favorito) y a Daniil Medvedev (9°), se metió entre los cuatro mejores.

Su gran semana en el certamen de la capital española, en el que aún no cedió sets, fue una grata sorpresa para sus fanáticos, que en los últimos meses se preguntaban por qué el escandinavo no lograba desplegar en cancha su mejor versión. Y tras su victoria de este jueves por 6-3 y 7-5 ante el ruso -la primera de una historia que ahora está 1-3 a favor del moscovita-, el propio Ruud explicó a que se debió ese bajón.

«Últimamente me ha faltado algo de intensidad, así que estoy contento de mostrarlo en Madrid. Trabajé un poco en mí mismo, sobre todo en mi aspecto mental. Así que creo que llegué al torneo en una mejor versión», comentó en la tradicional entrevista en la cancha luego de sellar su pase a semis.

Un rato más tarde, profundizó sobre el tema en la conferencia de prensa.

«No quiero ahondar demasiado en esto, pero lo cierto es que atravesé algunos problemas de salud mental este año, por lo que busqué ayuda profesional y me ha servido mucho. Ya he notado una gran mejoría, siento que me sirve mucho tener a alguien con quien hablar de mis sentimientos», reveló.

Y agregó: «Me sentía como un hámster en su rueda, daba muchos pasos, pero no avanzaba nada. El calendario actual hace imposible que se pueda frenar, necesitaba salir de esa espiral y reflexionar sobre mi vida, mis sentimientos y el camino en el que estaba. Ahora estoy de vuelta en la rueda del hámster a la que nos aboca el circuito, pero con una mentalidad mucho mejor. El tenis es mucho más complicado que golpear bien a la pelota».

En su reflexión, reavivó la discusión sobre la necesidad de un cambio en el calendario del circuito ATP, que tiene acción los doce meses del año y casi no les da descanso a los jugadores.

«Hay muchos momentos durante el año en los que desearías tener tiempo para descansar y pensar en otras cosas que no sean tenis. Si estás entre los 30 mejores del mundo, ya sabés que tenés que competir obligatoriamente unas 30 semanas al año y, si no lo hacés, las penalizaciones son muy severas. La mayoría de los jugadores pensamos que eso es demasiado. El objetivo primordial de los tenistas es que se nos escuche más. Tenemos un deporte impresionante, pero necesitamos que la temporada no sea tan larga y sentirnos como algo más que una pieza de un rompecabezas. Me parece bien que nos estemos empezando a movilizar, tengo esperanzas en el futuro», afirmó.

Y cerró con un mensaje muy positivo: «La vida del tenis no es sencilla y llegó un punto en el que estaba sobrepasado. Por suerte, vuelvo a sentirme bien, a despertarme con ilusión y una sonrisa, y especialmente, me siento agradecido por haber sido sincero conmigo mismo y haberme dado cuenta de que necesitaba ayuda».

En este 2025, Ruud tuvo su mejor resultado en el ATP 500 de Dallas, en el que perdió la final con el canadiense Denis Shapovalov. Pero no pudo conseguir buenos resultados en las citas más importantes: cayó en segunda ronda en el Australian Open y en el Masters 1000 de Indian Wells y en octavos en Miami y en Montecarlo.

Pero en Madrid, donde perdió las únicas semis que jugó en el pasado (en 2021 ante Matteo Berrettini), dio una vuelta de página y volvió a parecerse al jugador que jugó tres finales de Grand Slam (dos en Roland Garros y una en el US Open), llegó a ocupar el tercer escalón del ranking y hasta estuvo a un triunfo del número 1, cuando jugó por el título en Flushing Meadows en 2022, pero perdió con Carlos Alcaraz.

Este viernes -no antes de las 11- el noruego intentará bajar a Cerúndolo, que también llega confiado tras ganarle a Zverev y a Mensik y lo aventaja 5-3 en el historial entre ambos, para extender su gran momento en la Caja Mágica.





Fuente Clarin

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