Se estrenó la serie de Ángel Di María. El documental de tres capítulos que ya está disponible dejó un sinfín de distinciones icónicas. Sin embargo, aunque está vinculado con el rosarino, hay un hecho que captó la atención de los espectadores. En una de las escenas se aprecia un llamativo tatuaje de Pablo Aimar, el integrante del cuerpo técnico de Lionel Scaloni.
La serie repasa los comienzos de Fideo cuando colaboraba a armar bolsas de carbón en su ciudad natal, los malos momentos que atravesó con la Selección Argentina, las veces que coqueteó con retirarse profesionalmente, su relación y la divertida anécdota sobre la propuesta de casamiento a Jorgelina Cardoso y la sorpresiva cábala que mantuvo durante el Mundial de Qatar 2022, donde se consagró campeón del mundo.
Lo cierto es que el ‘Payasito’ conoció a Di María hace muchísimos años, cuando arribó a Benfica hace más de 15 años. «Cuando llegué en 2008, él no era titular siempre. Al año siguiente hace una explosión que era lo que iba a pasar, inevitablemente», comentó el ex River y Valencia. Con el paso del tiempo volvieron a coincidir en Argentina, hasta que finalizó en la reciente Copa América conquistada en Estados Unidos.
A pesar de tener un rol secundario en el armado del equipo y en las decisiones finales, Aimar es fundamental en el acompañamiento de los jugadores argentinos. Los propios futbolistas, y en mayor medida los referentes de la Scaloneta, son los que elogian su manejo y resaltan la importancia que tiene dentro del grupo. También destacan la cercanía y los consejos que le brinda a cada uno.
En una de las escenas de la serie, el ‘Payasito’ reveló un secreto inesperado con el que dejó a todos con la boca abierta. Contó que en una de las tantas conversaciones que mantuvo con su hijo durante la Copa América 2021, a base de intuición y sensaciones internas, le hizo un adelanto de lo que pasaría en el partido final contra Brasil en el mítico estadio Maracaná durante la pandemia.
«El día antes, mi hijo Agustín, me escribe: ‘Estoy cagado pero tengo fe», me pone. Y me pone: ‘1 a 0 di maria’. En minúscula, sin el acento. ‘1 a 0 di maria’, bien adolescente. Entonces, digo: ‘Bueno, si llega a pasar esto…’, si llega a hacer un gol, llegamos a ganar 1-0 y hace el gol Di María…», confesó el integrante del cuerpo técnico que consiguió cortar la enorme sequía de títulos.
La predicción de Agustín quedó lejos de ser una simple ilusión juvenil y fue exactamente lo que sucedió en el partido bisagra del torneo continental. Aimar, fiel a su palabra, cumplió la promesa que hizo a horas de la final y se tatuó la frase en el tríceps de su brazo derecho. «Lo tengo tatuado a Ángel, es el mensaje de él el día antes», contó Pablo en su participación durante el documental «Ángel Di María: romper la pared«.