El fútbol es una foto y no la película, porque la historia no siempre se impone dentro de la cancha. Si fuera por eso, Boca tendría que jugarle con suplentes a Estudiantes de La Plata este sábado a las 20.30 cuando choquen en la Bombonera, por la 14ta fecha del Torneo Apertura 2025.

Si se repasan las estadísticas, el conjunto de La Ribera tiene una amplia superioridad en los 223 encuentros que los tuvieron frente a frente: 114 triunfos y 54 derrotas, un total de 60 partidos de diferencia. Sin embargo, la distancia se acortó en forma asombrosa en los últimos 20 años, cuando los de la ciudad de las diagonales dieron vuelta la taba.

Desde 2005 al presente, Estudiantes está arriba 15 a 13, plazo en el que hay que sumar aquel mazazo histórico del equipo del Cholo Simeone sobre el de Ricardo La Volpe, en un desempate por la final del campeonato 2006.

Para Boca fue una derrota de las que no se olvidan porque le cortó la chance de ser tricampeón (había ganado los dos torneos anteriores con Alfio Coco Basile, quien se marchó a su segundo ciclo al frente de la Selección). Pero el Pincha siguió haciendo de las suyas hasta el presente, y esa es la espina que buscará sacarse este sábado ya con Fernando Gago (protagonista de aquel cruce) de DT en el banco de suplentes.

De aquel nocaut en la cancha de Vélez a otros dos piñazos recientes, también en cancha neutral, que se mantienen frescos en la memoria de los hinchas xeneizes: Estudiantes lo eliminó en sus últimos dos cruces por torneos locales, dos semifinales que podrían haber cambiado el panorama del club que preside Juan Román Riquelme.

El primero fue en noviembre de 2023, cuando Boca tuvo que digerir la derrota en la final de la Copa Libertadores contra Fluminense en el Maracaná y se vio obligado a ganar la Copa Argentina para clasificar a la siguiente edición del certamen internacional. Jugaron en el Kempes de Córdoba, ya sin Jorge Almirón, que renunció al volver de Río de Janeiro, pero con Mariano Herrón, el interino que se probaba para quedar como DT fijo.

El partido se hizo cuesta arriba desde el arranque, Estudiantes se puso arriba con gol de Guido Carrillo y a los 14 el uruguayo Marcelo Saracchi se hizo echar inexplicablemente tras pegar un planchazo cuando perdía una pelota en ataque. Boca logró darlo vuelta con diez jugadores y gracias a Miguel Merentiel. Pero el equipo que ya era dirigido por Eduardo Domínguez volvió a pasar al frente por medio de Mauro Boselli y un gol en contra de Nicolás Figal para el 3-2 definitivo. Unos par de semanas después, le ganaría a Defensa y Justicia para ser campeón.

La revancha llegó rápido para Boca, aunque el resultado volvió a ser adverso. Corría el mes de abril de 2024 y los dirigidos por Diego Martínez ya se habían resignado a jugar la Copa Sudamericana mientras soñaban con ganar la Copa de la Liga, envalentonados tras eliminar al River de Martín Demichelis en cuartos de final.

Boca dominó desde el arranque y ganaba bien con otro gol de Merentiel, acumulando y desperdiciando chances, también reclamando un par de penales que el árbitro Nazareno Arasa no consideró como tales. A quince minutos del final, y cuando Estudiantes empezaba a arrimarse al arco que pertenecía a Chiquito Romero, se dio una jugada que marcó un antes y un después en toda la temporada: Cristian Lema levantó la pierna de más, cometió penal y se fue expulsado.

Fue empate 1-1 y penales, donde el Pincha se ganó el pasaje a la final, que volvió a ganar, esta vez frente a Vélez. A Boca le esperarían más frustraciones, incluida la última con Alianza Lima.

Será un sábado de curiosidades en la Bombonera porque Arasa será el árbitro y porque Lema vuelve a la convocatoria de Boca después de 26 partidos, ausente tras el empate contra Riestra, el 27 de octubre del año pasado, como consecuencia de una serie de lesiones crónicas.

Pero el nombre que no pasará desapercibido en Brandsen 805 será el de Cristian Medina, que vuelve al estadio donde nació pero vestido de rojo y blanco.

Medina, presente en las dos derrotas de Boca contra Estudiantes mencionadas, esta vez buscará tener una noche feliz con los de La Plata. El chico de Moreno que en junio cumplirá 23 años, se fue en medio de un conflicto con la dirigencia, presionando por una venta a Turquía y luego activando una cláusula de rescisión que le dejó 15 millones de dólares a las cuentas del club pero también un profundo resentimiento de parte de los hinchas.

En cuanto al partido en sí, el Xeneize llega clasificado a octavos y más cómodo que su rival pero necesita ganar para sumar de a tres y mantenerse en la cima de la Zona A, a sabiendas que esa posición garantiza ser siempre local en el camino hasta la final del torneo. Después se le vienen dos partidos de visitante: el Superclásico y Tigre, otro que pelea.

Para Estudiantes, una derrota puede significar quedar muy comprometido en la lucha por mantenerse en el top 8 que accederá a los playoffs. Quedarse afuera será leído como un fracaso para un plantel reforzado a la altura de los equipos más poderosos del país. Y una pequeña venganza para todos en la Bombonera.





Fuente Clarin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *