Iker Muniain cada vez está más cerca de Boedo. Pero en San Lorenzo se tapan con una manta corta. Cada vez que se cubren la cabeza, les quedan afuera los pies. Para poder sumar a un refuerzo top como el español, el Ciclón tendrá antes que levantar dos inhibiciones más que le cayeron en los últimos días.
Si bien el monto es pagable para los valores del fútbol actual, no deja de ser un dolor de cabeza más que debe afrontar la entidad azulgrana en el último tiempo. De hecho, Leandro Romagnoli estuvo varios partidos de este semestre sin poder usar a los nuevos nombres por el atraso en el pago de las inhibiciones anteriores por más de 3 millones de dólares en total.
Con Muniain los números del contrato están acordados. La idea es que firme hasta diciembre de 2025 con clausulas de salida en diciembre de este año y junio del que viene. El extremo devenido en volante de 31 años estuvo en el país la semana pasada y está previsto que vuelva a pisar la Argentina por estas horas para sellar su vínculo con San Lorenzo.
No está todo dicho, igualmente. Desde Boedo advierten que está muy avanzado pero “no cerrado aún”. ¿Qué falta? Según pudo averiguar Clarín, el futbolista está resolviendo cuestiones financieras que están ligadas a la divisa extranjera. ¿Esto puede hacer caer el arreglo? Esperan que no sea un impedimento para sumarlo. De hecho, los abogados del club y los de Muniain ya están intercambiando papeles para agilizar todo.
Eso sí, el Ciclón tendrá que pagarle a Fabricio Formiliano, quien no llegó a disputar ni un minuto con la camiseta azul y roja, 150 mil dólares por un plan de pagos incumplido. Y 250 mil dólares a Cristian Zapata por una deuda salarial. Ambos inhibieron a la institución a través de FIFA y ya hay sentencia firme.
Entonces, son 400 mil dólares los que necesita cancelar para levantar estas nuevas inhibiciones que ya corren y que nuevamente lo tienen maniatado. Sólo así podrá sumar a Muniain.