San Lorenzo perdió dos jugadores en el primer tiempo del duelo contra Vélez por la Copa Argentina debido a lesiones. Primero Eric Remedi, quien fue reemplazado por Santiago Sosa a los 33 minutos, y Malcom Braida, que aguantó todo lo que pudo hasta el final de la etapa. El lateral no pudo contener las lágrimas ante la impotencia por el dolor, tanto que mientras pitaba el final de los primeros 45 minutos, hasta el árbitro Fernando Rapallini lo abrazó para consolarlo. También varios jugadores de Vélez, entre ellos Francisco Pizzini, quien ya lo había intentado calmar unos minutos antes.
En realidad, Braida aguantó porque se lo pidió el técnico Leandro Romagnoli, quien no quería tener que hacer un cambio más antes de irse a los vestuarios, perdiendo otra ventana. Obligado a seguir jugando, con evidentes signos de dolor, el futbolista no pudo contener el llanto esos minutos que estuvo demás en la cancha.
Braida se lesionó en plena acción de juego y tras una falta de Pizzini, le quedó enganchada la rodilla derecha y se dobló bastante. A partir de ahí, no pudo jugar más. El primer mensaje del cuerpo médico fue que el jugador tenía un fuerte golpe en la rodilla y también en el tobillo derecho pero que en principio no parecía de gravedad. De hecho, en el segundo tiempo estuvo en el banco de suplentes, con hielo en ambos sectores de la pierna.
El sábado 3 de agosto pasado, también en el Libertadores de América pero contra Independiente, sufrió una fuerte patada en la canilla de Alex Luna, quien se fue expulsado, pero el lateral de San Lorenzo pudo completar todo el encuentro. Lo concreto que esta vez no salió a jugar el segundo tiempo y fue reemplazado por Elías Báez.