Carlos Alcaraz es el tenista del momento. Lo fue después de ganar Roland Garros y lo es a poco de defender su título en Wimbledon, para ser el sexto hombre en la Era Abierta en conquistar ambos Grand Slams en el mismo año. Como el que es campeón hace lo que quiere, logró que en la noche del domingo retrasaran la cena de gala a la que asisten los miembros del All England Club junto a varias celebridades. Pero después les dio el gusto de revivir una tradición que no se veía desde 2015: el baile de los campeones, en este caso Alcaraz con la checa Barbora Krejcikova.
Tras una noche agitada, ayer a la mañana charló en Londres con los enviados especiales de los medios españoles, como “El País”, “El Mundo”, “Marca” y “As”. Vale la pena repasar algunas de las declaraciones que dejó Carlitos, de 21 años, antes de irse a festejar el título español en la Eurocopa de fútbol.
Uno de los temas recurrentes en las entrevistas fue el peso de la nueva generación y el cambio de mando a manos del italiano Jannik Sinner, número uno del mundo, y de él mismo, ante el retiro de Roger Federer, el inminente adiós de Rafael Nadal y el cuerpo cada vez más maltrecho de Novak Djokovic.
“Yo no considero que haya un cambio de era, un cambio de guardia -avisó Alcaraz de entrada-. Todos sabemos lo buen jugador y lo ambicioso que es Djokovic. Estoy seguro de que después de esta derrota va a entrenarse más duro todavía y va a ser mejor jugador. Nosotros vamos a entrenar duro para que este tipo de situaciones vuelvan a pasar y que no nos vuelva a ganar Djokovic. Pero sinceramente no veo un cambio de guardia”.
Entonces reveló qué le dijo el serbio cuando lo saludó en la red tras su triunfo en tres sets en la final en el All England. “Cuando lo vi en Wimbledon por primera vez, bromeamos y le dije que era un súper humano, un titán -contó-. Desde entonces, cuando nos veíamos me decía titán y en la red me dijo: ‘Titán, enhorabuena, te lo mereces’”.
¿Se ve Alcaraz ganando tantos Grand Slams como Federer, Nadal y Djokovic? “No sé lo que me va a deparar el futuro. Al final, el futuro es incierto y todo puede pasar. No podemos dar por hecho nada. Lo que sí puedo decir es que vamos a pelear -adelantó el murciano-. Sabemos que estamos en el camino correcto. Si seguimos con esta ambición y estas ganas de entrenar y de luchar cada día, creo que puedo hacer grandes cosas”.
Es de bajar la adrenalina Alcaraz cuando empiezan las comparaciones con las tres leyendas. Tanto que el domingo comentó que todavía no se ve como “un gran campeón”. Ayer le reiteraron la inquietud y reafirmó: “Yo considero como campeón a las leyendas que tienen muchos títulos y muchos Grand Slams. Hasta que no me acerque a ellos y tenga dos cifras en los grandes no me voy a considerar un campeón. A partir de los 10, empezaré a pensar que me estoy acercando a sentarme en la misma mesa que ellos”.
Alcaraz, al fin y al cabo, apenas tiene 21 años. Claro que con mucho recorrido y del bueno sobre las canchas de tenis. ¿Se acostumbra al mundo en el que vive gracias a sus logros? “No, todavía alucino con las cosas que vivo y consigo, y con las personas que conozco. Sigo todavía en una nube. Intentamos tomárnoslo con la mayor naturalidad posible, aunque cuesta bastante”.
Entre las personalidades que lo felicitaron, Alcaraz destacó a Nadal, Pau Gasol, Fernando Alonso y Neymar. Admitió que se sorprendió con Lewis Hamilton. “Nunca antes me había escrito ni habíamos tenido interacción”, dijo. Y contó que lo saludaron los actores Will Smith, Tom Holland, Tom Cruise y Zendaya.
Es joven Alcaraz, es cierto, pero en el pasado el cuerpo le pasó factura por su desgaste. Por eso aprendió la lección. “Soy un chico que intenta no tropezar dos veces con la misma piedra -dijo-. Este año ya sabemos lo que tenemos que hacer. En lo físico estoy a la par, pero mentalmente estoy más fuerte”.
El deporte de alto rendimiento es talento, esfuerzo y trabajo. Mucho trabajo con el cuerpo de por medio. Cuando el periodista de “El País” le preguntó si se considera un “revolucionario” por no olvidar que se debe disfrutar aun en la cima, Alcaraz no le escapó a la reflexión.
“Hay mucha gente que me dice que nunca habían visto a nadie jugar con la alegría con la que yo juego. Transmitir esa tranquilidad y esa naturalidad en la pista… Mucha gente no lo había visto, así que escuchar esas palabras me encanta y las agradezco un montón -se sinceró-. Puede ser que esté cambiando un poco la manera de ver el deporte, de ver el tenis. Creo que he captado mucha atención de gente que no seguía el tenis o el deporte, pero sobre todo no tanto por la manera de jugar sino por la manera de comportarme. Al final juego para mí y mi equipo, pero también para la industria del tenis. Quiero intentar captar a toda la gente posible para que vea el tenis”.
De todas maneras, reconoció que vive una lucha cotidiana por equilibrar la presión por ganar con el disfrute de sentirse un privilegiado por el lugar al que llegó.
“A veces cuesta seguir disfrutando. Cuando estás ahí, ya no es la presión que te pone la gente sino la que te pones tú mismo. Quieres ganar todo, quieres ganar los Grand Slams y si no lo consigues, te frustras -confesó-. Ahí es cuando tienes que poner en práctica lo que has hecho en los entrenamientos con tu mente y ya no es técnica o físico. Debes buscar ese equilibrio”, relató el murciano.
“El tenis es un no parar. Acabo de ganar y ya tengo que estar centrado en los Juegos Olímpicos -reconoció-. A veces pienso que me gustaría tener más tiempo para mí y el tenis no me lo permite. Siento frustración por ello y es raro, pero siempre han sido pensamientos fugaces que se han marchado rápido”.
Así declara un campeón.