El seleccionado argentino de vóleibol consiguió en la ciudad polaca de Lodz lo que quería: el pasaje a los Juegos Olímpicos de París 2024. Y estuvo también al borde de la hazaña contra Eslovenia: tuvo un match ball en el cuarto set pero no lo pudo cerrar y el mejor equipo de la fase regular lo aplastó en el tie break para meterse en semifinales de la Liga de Naciones.
Pese a terminar en la octava posición en la primera ronda del torneo, y de tener a priori el choque más exigente de los cuartos de final, el equipo de Marcelo Méndez le hizo frente con un gran juego que le permitió llevarse el primer set por 25-19 y, tras perder el segundo por 25-17, ponerse al frente 2 a 1 con un gran juego de Conte y hasta tener un match ball en el cuarto parcial.
El poderío del seleccionado esloveno se notó en el inicio de ese set clave, pero a pura garra y con el gran bloqueo argentino, el buen trabajo de Bruno Lima en ataque (máximo anotador nacional con 26 puntos) y un De Cecco vital para el armado de su juego Argentina pasó por primera vez al frente cuando se puso 10 a 9 y llegó a generar una diferencia de dos puntos hasta que los europeos volvieron a igualarlo (15-15).
En un desarrollo palo a palo, Eslovenia llegó a ponerse de nuevo a cuatro puntos de distancia (20-16). «No nos podemos quedar en esta rotación de mierda», reclamó el entrenador argentino en el tiempo muerto y su equipo reaccionó.
Aunque Eslovenia tuvo en sus manos un triple set point, el bloqueo argentino creció hasta poner el duelo 24 a 24. Si bien el mejor seleccionado de la primera ronda y candidato al título con Polonia contó con otras dos posibilidades de cerrar el set, la Selección no se achicó: un punto de Loser y una pelota afuera de los europeos -que pidieron un inexistente toque a la red- generaron el match ball que, sin embargo, no pudieron cerrar.
Esa remontada épica para ganar el cuarto set por 29 a 27 con un ace de Stern (31 puntos) le dio otro empuje al equipo del rumano Gheorghe Cretu, que fue implacable: sacó una diferencia de cuatro y cambió de lado arriba 8 a 4.
Méndez pidió paciencia y mejorar la recepción para rotar, pero los errores aflojaron y la distancia se amplió a seis y fue imposible de remontar. Con un claro 15-7, Argentina cayó en el quinto y se despidió del torneo donde sigue sin poder meterse entre los cuatro mejores. Eslovenia, por su parte, volvió a esa instancia después de tres años y se medirá a Japón, mientras que en la otra semifinal chocarán polacos y franceses.