La sede del club Nacional fue la única abierta en todo Uruguay, donde la Asociación Uruguaya de Fútbol (UAF) decretó un cese de actividades hasta el domingo. El Bolso recibió el cuerpo de Juan Izquierdo para el desarrollo de un escueto velatorio al que acudieron miles de personas, hinchas de su histórico rival, Peñarol, y de prácticamente todos los clubes charrúas que desbordaron el lugar.

Mientras el cuerpo de Izquierdo era trasladado en un avión del ejército desde Brasil, donde el futbolista agonizó durante cinco días tras sufrir una crisis cardíaca durante el partido del jueves por la Copa Libertadores, las rejas de la sede social se poblaron de ofrendas de flores, velas, dibujos, mensajes y banderas. La gente comenzó temprano a hacer una fila para poder dar el último adiós.

Recién a las 10 y por un acceso alternativo al principal, la familia del futbolista ingresó para compartir en intimidad una hora delante del féretro al que la gente tuvo acceso desde las 11 y hasta las 13. Desde esta mañana y hasta la semana que viene, la bandera del club permanecerá izada a media asta en señal de duelo.

En un clima de profunda congoja, el público comenzó a desfilar frente al féretro del jugador ubicado en el Salón Cristal de la sede de Nacional, rodeado por arreglos florales enviados en su mayoría por colegas y clubes, según constató la agencia de noticias AFP.

El frente de la sede social del Bolso, donde velaron los restuos de Izquierdo. Foto: REUTERS / Mariana GreifEl frente de la sede social del Bolso, donde velaron los restuos de Izquierdo. Foto: REUTERS / Mariana Greif

Además de hinchas anónimos, al lugar llegaron cuatro jugadores de San Paulo y una delegación de Peñarol, archirrival de Nacional en el fútbol uruguayo, integrada por sus jugadores de mayor ascendencia, su presidente Ignacio Ruglio, su DT Diego Aguirre y otros dirigentes.

En la calle, también había gente con la camiseta del Manya entre las tantas de Nacional sin que eso supusiera un acontecimiento violento, como es la costumbre. El dolor del duelo, no conoce de colores y allí estaban todos, incluso los hinchas de otros clubes.

Es que Negrón había vestido las dos camisetas. También la de Cerro, Montevideo Wanderers y Liverpool en Uruguay, país que solo dejó para jugar una temporada en México en el club San Luis.

Consagrados como Luis Suárez, exjugador del Nacional, y Diego Forlán, identificado con Peñarol, entre otros muchos futbolistas, también se despidieron en redes sociales.

Chicos, grandes y ancianos en la despedida. Foto: AP Matilde Campodonico.Chicos, grandes y ancianos en la despedida. Foto: AP Matilde Campodonico.

“Estoy destruido y estoy dolido pero ni por asomo puedo ponerme en la piel de la familia de Juan. Hoy lo que más me preocupa es la familia Izquierdo. Nosotros vamos a salir a adelante todos, dolidos por esto, pero la familia del jugador es lo que más me importa hoy”, fueron las palabras que eligió el presidente de Nacional, Alejandro Balbi, en una improvisada conferencia en la puerta de la sede.

El deceso del defensor ocurrió como consecuencia de una “muerte encefálica tras una parada cardiorrespiratoria asociada a una arritmia”, según se detalló en el reporte que difundió el hospital Albert Einstein de San Pablo, al que llegó en ambulancia directamente desde el Morumbi.

Allí jugaba por los octavos de la Libertadores y se desplomó en el césped e ingresó al centro de salud con un paro cardíaco y fue reanimado con un desfibrilador. El jugador de 27 años no pudo mejorar su cuadro y murió cinco días más tarde.

Nacional logró que los restos fueran trasladados en el avión Aviocar C212 de la Fuerza Aérea Uruguaya, luego de una gestión con el ministro de Defensa del país vecino, Armando Castaingdebat.





Fuente Clarin

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