Como si el lapidario 4-0 que sufrió dentro de la cancha no hubiese alcanzado, el Real Madrid afronta otro problema que puede generar más que un dolor de cabeza. LaLiga anunció este domingo que denunciará de forma inmediata los insultos y gestos racistas recibidos por jugadores del conjunto culé en el clásico contra el Real, disputado en el estadio Santiago Bernabéu, ante la Policía Nacional y la unidad de delitos de odio y discriminación de la Fiscalía General del Estado.
Así lo expresó en un comunicado en el que señaló que durante el partido se observaron «intolerables conductas racistas» y condenó «enérgicamente estos hechos». «LaLiga continúa firme en su compromiso de erradicar cualquier tipo de conducta racista y odio dentro y fuera de los estadios. En el deporte no hay lugar para esta lacra», completó.
Unas horas antes, el propio Real Madrid había anunciado el inicio de «una investigación» para «localizar e identificar» a «unos pocos aficionados» del conjunto blanco que profirieron insultos racistas tras el gol de Lamine Yamal con el fin de «adoptar las medidas disciplinarias y judiciales pertinentes».
El club condenó «de manera rotunda cualquier tipo de comportamiento que implique racismo, xenofobia o violencia en el fútbol y en el deporte, y lamenta profundamente los insultos que unos pocos aficionados profirieron anoche en uno de los córners del estadio».
Al finalizar el encuentro en el que el Barcelona se impuso 4-0 se viralizaron en redes sociales vídeos de la celebración del gol de Yamal junto a Alejandro Balde en el que se escuchan insultos como «puto negro».