del que arma casas rodantes a los dos que siguen jugando

Si bien el Día Nacional del Deportista se celebra en Argentina el 16 de noviembre, en coincidencia con el Día Internacional de la Tolerancia establecido por la Organización de las Naciones Unidas, el 28 de agosto bien podría aspirar a ese reconocimiento. Durante esa jornada de 2004, dos seleccionados consiguieron medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas. Para el de fútbol, fue un logro fundacional que tendría su réplica en Beijing 2008. Para el de básquetbol, constituyó una hazaña que, a dos décadas vista, parece inigualable.

Doce hombres fueron los responsables de aquella proeza del baloncesto nacional, que incluyó un triunfazo ante el seleccionado estadounidense (formado íntegramente por jugadores de la NBA) en las semifinales y una victoria por paliza frente a Italia en la final. Caminos muy distintos han seguido esos 12 hermanos de camiseta, como ellos suelen definirse: algunos todavía permanecen muy ligados al deporte que los llevó a la cumbre y otros han optado por dedicar su tiempo a otras actividades.

Dentro de poco volverán a juntarse. Será para formar parte de un partido homenaje que se llevará a cabo el 2 de noviembre en el estadio Mary Terán de Weiss, conocido popularmente como el Parque Roca.

La semana pasada confirmaron su presencia con un video genial, en el que dejaron pistas, bromas e imágenes de sus nuevas vidas, a dos décadas de la gloria dorada.

Carlos Delfino es uno de los dos campeones olímpicos de aquella Generación Dorada que todavía juega al básquetbol: a fin de mes iniciará su 25ª temporada como profesional. Lo hará con el Benedetto XIV Cento de la Serie A2 de Italia, en el que se desempeña desde enero de este año.

El santafesino, que el jueves cumplirá 42 años, promedió 10,9 puntos, 6 rebotes y 3,3 asistencias durante el último semestre con el conjunto de la provincia de Ferrara, al que ayudó a mantener su lugar en la A2. El mes pasado, acordó su continuidad. “Estoy feliz de ser parte de este nuevo proyecto, todavía me siento capaz de defender los colores de este equipo y estoy orgulloso de ello”, aseguró. Su debut en esta campaña será el 29 de septiembre, cuando Benedetto XIV Cento recibirá a Libertas Livorno.

El otro que todavía despunta el vicio, a los 50 años, es Rubén Wolkowyski. El Colo había cerrado su etapa como jugador en Quilmes de Mar del Plata en la temporada 2014/15, se había radicado en España y estaba dedicado a la formación de juveniles en su Wolkowyski Academy. Pero en febrero de este año decidió volver.

El chaqueño se sumó al Salliver Fuengirola, un equipo andaluz que entonces competía en la quinta división del básquetbol español y cuyo plantel integraba su hijo Thomas, de 24 años. Juntos consiguieron el ascenso a la Tercera FEB. En julio, ambos acordaron jugar un año más y ahora se están preparando para el certamen que comenzará el 13 de octubre.

También sigue saliendo regularmente a la cancha Leo Gutiérrez (46 años), aunque su lugar está en el banco. El jugador más ganador en la historia de la Liga Nacional (obtuvo 10 títulos) se retiró al finalizar la temporada 2016/17 con la camiseta de Peñarol e inmediatamente comenzó su carrera como entrenador: lo hizo en el conjunto marplatense, al que dirigió dos años.

En junio de 2019, tomó las riendas de Ciclista Olímpico, al que condujo durante casi cinco años hasta que fue despedido en mayo de este año (en ese período totalizó 179 partidos, con 96 triunfos y 83 derrotas). Además, el cordobés de Marcos Juárez fue entrenador del seleccionado argentino sub-17 que finalizó 11° en el Mundial de España 2022 y también del que terminó 10° en Turquía 2024.

