El próximo fin de semana, en Silverstone, el Gran Premio de Gran Bretaña marcará el final de la primera etapa de la Fórmula 1. Comenzarán, entonces, las vacaciones de verano para los pilotos y con ella, la silly season: el período en el que el foco de atención pasa por las negociaciones de los equipos y sus ofertas para asegurarse los mejores binomios para la próxima temporada. Y, en ese sentido, el nombre de Carlos Sainz causa gran atracción.
El español sabe desde febrero que no seguirá en Ferrari porque en su lugar fue anunciado Lewis Hamilton. Sin embargo, casi cinco meses después, sigue sin una butaca asegurada para 2025 pese a que fue uno de los ganadores de este año (GP de Australia) y el único piloto que el año pasado pudo arrebatarle un Gran Premio a Red Bull (el de Singapur).
Sin cambios de pilotos entre 2023 y 2024, en una temporada «tonta» que comenzó antes de tiempo con el movimiento del heptacampeón Hamilton de Mercedes a Ferrari y en la que Red Bull se adelantó a confirmar la continuidad de Sergio Pérez como compañero de Max Verstappen pese a que sus resultados no son los mejores, cada vez quedan menos lugares disponibles, porque 13 de los 20 pilotos ya fueron confirmados.
Tres de las principales escuderías tienen sus duplas: las mencionadas Max Verstappen – Checo Pérez en Red Bull y Charles Leclerc – Lewis Hamilton en Ferrari y la del equipo sensación de las últimas carreras, McLaren, que continuará con Lando Norris y Oscar Piastri. A ellos se sumó este jueves Aston Martin, que ya se había asegurado a Fernando Alonso y ahora confirmó que Lance Stroll continuará al lado del bicampeón asturiano.
En las restantes seis estructuras hay asientos disponibles o, al menos, pilotos cuya continuidad no está asegurada. De ellas la más atractiva es la de Mercedes, apoyada en que mostró una mejora en el rendimiento con podios en las últimas dos carreras (Canadá y España). El futuro compañero de George Russell es todavía un misterio: se habló desde tentar a Verstappen hasta lograr el retorno de Sebastian Vettel. La otra alternativa -y la que más fuerte suena- es que Toto Wolff apueste a la juventud de Andrea Kimi Antonelli (17 años), actualmente en la Fórmula 2. En ese sentido, Sainz no habría estado dispuesto a calentarle el asiento al italiano firmando un contrato por solo un año.
Con ese panorama, se cree que el español tiene ofertas firmes de Williams, Sauber/Audi y Alpine. Justamente, la escudería francesa que se desprendió de Esteban Ocon tras la polémica en Mónaco también anunció este jueves que seguirá Pierre Gasly. La crisis institucional, que se traduce en apenas ocho puntos esta temporada, le juega en contra, más aún con un piloto que ya estuvo allí cuando el equipo seguía llamándose Renault. Por eso, el plan B de Alpine es promover a Jack Doohan o Victor Martins o podría inclinarse por Valtteri Bottas, alguien a quien admira Bruno Famin, el jefe del equipo galo.
Audi, por su parte, lo tiene como prioridad al madrileño. Confirmado un piloto alemán para contentar a los dueños (Nico Hülkenberg dejará Haas y pasará a Sauber en 2025), la esperanza es convencer al piloto que cumplirá 30 años en septiembre y cuyo apellido está ligado a la marca por intermedio de su padre, el múltiple campeón de rally Carlos Sainz, quien en 2024 ganó el Dakar con un Audi eléctrico. De no concretarlo, deberá elegir por Bottas o Guanyu Zhou, sus pilotos actuales y cuyos contratos expiran este año.
El otro retador es Williams, un equipo en reconstrucción que ya se aseguró a Alex Albon. En las últimas horas, incluso, se habló de la cláusula liberatoria que Sainz pidió en su contrato para ocupar el asiento de Logan Sargeant, quien se volvería a Estados Unidos para correr en la IndyCar: romper el vínculo unilateralmente, sin penalización económica, si uno de los equipos de punta le hace una oferta.
Es que la decisión del español no es sencilla; de hecho, se parece más a una apuesta porque debe elegir entre los peores equipos de la actual temporada (Sauber no sumó puntos y Williams solo 2) mientras ahora disfruta las mieles de estar en la escudería más emblemática del mundo. Pero no está en su cabeza la idea de un año sabático y hará lo que sea necesario para evitarlo.
El rompecabezas se completa: los otros asientos disponibles los tienen RB y Haas
Con Yuki Tsunoda y Kevin Magnussen con contratos vigentes hasta diciembre de 2025, resta que RB y Haas, respectivamente, confirmen a sus compañeros de equipo para la próxima temporada, ya que Daniel Ricciardo pende de un hilo y Hülkenberg ya anunció su movimiento hacia Sauber/Audi.
Mientras que en la estructura que creó el estadounidense Gene Haas el nuevo piloto sería Oliver Bearman, el británico que irrumpió desde la Fórmula 2 para subirse a la Ferrari en el GP de Arabia Saudita cuando Sainz fue operado de apendicitis, en el equipo con sede en Faenza la polémica la encendió Helmut Marko.
«Los accionistas han hecho saber que es un equipo junior y tenemos que actuar en consecuencia. El objetivo era que Ricciardo fuera considerado para Red Bull Racing con actuaciones excepcionales. Ese asiento pertenece ahora a Sergio Pérez, así que ese plan ya no es válido. Tenemos que poner a un piloto joven pronto. Ese sería Liam Lawson«, reveló el verborrágico asesor de Red Bull, en una entrevista con el periódico austriaco Kleine Zeitung.
En la previa del GP de Austria de este fin de semana, Daniel Ricciardo recogió el guante: «No me siento de una manera u otra al respecto. Sigo sabiendo que lo más importante en este deporte es el rendimiento. Eso es todo. Y eso es lo que me dará la mejor oportunidad de quedarme aquí».