Banfield le ganó a Independiente Rivadavia y se reencontrará con un viejo rival de barrio en los octavos de final

Por los 16avos de final de la Copa Argentina, Banfield la ganó 2-1 a Independiente Rivadavia de Mendoza en el Mario Alberto Kempes de Córdoba y ahora en octavos de final se reeditará un viejo clásico: se medirá contra Talleres de Remedios de Escalada, que viene de dejar en el camino al Racing de Gustavo Costas.

La historia señala que Banfield-Talleres de Remedios de Escalada fue el primer gran clásico de la Zona Sur. Según cuentan las crónicas de épocas antiguas, los banfileños representaban a los jefes del ferrocarril, mientras que los de Escalada a los talleristas, es decir, a los trabajadores. La particularidad es que este choque se produjo por última vez hace 31 años, el sábado 6 de febrero de 1993, en cancha del Taladro, que esa temporada, de la mano de Carlos Babington, lograría el ascenso del viejo Nacional B a la Primera División.

Y fue un partidazo el del último registro: empate 3-3. Jorge Rubén Patrulla Jiménez, Raúl Edmundo Wensel y Daniel Alejandro Delfino, marcaron para el local, mientras que Héctor Baillié, Adrián Dezotti y Miguel Fretes anotaron para la visita.

Existe, además, un antecedente peligroso entre ambas barras, que sucedió a mediados de la década de 1990. Años después, así contaba Clarín la historia: «Las barras del Ascenso también son peligrosas. Por ejemplo, la de Talleres de Remedios de Escalada. Esta hinchada le robó todas las banderas a Banfield. Fue un sábado, hace pocos años, en el que Talleres jugó de local en Banfield, un histórico rival del GBA. Los «trapos» estaban guardados en el estadio. Esa misma noche se organizó un ritual en la cancha de Talleres y la barra quemó las banderas robadas».

Claro tuvo que sufrir Banfield para obtener el boleto a los octavos de final. Bruno Sepúlveda y Milton Giménez, de pecho, pusieron en ventaja a los comandados por Julio Falcioni, pero Victorio Ramis descontó a los 25 minutos de la segunda etapa. Entonces, los últimos instantes del juego encontró al Taladro aguantando con todos sus futbolistas cerca del arco que defendió Facundo Sanguinetti, titular en reemplazo del desgarrado Marcelo Barovero. La Lepra, que buscó la igualdad con insistencia, pidió con insistencia un penal por mano de Emanuel Insúa que el árbitro Pablo Echavarría, tapado, no vio. Se recuerda: en este torneo no hay VAR.

Ganó Banfield, pasó de ronda y habrá clásico de la zona Sur en los octavos de final de la Copa Argentina.