Al igual que Gutiérrez, Luis Scola (44) no se dio un respiro cuando se retiró, tras los Juegos Olímpicos de Tokio. Enseguida se sumó como director general a la Junta Directiva del Pallacanestro Varese, el último equipo en el que había jugado. Y en mayo de 2022 hizo uso de una cláusula que incluía su contrato y adquirió el 51% del paquete accionario de la institución, de la que hoy es dueño mayoritario y CEO.

“Quería hacer cosas y entiendo que estamos proponiendo un sistema diferente al del entorno. Buscamos generar un modelo NBA, pero entre comillas, porque no tenemos ni los recursos ni las estructura ni la historia de esa liga. Lo que hacemos es tomar lo que hace la NBA e intentamos aplicar aquellas cosas que pueden ser adaptables a nuestra realidad”, explicó el máximo anotador en la historia del seleccionado argentino en una entrevista publicada por la revista Forbes en septiembre de 2023.

En un proyecto similar, aunque a otra escala, se embarcó Juan Ignacio Sánchez (47) en su Bahía Blanca natal. Tras retirarse en 2013 en Bahía Basket, continuó vinculado al proyecto deportivo del club (que actualmente participa en las competencias de la Asociación Bahiense de Básquetbol), pero no se quedó solo con ello: invirtió fuerte para la creación de Dow Center, un centro de formación “diseñado para inspirar bienestar, disfrute y alto rendimiento”.

Además, el primer argentino que disputó un partido en la NBA (lo hizo el 31 de octubre de 2000 con Philadelphia 76ers frente a New York Knicks en el Madison Square Garden) brinda asesoramiento a líderes deportivos y corporativos en temas relacionados con el bienestar organizacional y el entendimiento de las nuevas generaciones.

Emanuel Ginóbili también cuenta con un cargo dirigencial en San Antonio Spurs, el equipo con el que ganó cuatro títulos de la NBA: desde septiembre de 2021 es asesor de operaciones y desarrollo de jugadores de la franquicia, un trabajo que realiza en conjunto con su exentrenador Gregg Popovich.

De todas maneras, esa labor no resulta muy absorbente para el primer argentino que ingresó al Salón de la FAMA de la NBA en Springfield (fue incorporado en septiembre de 2022), por lo que Manu dedica buena parte de su vida a compartir tiempo con su esposa, Marianela Oroño, y sus hijos, Dante, Nicola y Luca. “Era el 20 de los Spurs y el 5 de Argentina. Ahora soy jubilado en mis 40s”, se define en su biografía en Instagram.

Su excompañero en San Antonio Spurs Fabricio Oberto (49), quien se retiró en 2013 con la camiseta de Atenas, comenzó a construir lazos con los medios de comunicación cuando todavía jugaba en Valencia. Fue conductor y columnista de varios ciclos en radio y televisión, y desde 2016 se desempeña en la señal ESPN como comentarista de partido de la NBA.

Además, el expivot nacido en Las Varillas comenzó a producir en diciembre de 2022, junto al empresario Martín Sola, el podcast Sportlarity, que está transitando su segunda temporada y en el que se abordan temas vinculados con la ciencia, el deporte y la tecnología. Y también brinda charlas sobre liderazgo y motivación.

Otro exintegrante de la Generación Dorada que se relacionó con los medios de comunicación fue Andrés Nocioni (44). En enero de 2021 fue convocado por ESPN para actuar como analista de partidos de la NBA. “Es una manera de seguir cerca del básquet. Siempre jugué y no es lo mismo verlo que analizarlo. Pero lo llevo bastante bien y me parece un buen desafío”, explicó. Hoy todavía conserva esa tarea y realiza la misma labor para Fox Sports en partidos de la Liga ACB de España.

El alero santafesino, que se retiró en 2017 (su último equipo fue Real Madrid) y está radicado en General Pico, mostró el mes pasado que todavía conserva sus cualidades intactas: participó en el Juego de las Estrellas, organizado por la Asociación de Jugadores, que se llevó a cabo en el estadio Diego Armando Maradona de Zárate.

