A un mes y medio del partido entre River y Atlético Mineiro, que significó la eliminación del equipo de Marcelo Gallardo de la Copa Libertadores, se sigue hablando del histórico recibimiento de la previa, para tratar de dar vuelta el 0-3 de la ida. La Conmebol sancionó al club de Núñez con una fuerte multa económica y la obligación de jugar su próximo partido internacional a puertas cerradas.
La casa madre del fútbol sudamericano decidió aplicarle una sanción de 195 mil dólares a River por el uso de bengalas en el duelo de semifinales disputado el martes 29 de octubre, que finalizó 0-0 y clasificó a los dirigidos por Gabriel Milito a la final.
La pena económica a River tiene que ver por un lado con el artículo 15.2 del Código Disciplinario de la Conmebol, vinculado a las manifestaciones de racismo. Por ese motivo, en Núñez deberán abonar 50 mil dólares y cumplir algunas obligaciones como mostrar un cartel condenando el racismo, exhibir ese mensaje en la pantalla gigante del estadio y pubicarlo también en redes sociales.
Por otra parte, el recibimiento del Millonario infringió los artículos que se detienen en demorar el inicio del partido, el despliegue de pirotecnia y otros factores que exige la Conmebol, con distintas multas aplicadas de 100 mil (pirotecnia), 20 mil (fallas en la iluminación), 10 mil (daños), 10 mil (entrevistas post partido) y 5 mil (conferencia de prensa).
Más allá de lo que representan 195 mil dólares en la economía del club, River sabe que deberá jugar sin público en el próximo partido correspondiente a competiciones internacionales, que se supone que será el debut del equipo de Gallardo en la Copa Libertadores 2025, donde tiene casi asegurada su partipación.
Si suena fuerte el castigo a River, qué decir sobre el que la Conmebol le aplicó a Peñarol de Montevideo. El conjunto uruguayo disputó la otra semifinal, contra Botafogo, pero tenía una misión todavía más compleja: revertir el 0-6 en Río de Janeiro. El espectáculo de bengalas y fuegos no alcanzó, pero ahora se convirtió en un dolor de cabeza: el manya deberá pagar un total de 263 mil dólares en multas y tres partidos sin público.
Al igual que River, Peñarol es castigado por sus manifestaciones de xenofobia contra los hinchas brasileños, el despliegue de pirotecnia en las tribunas y más cargos.
Se espera que Racing corra la misma suerte que los de Núñez, dado que la Academia montó un espectáculo similar esos días cuando le tocó recibir a Corinthians para definir la serie de semifinales de la Copa Sudamericana que se había iniciado con un empate en San Pablo. Esa noche, el Cilindro se encendió pero el final fue más feliz: los dirigidos por Gustavo Costas accedieron a la final y unas semanas más tarde gritaron campeón en Asunción.
La preocupación en la Academia es que el próximo encuentro de Racing como local no será en la Libertadores sino que antes debería jugar la Recopa Sudamericana contra Botafogo, trofeo que se resuelve con ida y vuelta.
River ya había sido sancionado por la Justicia porteña
Tras aquel partido contra los brasileños, River fue sancionado por la justicia porteña y no pudo utilizar la tribuna Centenario Alta, que se inspeccionó en la previa del encuentro ante Atlético Mineiro y donde se secuestraron toneladas de pirotecnia. Fueron casi 10.000 los lugares que se vieron afectados por la resolución.
Aquella clausura fue impuesta por la Agencia Gubernamental de Control. Su levantamiento -a través de una multa económica- debía ser tramitado ante un controlador de faltas de la Dirección General de Administración de Infracciones de la Ciudad, aunque también interviene el Ministro Público Fiscal.
“Fue pintoresco el recibimiento pero también peligroso. Nosotros repudiamos el uso de pirotecnia”, afirmó en ese momento un funcionario de la Ciudad de Buenos Aires en diálogo con Clarín. “La sanción tiene que ser acorde a lo que pasó ya que no hubo quemados de milagro”, completó.

El Departamento Actuaciones Judiciales de la Policía de la Ciudad informó que en la previa del partido fueron incautadas más de 3.600 bengalas del Monumental, durante una inspección en la que se encontró un lote con siete cajas que contenían 1.584 bengalas: estaban escondidas dentro de un baño para discapacitados en la tribuna Centenario media que tenía un cartel de «clausurado». Las otras 2.064 bengalas se encontraban en un depósito junto al estacionamiento.
«El uso de artefactos pirotécnicos no autorizados por parte de los espectadores el cual representó un riesgo significativo para la seguridad de los asistentes y afectó el desarrollo normal del evento», explicó en un comunicado el Ministerio de Seguridad porteño.
Además del cierre de la tribuna, no se permitió el ingreso de banderas de palo ni elementos de celebración que habitualmente se le autoriza a la Subcomisión del Hincha.

Los responsables de la Seguridad del Club tuvieron que remitir al Ministerio «toda la información que resulte relevante a los fines de esclarecer lo sucedido e individualizar a los responsables» y para evitar que esta situación se repita se «deberá delinear un plan de acción orientado a detectar y prevenir la presencia de pirotecnia y elementos no autorizados en las dependencias y sectores del estadio».