Walter Herrmann (45), quien abandonó la práctica profesional del deporte en 2019 y se radicó en Málaga en 2020, también siguió ligado al deporte, aunque, en su caso, lo hizo realizando campus. Comenzó en España, junto a Rubén Wolkowyski y el exalero cordobés Walter Guiñazú, y desde hace tres años montó su propia estructura en Argentina (se llama ADN Formación Olímpica), con la que recorre el país generalmente entre junio y agosto. Además, durante los Juegos Olímpicos de París trabajó como comentarista para la cadena Telemundo.

También participa frecuentemente en campus y charlas para jóvenes, aunque en condición de invitado, el bahiense Alejandro Montecchia (52). De todos modos, el exbase, quien se retiró en 2009, tras jugar tres temporadas en Regatas Corrientes, no está ligado laboralmente el básquet y dedica buena parte de su tiempo a la pesca y al contacto con la naturaleza.

Completamente alejado de baloncesto está Hugo Sconochini (53), el más veterano y el capitán de aquel equipo campeón en Atenas. El alero cañadense se afincó en Milán, donde quemó sus último cartuchos como jugador entre 2010 y 2012 en el Bettinzoli Monticelli, y allí conoció a Gustavo Spector, quien era el entrenador del seleccionado italiano de pádel. “Él me hizo conocer el deporte, me hizo jugarlo y me transmitió cómo enseñarles a los principiantes”, contó Sconochini, quien hoy es instructor de esa disciplina.

¿Y el básquet? “No lo extraño para nada. Es como un amor que se terminó. Nos dimos todo, estuvimos muy bien juntos y se terminó. Me dio mucho y me sacó mucho. Se lo agradezco por un lado, pero por el otro es como si lo odiara”, reveló en una entrevista en abril de 2022.

También lejos del mundillo del básquetbol se encuentra Gabriel Fernández (47). El pivot se retiró en agosto de 2018 jugando para Burzaco Football Club, el club de su infancia, en la Liga Metropolitana. Luego trabajó en la Secretaría de Deportes del Municipio de Lomas de Zamora y como asistente técnico en la Confederación Argentina de Básquetbol, y también dirigió dos temporadas a Temperley en la Liga Metropolitana.

Ahora dedica su energía a pleno a Kaisen Rodantes, su empresa, que está afincada en el Parque Industrial de Burzaco y se dedicada al diseño, la fabricación y la comercialización de casas rodantes, oficinas móviles y obradores. De todas maneras, un lazo lo mantiene unido al deporte, ya que su hija Julia, de 20 años, sigue sus pasos: el año pasado disputó el Mundial sub-19 en España con el seleccionado argentino y la última temporada compitió con Ferro en la Liga Femenina.

Además de los 12 hombres que se lucieron sobre el parquet del Olympic Indoor Sports Center de Atenas, el nombre de un 13° quedó impreso con letras de oro después de aquella consagración en la capital griega: Rubén Magnano. El entrenador villamariense, que había comenzado su carrera en Atenas en 1990, alcanzó la cumbre con ese título olímpico y luego siguió un recorrido laboral que lo llevó a Italia, España y Brasil. Su última experiencia fue a cargo del seleccionado uruguayo, al que condujo hasta febrero de 2023, cuando terminó su participación en las Eliminatorias FIBA rumbo al Mundial de Filipinas, Indonesia y Japón.

Hace poco menos de dos meses, Magnano anunció su retiro a los 69 años. “No dirijo más. No sé si tendré que morderme la lengua, pero he colgado los botines. Estoy viviendo una parte de mi vida en la que no pretendo tener distracciones que me saquen el valioso tiempo que tengo para mi familia. Hoy eso no es negociable y sé que si dirijo, voy a tener que sacar ese tiempo. Entonces la decisión es por eso”, justificó el arquitecto del equipo campeón olímpico.